LEYENDO

“Ser un país libre y estar en paz no es gratis”...

“Ser un país libre y estar en paz no es gratis”

Verónica Sánchez Moreno.

En la base naval de Rota, en Cádiz, destaca la imponente figura del mayor buque de guerra construido en España, el LHD (Landing Helicopter Dock) ‘Juan Carlos I’. Con el numeral de costado L-61, sus cifras dan una idea de las capacidades de este buque de propulsión eléctrica, realizado íntegramente por la industria de Defensa española. Tiene 231 metros de eslora, autonomía para más de 14.000 km, desplaza 26.000 toneladas y puede alojar a 1.435 personas. Su capacidad total de carga y proyección de fuerzas es la del portaaviones ‘Príncipe de Asturias’ y los buques de asalto anfibio Galicia y Castilla, juntos.

Equipado con radares y equipos de guerra electrónica desarrollados por la empresa Indra, el Buque de Proyección Estratégica ‘Juan Carlos I’, realizado por Navantia en Ferrol y dado de alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada en 2010, abre sus puertas al Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa. Allí nos recibe su Comandante, el capitán de navío, Antonio Piñeiro Sánchez.

Ante la inminente desmantelación del portaaviones ‘Príncipe de Asturias’, hasta ahora ‘buque insignia’ de la Armada española, ¿asumirá el LHD ‘Juan Carlos I’ sus funciones?
El Juan Carlos I es una unidad de concepto distinto al Príncipe de Asturias. Se ha diseñado con cuatro perfiles de misión: buque anfibio, buque de proyección de fuerza, buque de ayuda humanitaria y portaaeronaves. Además, cuenta con capacidad de Mando y Control, necesaria para actuar como buque insignia de una fuerza anfibia operativa y de la fuerza de desembarco.

Todo esto hace que el barco pueda desempeñar misiones similares a las que desempeñaba el ‘Príncipe de Asturias’, pero además otras muchas diferentes, posibilidades que le da su gran versatilidad. Además es un barco más eficiente y más tecnificado, lo que reduce mucho la dotación necesaria para su operación.

Las fragatas de la 41ª Escuadrilla de Escoltas, construidas para acompañar al portaaviones y configurar el Grupo Alfa de la FLOTA, ¿serán destinadas al Buque de Proyección Estratégica ‘Juan Carlos I’?
Las Fragatas tipo FFG, son buques de escolta con múltiples misiones que van desde la vigilancia marítima de nuestras costas, hasta, por supuesto, efectuar escolta y dar protección a otras unidades como el ‘Juan Carlos I’. Todo esto dependerá de la misión a realizar por el buque y la zona de operaciones.

¿Cómo siente la responsabilidad de mandar sobre el ‘Juan Carlos I’, que va a ser el nuevo buque insignia de la Armada española?
Las sensaciones se pueden resumir en tres: orgullo, de poder mandar un buque tan importante para las Fuerzas Armadas, aportación de la industria naval española; compromiso, por el que debo liderar a unos hombres y mujeres para que puedan responder a las misiones que se nos ordene con la mayor eficacia; y responsabilidad, de responder fielmente y con eficacia a la enorme confianza que la Armada ha depositado en mí, otorgándome este mando.

¿Qué supone para las Fuerzas Armadas españolas contar con un buque polivalente como es este, diseñado con cuatro perfiles de misión?
El barco es un modelo muy versátil y, por ello, adaptado al escenario incierto del siglo XXI. Esto le da a las FAS la capacidad de contar con una unidad que se adapta muy  bien a cualquier escenario y a cualquier tipo de misión en un periodo muy corto de alistamiento. Ese escenario puede ir desde un desembarco anfibio o una misión de repliegue de las tropas que España pueda tener desplegadas en escenarios lejanos, hasta una misión de ayuda humanitaria a raíz de una catástrofe natural.

Pongámonos en situación, España entra en conflicto y corre el riesgo de ser atacada por mar, ¿cómo se reaccionaría en este buque y cuál sería su cometido? ¿Cómo se preparan para este tipo de situaciones, así como para otras como participar en misiones internacionales?
Dependerá mucho de la situación que se diese. El barco aporta una serie de capacidades a las Fuerzas Armadas que los que dirigiesen la operación sabrán, sin duda, aprovechar. La preparación es muy importante y el esfuerzo de los recursos se centra en ese y otros cometidos, en mantener el barco alistado y a su personal perfectamente adiestrado para cualquier misión que se le encomiende, en cualquier momento y lugar.

En este momento de recortes, en el que todos los sectores sufren la crisis económica ¿cómo la vive el ‘Juan Carlos I’?
Desde hace tiempo, la Armada ha mantenido como uno de sus objetivos permanentes y prioritarios, la búsqueda permanente de la eficiencia en la gestión de los recursos puestos a su disposición. Este hecho se vuelve más importante en estos últimos años con la mayour optimización, si cabe, del presupuesto. A bordo, se optimizan los tiempos de adiestramiento en la mar aprovechando al máximo cada gota de combustible y recurso disponible. El objetivo es asegurar el cumplimiento de las misiones permanentes que tiene la Armada y los compromisos internacionales.

¿Qué le diría a la gente, al público, para que sean conscientes de que debe invertirse en un buque de guerra como es este?
En el fondo del estado del bienestar está la seguridad. Si un país no puede defender por sí mismo sus intereses allá donde estén amenazados se rompe el castillo desde la base. Es una cosa que como viene ya dada, parece que está garantizada, y no se le otorga la mayor importancia, sin embargo sí que la tiene. Ser un país libre y estar en paz no es gratis, eso es lo primero que yo diría, y lo segundo es que en esa gestión de los medios que necesita España para su defensa, la Armada ya viene ejerciendo la austeridad desde siempre. A nosotros (yo llevo ya muchos años en la Armada) siempre se nos ha dicho que hay que ser eficientes, hay que ser eficaces al menor coste posible, ese es el concepto de eficiencia. La Armada es muy consciente de esa eficiencia. Nosotros ahora mismo, a las pruebas me remito, hemos dado de baja unidades, estamos tratando de sacar el máximo rendimiento a los escasos recursos que con la crisis se nos otorgan, tratando de conservar al máximo las capacidades que el Ministerio de Defensa considera esenciales para la defensa de España. Yo creo que estamos siendo eficientes en gasto, aprovechando al máximo los pocos recursos que se nos otorgan y eso es lo más importante.

Hablemos un poco del personal embarcado, ya que cuenta con una dotación de 261 personas, ¿deben los tripulantes de este buque gozar de unas características especiales? La mayoría son andaluces, también hay un número importante de gallegos, ¿hay dotación perteneciente a alguna otra comunidad autónoma? ¿Cómo es la convivencia?
Los profesionales de la Armada son personas con una gran preparación, que reciben a través de una muy buena formación desde el momento en el que se incorporan. La única característica de nuestra profesión es el hecho de que exige vocación e imprime carácter. La Armada ofrece una profesión llena de expectativas, donde todos tienen cabida.

En cuanto a la procedencia de los miembros de la dotación, mayoritariamente hay andaluces y gallegos, pero también del resto de comunidades autónomas e incluso procedentes de otros países con doble nacionalidad. Hay riojanos, navarros, ceutíes, catalanes, vascos, etc… La convivencia es muy buena entre todos los miembros de la dotación sin que el hecho de ser de un lugar o de otro influya en la misma.

¿Qué destacaría de sus subordinados?
La tripulación es muy buena gente. Llevo al frente de este barco desde septiembre y no he tenido grandes problemas. Son hombres y mujeres que cuentan con las características del personal de la Armada: profesionalidad, compañerismo, disponibilidad, trabajo en equipo, la especialización y el espíritu de superación así como su capacidad de sacrificio. En la Armada, desde la formación, se conciencia a la gente de que esto es un trabajo duro. Estar en la Armada es un trabajo que exige movilidad y ellos lo entienden. Son conscientes, y yo me encargo de recordárselo, de lo que supone estar embarcado en el ‘Juan Carlos I’, este no es un barco cualquiera, es un barco que aporta mucho a la Defensa nacional y, por lo tanto, ellos deben estar a la altura y la verdad es que responden muy bien. Estoy muy contento de la tripulación que tengo.

¿Cómo es el día a día en este buque de guerra?
La actividad principal a bordo se centra en el alistamiento del barco, es decir en la preparación del material y equipos, y en el adiestramiento del personal. Cuando el buque se encuentra en puerto, los esfuerzos se centran en el mantenimiento de los equipos y sistemas. Esto se complementa con ejercicios de adiestramiento que no son imprescindibles efectuar en la mar, para mantener el nivel de adiestramiento de la dotación. Cuando el buque se encuentra en la mar, el tiempo se emplea totalmente en el adiestramiento del personal en las distintas actividades que puede llevar a cabo el ‘Juan Carlos I’.

Este es el primer buque de la Armada con una red informática multiservicio, en la que se integran televisión, radio, Internet, teléfono, ¿qué importancia tiene y cuáles son los beneficios de contar con estas tecnologías de la información?
En estos tiempos que corren, el uso de las tecnologías de la información cobra una importancia vital y la Armada, como institución integrada en nuestra sociedad, saca rendimiento del uso de éstas para dar a conocer su actividad. Esta red multiservicio de la que hablamos, permite además que toda dotación tenga acceso a la posibilidad de ocio y comunicación, ya que se dispone de televisión, radio e internet en un mismo equipo. Para la Armada es muy importante contar con este tipo de sistemas que aumentan la moral y el bienestar de la dotación, que puede llegar a pasar largos periodos lejos de su casa.

El ‘Juan Carlos I’ cuenta con un hospital con 2 quirófanos, sala de odontología, enfermería, UCI, rayos X, unidad de telemedicina, laboratorio, farmacia… ¿Cree que sería necesario que, al igual que ocurre en las misiones internacionales, embarcase con ustedes un psicólogo?
El ‘Juan Carlos I’, cuenta con una plantilla de tres oficiales de Sanidad que se encargan del mantenimiento de los equipos del hospital y de la asistencia médica de la dotación. Cuando el buque sale a la mar embarca el resto de personal médico para apoyar el desarrollo de la misión. Dependiendo de la misión se determina el tipo de profesionales necesarios, incluyendo en caso necesario a psicólogos de las FAS.

¿Desea añadir algo más?
Querría destacar las características innovadoras que se aportan con el buque a la Armada, su gran versatilidad y su alto nivel de automatismo. Desde el punto de vista técnico, la principal novedad es que se trata de un buque eléctrico que trabaja con alta tensión. Además de ser el primer buque eléctrico de la Armada de gran porte, también es pionero en el empleo de PODS acimutales como sistema de propulsión principal.

Este barco, con 26.000 toneladas, es el más grande que se ha hecho para la Armada en la Historia. Eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Me siento orgulloso del ‘Juan Carlos I’, es un producto nuestro, un barco hecho en España por la industria naval española y es un barco que está teniendo bastante aceptación por otras Armadas como la de Australia y otros países. De eso es de lo que me siento especialmente orgulloso, de ser responsable durante los dos años que estaré al mando, de dirigir un barco de estas características.

La desventaja es que es un barco tan grande que hay que manejarlo bien en la mar. Tiene un tamaño y es lo suficientemente importante como para que se pongan todos los sentidos en dirigirlo. También me siento especialmente afortunado con la gente con la que me ha tocado compartirlo y no es un cumplido, lo digo de corazón. Ellos trabajan con ilusión, aportan ideas, colaboran en todo y siempre están dispuestos para salir a navegar. Si se quejan de algo es de falta de movimiento, porque con los recortes ha disminuido la actividad en la mar, algo que suplimos con simuladores. Ahora mientras estamos atracados podemos hacer ejercicios que antes sólo podíamos realizar navegando.


ARTÍCULOS RELACIONADOS