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Rocroi, un antes y un después de los Tercios españoles

Sergio Ruano

Introducción
El 19 de mayo de 1643 ha pasado a la historia por ser la fecha en que los Tercios españoles fueron derrotados por primera vez.

La Batalla de Rocroi marcó un antes y un después en la historia de los Tercios. En ella, la fuerza de élite más poderosa de Europa que había permanecido invicta durante 200 años sufrió su primera derrota. Y no sólo militarmente hablando, sino que fue ante todo un revés moral del que ya  no se recuperó y supuso el desvanecimiento del mito de su invencibilidad.

Se desarrolló durante la guerra de los treinta años, en la que España (que sufría un levantamiento interno de Cataluña y Portugal) acudió a ayudar al imperio de los Austrias, enviando parte de su ejército en Flandes a la localidad de Rocroi para sitiar a la ciudad y obligar a los franceses a enviar socorro liberando así otros frentes en los que luchaba España.

La Batalla de Rocroi
Un Tercio era una unidad militar del Ejército español durante la época de la Casa de Austria. La eficacia del combate de los Tercios hispánicos se basaba en la mezcla de armas blancas (la pica) con armas de fuego (arcabuz), a lo que había que añadir la capacidad de dividirse en unidades más móviles hasta llegar al cuerpo a cuerpo individual, lo que favorecía la predisposición combativa del infante español.

Los Tercios, considerados el renacimiento de la infantería y comparados con  las legiones romanas o las falanges macedónicas, formaban la élite de las unidades miliares y eran famosos por su resistencia en el campo de batalla.  Gran parte  de la hegemonía terrestre se basó en ellos. Este primer ejército moderno europeo (formado por voluntarios profesionales, en lugar de levas para una campaña y la contratación de mercenarios) hizo que la infantería española fuera la mejor de Europa durante un siglo y medio (1).

Cuando el rey Felipe IV ascendió al trono, la situación del imperio español no era la del s. XVI, inalcanzable para el resto del mundo, a pesar de mantener su hegemonía. Francia e Inglaterra pugnaban por ser la primera potencia mundial y Francia declaró la guerra a España. Al mismo tiempo, animadas por esas dos naciones, Portugal y Cataluña se sublevaron. Para aliviar la presión en esas zonas Felipe IV decidió invadir el norte de Francia desde Flandes, donde tiene lugar la batalla decisiva en Rocroi, las Árdenas, en 1643 (2).

El portugués Francisco de Melo, capitán general de los Tercios de Flandes, estableció un cerco en torno a Rocroi con un ejército formado por 22.000 hombres y 24 cañones. El ejército francés estaba compuesto por 16.000 hombres, 7.000 jinetes y 24 piezas de artillería. Ambos ejércitos dispusieron la artillería en el frente, la infantería en el centro, y la caballería guardando los flancos.

Las tropas españoles pensando que el ejército francés solo quería socorrer la ciudad se desplegaron de forma muy poco eficaz. Conociendo esto, los franceses lanzaron un ataque de caballería esa noche contra los flancos españoles que, a pesar de que causaron grandes bajas, consiguieron repelerlo.  Cuando la caballería francesa inició una retirada de forma desordenada la caballería española contraatacó, llegando incluso a capturar piezas de artillería francesa. Pero Francisco de Melo no vio necesario completar el ataque con el avance de infantería y se perdió la oportunidad de finalizar la batalla. La caballería francesa se reorganizó enviando un nuevo ataque sobre el flanco izquierdo, donde los jinetes españoles finalmente sucumbieron y se retiraron de forma caótica.

Una vez que la caballería estaba fuera de combate, Los Tercios valones y alemanes que guardaban el flanco se retiraron al no poder soportar el empuje enemigo. A pesar de que el ejército español logró capturar las piezas de artillería francesas el ejército francés, en una arriesgada maniobra, atravesó con la mayoría de su caballería el centro español, separando a los veteranos Tercios españoles, que formaba el pilar fundamental del ejército, de Los Tercios italianos, alemanes y valones. Tras esto, Los Tercios italianos se retiraron. No así los españoles, a quien Francisco de Melo ordenó resistir. Pero al ver el curso de la batalla, se produjo una gran retirada, incluidos los refuerzos, que decidieron no acudir.

Los 5 Tercios españoles que quedaban, formaron un rectángulo en posición defensiva y consiguieron rechazar hasta 5 cargas de caballería francesas sin romper la formación, la combinación de mosquetes y picas eran letales. La sexta carga fue de infantería junto con la artillería, cuyas piezas habían sido recuperadas. Tras esto solo quedaron Los Tercios de Garciez y Villalba a los que los mandos franceses ofrecieron una rendición honrosa. Garciez capituló y Villalba aún resistió más tiempo pero al final también acabó aceptando la rendición (3).

Se pueden encontrar varias causas a la derrota de Los Tercios (4): errores de táctica, excesiva presunción, destacamento inoportuno en la víspera, imprevisión, incoherencia, desorden, falsas maniobras, flojedad de la caballería y auxiliares, etc.

A pesar de la gravedad de las bajas, lo verdaderamente importante de esta batalla fue el efecto propagandístico y moral de la derrota. A partir de ahí los equipamientos y medios de combate de Los Tercios comenzaron a quedarse obsoletos y el coraje, la valentía y el buen hacer de los soldados españoles no fueron suficientes.

Conclusión
Durante casi dos siglos Los Tercios españoles permanecieron imbatibles, lo que proyectaba al mundo una imagen de grandeza de España, aunque en su interior hubiera un gran territorio despoblado, con muchas necesidades y escasez de hombres y recursos para sustentar todo el imperio que se había conquistado.

Sin embargo, a pesar de esa crítica situación interior esta batalla demuestra el carácter de la infantería española, en la que hasta el final opusieron resistencia cumpliendo las órdenes, a pesar de su desventaja en número, sin munición y sin mando. No fue suficiente para Los Tercios que sitiaban Rocroi, que cometieron varios errores como comenzar la batalla en inferioridad numérica, la imprevisión en la táctica o el exceso de confianza ante un enemigo al que no vieron venir.

Por ello, esta batalla se considera como el principio del declive de Los Tercios españoles debido a la repercusión que ocasionó la derrota (en gran parte debido a la propaganda francesa). Hasta ese momento el ejército español gozaba de un mito de invencibilidad en los campos de batalla europeos, pero la falta de replanteamiento de la estructura, la instrucción y la falta de renovación en el armamento hicieron que Los Tercios quedaran obsoletos ante otros ejércitos europeos.

Aunque con los Borbones llegó el modelo francés de ejército y Felipe V suprimió Los Tercios, esta denominación se conserva todavía hoy en unidades tipo regimiento de la legión y de infantería de marina.

La derrota en Rocroi no fue clave por la batalla en sí misma, sino porque simbolizó el comienza del declive del imperio y el fin de la hegemonía militar de España en Europa, que pasó a manos de Francia.

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(1) http://webmadoc2/milipedia/index.php?title=Los_Tercios_espa%C3%B1oles
(2) http://www.batallasdeguerra.com/2011/12/la-batalla-de-rocyoi.html
(3) http://www.batallasdeguerra.com/2011/12/la-batalla-de-rocyoi.html
(4) http://enciclopedia.us.es/index.php/Batalla_de_Rocroi_(1643)


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