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La vuelta al servicio militar obligatorio

La vuelta al servicio militar obligatorio

Tcol. D. Francisco Jiménez Moyano.

Introducción
España se rompe, o mejor dicho lleva muchos años rompiéndose, y ahora, cuando estamos al borde del abismo, se piensa en el servicio militar obligatorio como resorte de la formación del ciudadano en la solidaridad colectiva, el servicio, el sacrificio, el compañerismo, y el amor a la Patria común; y como no: de lo barato que es el servicio militar obligatorio.

Solo dos reflexiones.
La formación del soldado, es decir su instrucción técnica y su educación moral, hoy en día, y desde hace muchos años, es algo mucho más caro que el sueldo que cobra.

Un solo ejemplo, un tirador de misil contracarro, si dispara a efectos de instrucción de tiro, un solo misil en su vida militar profesional usual (unos 5 años), digamos durante el curso de tirador, consume en ese único disparo unos 80.000 €. que es lo que vale el misil contracarro Spike en dotación. Profesionalmente tengo que decir que ese nivel de instrucción es bajísimo.

Si pensamos en un soldado de reemplazo, de un año de servicio militar, cada año es necesario hacer un curso para cubrir ese puesto de tirador de misiles. El puesto táctico del soldado de reemplazo durante 5 años cuesta al contribuyente 400.000 euros. Cinco veces más para tener el mismo nivel bajo de instrucción de tiro.

Ahora pensemos en el adiestramiento, que es como jugar un partido de balón pie con jugadores que nunca han jugado juntos. Hay selecciones que se adiestran en 15 días de concentración; hagamos lo mismo, seamos tan frívolos como para pensar que dar patadas a una pelota es tan complicado como jugarse colectivamente la vida en una batalla; podemos pensar en un nivel igualmente bajo de adiestramiento para un ejército profesional, donde el primer año hay 15 días de adiestramiento de pelotón (unos 10 jugadores), el 2º otro tanto de sección (unos 40 ), el tercero pasamos a la compañía (unos 150 ), y así  con batallón (unos 800 hombres) y brigada (unos 4000 hombres); así, en cinco años tendríamos un nivel bajo de adiestramiento; para ese mismo nivel, el soldado de reemplazo tiene que hacer, y el contribuyente pagar, cinco ejercicios en cada año. Señalando la ruina que supone que,  cuando la brigada está adiestrada, casi se disuelve ya que sus cientos de soldados de reemplazo se licencian.

El servicio militar es enormemente más caro. Ahora bien, si queremos un servicio militar exclusivamente para limpiar los cuarteles, hacer guardias, desfilar y otras actividades alejadas del combate y de la guerra, es otra cosa, pero entonces no estamos hablando de un ejército. Estamos hablando de gastar menos para nada, es decir, estamos hablando de tirar el dinero.

Pero lo más sorprendete es la idea de que el servicio militar crea una sólida formación patriótica.

Resulta increíble que en solo unos meses de paso los las unidades de las fuerzas armadas, y a la fuerza, el ciudadano español pueda adquirir los conocimientos históricos, de educación cívica, etc., e interiorizar un amor patrio, de forma y manera que pueda suplir lo que la educación pública y la privada, la educación autonómica y la familiar no ha hecho en 18 o 20 años.

Tras 38 años de servicio en las Fuerzas Armadas españolas proclamo con orgullo que somos muy buenos, probablemente la mejor de las Instituciones, pero no tanto como para hacer en unos meses lo que la familia y las instituciones educativas públicas y privadas, no han hecho en el primer cuarto de siglo de existencia de los jóvenes españoles.

Pero, y si resulta que además hay casos donde en esos 18, 20, 25 años se ha ido trabajando contra la Nación, la soberanía del pueblo, contra el compañerismo, el espíritu de servicio, de sacrificio, etc.

Conclusión
¿En unos meses, y a la fuerza, se va a eliminar la podredumbre inculcada durante años con el dinero de todos? Significando que este dinero de todos, y que es de nadie según insignes políticos, es por ello el más copioso

Me temo que no. La solución es otra.


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  1. Galerna

    18 noviembre 2016

    Excelente y demoledora reflexión.