El apoyo de las tropas indígenas

Por D. Juan del Río Martín

Como consecuencia de la ocupación de la plaza de Orán en 1509, España se convirtió en la primera nación europea en organizar fuerzas indígenas como tropas auxiliares de sus Fuerzas Armadas. Orán, Ceuta y Melilla fueron testigos de la actuación de estas unidades, verdaderas predecesoras de esas magníficas Fuerzas Reglares Indígenas, los “Regulares”, que tanta gloria han dado a nuestras armas.

Los mogaces
Para las gentes de Orán, la voz «Mogataz» significa­ba “traidor” o  también “bautiza­do”, y así fue como se designaron a los soldados musulmanes organizados al servicio de España en aquella plaza. Sus misiones consistían en servir de guías y de confidentes.

El 20 de Enero de 1508, los españoles evacuaron Orán, refugiándose en Mazalquivir, que claudicó el 5 de Abril, siendo reducidos sus defensores a la esclavitud. El 29 de Julio de 1732, España recuperó Orán y el 5 del mes siguiente Mazalquivir. De nuevo se recurrió al reclutamiento de tropas musulmanas formándose las “Compañías de Moros Mogataces”, a los que se unirían los “Moros de Paz”, integradas por los indígenas refugiados en Orán.

Con el abandono definitivo de Orán en 1791, la Compañía fue evacuada junto con las demás tropas españolas, destinándola a formar parte de la guarnición de Ceuta, a donde llegaron el 12 de Febrero de 1792.

Subsistiendo en precarias condiciones, esta Compañía se mantuvo en servicio hasta el año 1817, momento en el que quedó extinguido este primer ensayo de nuestro ejército colonial en África. Los diez soldados  que aún prestaban servicio fueron destinados como intérpretes a las órdenes del Gobernador Militar de la plaza.

Los traidores del Rif
A petición del Gobernador Militar de Melilla, el Capitán General de Granada propuso al Ministro de la Guerra, el 12 de Marzo de 1859, la organización de fuerzas indígenas (compuesta por algunos moros que se habían refugiado en la plaza perseguidos por sus compatriotas que les acusaban de estar al servicio de España).  Como consecuencia de estas peticiones, el 8 de Junio de 1859  se creó en Melilla la “Sección de Moros Tiradores del Rif”, constituida por treinta plazas de infantería. A la misma, se le asignaron misiones de protección de las obras que se realizaban  en el Río de Oro, y especialmente la captura de los presos fugados de nuestros presidios.

Durante la Guerra de África (1859-1860), el General O’Donnell reclamó la presencia de algunos individuos de esta Sección, que en número de 10 se incorporaron al Cuartel General de Tetuán. Su intervención fue brillante actuando como intérpretes, guías y expertos combatientes.

Finalizadas las operaciones, en Enero de 1863, la Sección de Guerra y Marina del Consejo de Estado, informó que dadas las dificultades económicas del momento, la Sección debía extinguirse por fallecimiento de sus integrantes, quedando reducida a diez plazas para formar un grupo de intérpretes moros.

Lo voluntarios ceutíes
A propuesta del General Gobernador de Ceuta, don José López Pinto, y por R. O. de 17 de Febrero de 1887, las escasas fuerzas moras de la guarnición, junto con el Escuadrón Cazadores de Ceuta y la Compañía de Mar, constituyeron la que se denominó “Milicia Voluntaria de Ceuta”.

Formaban su plantilla 1 capitán, 1 teniente, 1 alférez y 50 de tropa. Desde su formación, se concedió la guardia de honor al General Gobernador de la plaza, empleándolos también como guías en las comisiones militares científicas en Río de Oro, costa del Sáhara e interior de Marruecos.

Deseoso el Rey D. Alfonso XIII de conocer a estas tropas de tan brillante historia, por orden telegráfica de 17 de Mayo de 1906, marchó la Compañía a Madrid donde participó en diversos acontecimientos militares de la capital. Viendo el gobierno español el desarrollo y las orientaciones del problema de Marruecos, y también la apremiante necesidad que había de disponer de fuerzas auxiliares indígenas para su actuación en el interior de este país, en el mes de Noviembre de 1907 se autorizó el aumento de la Compañía a 109 hombres, siendo reclutados en muy pocos días.

Por disposición del 31 de Diciembre de 1909, como estímulo y premio, se creó la categoría de oficial moro de segunda clase, a la que podían aspirar los sargentos moros que reunían determinadas condiciones. El 29 de Enero de 1910, se elevó a 500 el número de soldados de esta unidad, que a partir de esta fecha quedó constituido por dos compañías.

La policía indígena ceutí
La creación de esta Unidad tuvo su origen en el Convenio Hispano-Francés, firmado en Noviembre de 1910, co­mo continuación del compro­miso que ambas naciones habí­an adquirido en la Conferencia de Algeciras, relativo al esta­blecimiento de los Protectora­dos español y francés en el Nor­te de África.