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Lucha contra las mafias en el Estrecho

Lucha contra las mafias en el Estrecho

Verónica Sánchez Moreno

Narcotráfico, cazatesoros, inmigración ilegal, patrulleras gibraltareñas, son el día a día en el Centro Regional de Vigilancia Marítima de la Guardia Civil en el Estrecho, situado en la comandancia de Algeciras. Desde aquí se controla por mar, tierra y aire, todo el litoral andaluz y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa visita en exclusiva este enclave estratégico para la seguridad nacional, de la mano del capitán Manuel Ovidio, el jefe del Centro, que nos confiesa “estamos hasta arriba de trabajo”

SIVE, el antecedente
La llegada masiva de inmigrantes al Estrecho a finales de los años 90 puso de manifiesto el escaso tiempo de reacción con el que contaba la Guardia Civil, ya que las pateras se detectaban muy cerca de la costa española. El Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) fue la solución. Estaciones sensoras en puntos estratégicos de la costa, dotadas con radares que se solapan para que las zonas de sombra sean inexistentes, así como con cámaras de día y de visión térmica para la noche, dotadas con un espectacular zoom.

El SIVE de Algeciras, el primero de la costa española, entró en funcionamiento en 2001 y se controla desde esta sala en la comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. En permanente vigilancia, cada turno cuenta con tres o cuatro operadores, que son los encargados de detectar ecos de amenazas y gestionar los incidentes que se producen, decidiendo en cada momento las medidas más oportunas.

Un centro para las nuevas amenazas
En junio de 2012, el Rey don Juan Carlos inauguró el Centro Regional de Vigilancia Marítima (CRVM) del Estrecho, “pero realmente llevamos funcionando desde el verano de 2011”, puntualiza el capitán Ovidio.

 

El CRVM, cuya área de responsabilidad es el litoral de Andalucía, Ceuta y Melilla, incluidas las vallas de las dos ciudades autónomas, se creó por la necesidad de implementar nuevos sistemas de vigilancia más allá del alcance del SIVE, en los espacios marítimos y aéreos españoles, para tratar de luchar con nuevas herramientas contra las mafias, tanto de inmigración como del narcotráfico, que habían cambiado sus modus operandi. La respuesta de la Guardia Civil a las estrategias de las mafias fue la implementación de nuevos sistemas de vigilancia, el aumento del alcance de la misma y la creación de unos centros que se encargasen de la coordinación de estos sistemas.

España cuenta con cuatro Centros Regionales de Vigilancia Marítima: el de Canarias, inaugurado en 2006, el de Algeciras en 2011, el de Valencia en este 2013, y el de Galicia, de futura creación, que se encargará del norte de nuestro país. Todos están coordinados y dependen funcionalmente del centro nacional en Madrid, inaugurado en 2008 y que ha estrenado nuevas instalaciones hace escasamente un mes. Dependiente del general de la Guardia Civil de la zona de Sevilla, el Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho integra las señales de los SIVE de sus áreas de responsabilidad: Cádiz, Huelva, Almería, Granada, Ceuta y Melilla. Tiene la capacidad de visionar las imágenes de las estaciones de estos sistemas e incluso de tomar el control de las mismas.

La sala del CRVM en la comandancia de Algeciras, contigua a la del SIVE, posee capacidades de sistemas AIS de localización de buques, así como acceso a través de distintos programas a la localización de la flota, de aeronaves y patrullas de la Guardia Civil. “Sabiendo por dónde se mueven los malos y por dónde tenemos el despliegue de los buenos, desde aquí se toman las decisiones y se dan las instrucciones adecuadas”, comenta elocuente el capitán Ovidio.

El Centro se divide en dos áreas fundamentales: por un lado, análisis de riesgo, investigación y elaboración de informes, estadísticas y protocolos de operaciones y, por otro lado, el área plenamente operativa, que coordina los distintos medios, aeronaves y buques oceánicos de la Guardia Civil, desplegados más allá del mar territorial (12 millas náuticas). “El SIVE coordina los medios marítimos y aéreos desplegados en su ámbito de competencia, que sería una provincia y el mar territorial, nosotros vamos más lejos y coordinamos los medios que se despliegan después de las 12 millas, aunque éstas se incluyan también”. De este modo y ciñéndose a los protocolos de colaboración que Guardia Civil tiene con diferentes organismos, desde el CRVM se organiza el ámbito regional, mientras que lo local pertenece a los SIVE de cada comandancia y el Centro de Coordinación de vigilancia marítima de costas y fronteras (CCVM), con sede en Madrid, es el encargado de la gestión a nivel nacional e internacional.

Por otro lado, el CRVM cuenta con conexión a una red de datos y evaluación de riesgos en las fronteras europeas, lo que permite conocer cuál es la situación de cada una de ellas. A través de esta red, los centros nacionales de los diferentes países de Europa intercambian información entre sí. Desde esta sala en la comandancia de Algeciras también se realiza la coordinación, en operaciones internacionales, como la Indalo, de los medios de otros países desplegados en territorio nacional en apoyo de las fuerzas españolas, bajo la supervisión de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).

Las nuevas tecnologías son la base del CRVM. Desde vigilancia por satélite, pasando por vehículos aéreos no tripulados (UAVs), con los que la Guardia Civil realiza pruebas desde hace varios años, al igual que con aeronaves monotripuladas de pequeño tamaño. “Aunque en este punto nos estamos encontrando problemas de legislación y, hasta que no se resuelvan, los UAVs no serán un medio plenamente operativo”, nos confiesa el capitán Ovidio.

Y todo ello con un equipo de tres personas. “Se cubre turno de 24 horas con un operador y un jefe de sala”, matiza el capitán. “Personal fijo somos tres, aunque por cada operación viene gente comisionada, así que normalmente hay bastante más gente aquí”. Así pues, para la parcela operativa, el CRVM del Estrecho cuenta con su personal fijo y los comisionados mientras que el día a día, formado por el análisis del riesgo, la estadística, la planificación y las propuestas al general jefe de la zona de Sevilla, lo realizan el equipo de tres personas.

Respecto a la colaboración con otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es práctica habitual del Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho intercambiar información tanto con el Ejército del Aire, como con la Armada y la Policía Nacional, cuerpos con los que tiene establecidos diversos protocolos de colaboración. Respecto al Ejército del Aire, destaca el trabajo conjunto en la lucha contra el narcotráfico por vía aérea. Esta labor es tanto de intercambio de información como de desarrollo de operaciones, lideradas por Guardia Civil, en las que el Ejército de Aire realiza tareas de vigilancia a través de sus múltiples radares desplegados en territorio nacional, alertando sobre posibles amenazas. A tal punto llega la colaboración entre ambas instituciones, que el CRVM del Estrecho cuenta con oficiales de enlace con el Ejército del Aire.

Cuándo preguntamos al capitán Ovidio sobre la colaboración con la Armada española, afirma categórico que son numerosas las operaciones en las que este CRVM cuenta con apoyo de los medios de este cuerpo. Desde lucha contra el expolio del patrimonio arqueológico y contra el narcotráfico en aguas internacionales o zona contigua, hasta intercambio de información respecto a buques que pudieran estar cometiendo distintos tipos de ilícitos. “Este intercambio es habitual entre órganos implicados en la vigilancia marítima, no solo con la Armada sino incluso, por ejemplo, con la división de vigilancia marítima de aduanas”, puntualiza el jefe del Centro.

Y respecto a la Policía Nacional, destaca la participación conjunta de ambos cuerpos en operaciones de lucha contra el narcotráfico o la inmigración ilegal. “Unas lideradas por Guardia Civil y otras por Policía”, señala el capitán, “la más importante con la Guardia Civil al frente es la operación Indalo, y liderada por Policía Nacional, la operación Minerva, que se realiza durante los meses de verano para la lucha contra la delincuencia que aprovecha el cruce del Estrecho”.

Inmigración ilegal e incidentes con Gibraltar
El Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho lleva funcionando algo más de dos años, en ellos, han aumentado de forma considerable las interceptaciones en los espacios marítimos de zona contigua y en aguas internacionales. También destaca su jefe el establecimiento de estrechos vínculos con Marruecos y Argelia en materia de inmigración irregular. “A efectos de localización de embarcaciones en la zona de salvamento de Marruecos o Argelia, conseguimos que, activando los protocolos, patrulleras de esos países intercepten las embarcaciones y las devuelvan a su país, con lo que evitamos traerlos a España y realizar los trámites de expulsión y repatriación”, nos explica el capitán Ovidio. Tal es el rendimiento de esta colaboración que, en este año 2013, Marruecos ha interceptado a unas 300 embarcaciones con más de 3500 inmigrantes a bordo en total, cifra algo superior a la de la Guardia Civil, respecto a inmigración vía marítima, en todo el territorio nacional. Aunque el volumen de inmigrantes procedente de Argelia es menor, en lo que llevamos de año se han activado 10 protocolos de colaboración con este país que han terminado con los inmigrantes interceptados por patrulleras de los guardacostas argelinos y llevados a su territorio.

Fuente: guardiacivil.es

En materia de inmigración vía terrestre, a través de las vallas de Ceuta y Melilla, ambas ciudades autónomas cuentan con un sistema perimetral de doble vallado, incluso triple en algunos puntos, con sensores, cámaras y vigilancia física de patrullas. “Aún así es muy difícil contener las esperanzas de aquéllos que aspiran a llevar una vida mejor”, declara el capitán, “la valla es resistente pero tiene unos límites estructurales y cuando 200 personas hacen fuerza en un trozo consiguen derribarla, ocasionando heridos e incluso muertos”. Sin embargo, la práctica habitual es que se consigue mantener a los inmigrantes en territorio marroquí. Este Centro ha avistado a grupos de incluso 700 personas que pretendían saltar la valla, el procedimiento es activar de forma urgente los protocolos y que la Gendarmería y la policía de fronteras de Marruecos desplegada en la zona evite el salto. “Aunque es bastante difícil”, puntualiza Ovidio, que respecto a la concertina matiza, “es un obstáculo más, pero la impermeabilización de la valla y su efectividad no es total. Hemos tenido concertina antes y también saltaban”.

Otro de los temas que ocupa muchas horas a los miembros del Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho son las disputas con Gibraltar. En esta sala se cumple “al pie de la letra” las órdenes del Ministerio del Interior y de la Secretaría de Estado de Seguridad, tramitadas a través de la Dirección General de la Guardia Civil. “Partiendo de la base de que esas aguas son de indubitada soberanía española”, nos explica el capitán Ovidio, “nuestra labor es la de patrullar esa zona y garantizar el derecho de nuestros pescadores a faenar en dichas aguas, prestándoles protección diariamente”. Y lo mismo ocurre con otras actividades como las prospecciones llevadas a cabo por el buque oceanográfico Ramón Margalef, “las órdenes son escoltar al buque y hacer posible que pueda realizar su actividad sin interferencias de las patrulleras de Gibraltar”.

Es práctica habitual de las embarcaciones de la policía del Peñón molestar e intentar expulsar de la zona a buques como este o a los pesqueros españoles, por ello “la labor del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, coordinado desde la comandancia de Algeciras, es garantizar que cualquier buque abanderado en España y con tripulación de ciudadanos españoles, pueda ejercer en dichas aguas aquellas actividades lícitas sin menoscabo de su derecho y sin verse coaccionado por fuerzas de otro país”, afirma el capitán Ovidio.

Y es que, todo queda grabado. La cobertura plena del SIVE de esta zona y su control efectivo de lo que sucede en esa demarcación marítima hace que, ante las quejas diplomáticas del gobierno llanito, el español adjunte material gráfico para que quede plenamente contrastada la actuación de la Guardia Civil. Porque a los ojos del Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho no se escapa nada.


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