El desarrollo de UNAVEM (I)

Por D. Gerardo Infante Muluya.

La entrada en vigor oficial de UNAVEM se produjo el 1 de abril de 1989, pero dos meses antes habían comenzado a llegar los primeros observadores internacionales con la intención de mantener el óptimo momento que se vivía en Angola. En un principio, UNAVEM estuvo compuesto por el jefe de la Misión, el general de brigada brasileño Ferreira Gomes, y 70 observadores militares, a los que había que sumar 35 empleados civiles como apoyo, 20 de los cuales eran funcionarios internacionales.

Los países invitados por el Secretario General a participar en UNAVEM fueron Argelia, Argentina, Brasil, Congo, Checoslovaquia, España, India, Jordania, Noruega y Yugoslavia. Cada uno contribuyó con siete militares, aunque a partir del 30 de enero de 1990 fueron reducidos a seis, a la vista de los buenos resultados obtenidos en el conjunto de la misión.

La organización de la Operación contaba con un cuartel general en Luanda, la capital angoleña, y siete equipos de verificación que, a partir del 10 de enero de 1990, fueron reducidos a cinco al recortarse el número de observadores militares. Los puestos de vigilancia fueron situados en el aeropuerto internacional y los puertos de Luanda, Cabinda, Lobito y Namibe. Tres equipos móviles de reserva se encargaron, fundamentalmente, de supervisar los paralelos 15 y 13 para verificar el repliegue cubano; finalizada esta reducción quedaron reducidos a uno.

En la primera fase, las tropas cubanas debían retirarse al norte de la frontera con Namibia, una de las zonas de mayor actividad de la guerrilla, y dejar sus posiciones al Ejército angoleño. Según el calendario acordado, los cubanos tendrían que estar al norte del paralelo 15 antes del primero de agosto de 1989, y al norte del paralelo 13 antes de noviembre de ese año.

Normalmente, los soldados cubanos fueron evacuados por vía aérea desde el aeropuerto de Luanda, reservándose la vía marítima para el transporte de material.

El calendario de retirada pactado entre Angola y Cuba señalaba que para noviembre de 1989 debían haber sido repatriados 25.000 soldados: para octubre del año siguiente, unos 38.000 y para julio de 1991, el resto. El programa se cumplió rigurosamente con una única interrupción motivada por el ataque de UNITA a la guarnición cubana de Lobito el 21 de enero de 1990, como reacción a la ofensiva lanzada por las tropas gubernamentales contra la ciudad de Maringa. La guarnición cubana de Lobito sufrió cinco muertos y varios heridos y el mando interrumpió la retirada durante un mes, aunque después recuperó el tiempo perdido.

La retirada total de las tropas cubanas marcaba el fin del mandato de UNAVEM. Sin embargo, los observadores continuaron en Angola al haber ampliado la ONU la misión (UNAVEM II de la que hablaremos en el artículo siguiente).


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