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Turquía «pierde la paciencia» con Rusia

Turquía «pierde la paciencia» con Rusia

Avión ruso en Siria

Francisco Bolúmar Montero.

El enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos sobre el futuro de Bachar El Asad y la lucha contra Daesh rebasó este fin de semana los confines del enfrentamiento dialéctico en el seno de las Naciones Unidas debido a varias incursiones de aviones rusos en el espacio aéreo de Turquía durante esta semana. Además, el lunes, Rusia anunció su intención de enviar a fuerzas terrestres “voluntarias” a Siria para participar en el combate.

A pesar de que el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, había descartado con anterioridad el envío de fuerzas terrestres como complemento a la campaña aérea iniciada en Siria la pasada semana, el Almirante Vladimir Komoyedov, enlace del presidente con la Duma (Parlamento ruso), anunció el lunes la intención de permitir el envío de fuerzas terrestres “voluntarias” a territorio sirio.

La decisión rusa recuerda a la técnica empleada en Ucrania, donde miembros de las Fuerzas Armadas de Rusia, sin insignias ni uniformes, fueron empleados para anexionarse Crimea y apoyar a los rebeldes pro-rusos en la región de Donbás, en el este de Ucrania, en el año 2014.

Además, fuentes estadounidenses aseguraron que ya había seiscientos miembros del personal militar ruso, sin incluir a los contingentes aéreos, en territorio sirio y que se había observado la presencia de tiendas de campaña en cantidad suficiente como para albergar a dos mil personas en la base aérea rusa cerca de Latakia, en el noroeste del territorio sirio y cerca de la frontera con Turquía.

El anuncio ruso inmediatamente causó un revuelo de especulaciones sobre la posibilidad de que se inicie una intervención militar terrestre por parte de Rusia, lo cual implicaría un vuelco a la situación sobre el terreno y conllevaría, por primera vez, la coordinación de todos los aliados del régimen de Bachar El Asad: las Fuerzas Armadas sirias, Rusia, Irán y la milicia libanesa chií Hezbollah que lleva luchando al lado del régimen desde el inicio de la guerra civil siria hace más de cuatro años.

Llamamiento saudí a la yihad
La oposición al régimen sirio, que también lucha contra Daesh, reaccionó con virulencia al anuncio ruso, acusando a Moscú de querer ocupar el país. En un comunicado firmado por cuarenta y una facciones de la oposición, incluyendo a grupos moderados apoyados por Estados Unidos, los combatientes contrarios a Asad anunciaron que “la brutal ocupación [de Rusia] ha cortado la vía a una solución política”, por lo que no participarían en ningún proceso de paz patrocinado por Moscú. Algunos, además, afirmaron que estrecharían su cooperación con el Frente Al-Nusra, filial siria de Al-Qaeda.

Por otra parte, y siguiendo una declaración del Patriarca Kirill, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa, bendiciendo la intervención rusa en Siria, un grupo de prominentes clérigos saudíes hizo un llamamiento a países árabes y musulmanes para hacer la yihad contra Asad y sus aliados rusos e iraníes, comparando la situación actual en Siria con la invasión rusa de Afganistán en los años ochenta, una guerra que atrajo a musulmanes de todo el mundo para hacer la yihad contra los soviéticos.

Rusia ataca a Daesh
Daesh, que parecía ser un actor menor en los acontecimientos del fin de semana, quiso recordar al mundo su presencia mediante un ataque en el que destruyó un triple arco situado al inicio de una columnata en las ruinas romanas de Palmira, Siria.

Las autoridades rusas anunciaron que dos cazas SU-25 de sus Fuerzas Armadas habían atacado, el lunes, posiciones del autodenominado Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS en sus siglas en inglés) en el oasis de Tadmur situado en los alrededores de Palmira. El General Igor Konashenkov, portavoz de la operación rusa, confirmó que en el ataque, la Fuerza Aérea rusa había destruido veinte tanques, tres lanza misiles y un depósito de munición de la organización terrorista.

“¿Por qué estáis allí?”
A pesar de que los dirigentes rusos han repetido en varias ocasiones que el principal objetivo de su intervención es luchar contra Daesh, Estados Unidos y sus aliados han manifestado su escepticismo. Las dudas occidentales se basan en el hecho de que las bombas rusas han golpeado mayoritariamente al Ejército de Conquista, una facción islamista que incluye al Frente Al-Nusra así como a otras facciones más moderadas, algunas de las cuales han recibido ayuda estadounidense.

La posición de Estados Unidos de apoyar a la oposición moderada mediante bombardeos aéreos y el patrocinio de una transición política que expulse a Asad del poder fue ridiculizada el lunes por el Ministro de Exteriores ruso. Sergei Lavrov aseguró que la estrategia estadounidense no había logrado nada desde el punto de vista militar y calificó la estrategia de apoyar a la oposición moderada como un fracaso. “Nadie ha oído realmente hablar de la oposición moderada” concluyó el jefe de la diplomacia rusa.

Asimismo, en una conferencia en Nueva York, el Ministro de Exteriores iraní, Mohammed Javad Zarif, criticó la campaña aérea de la coalición internacional liderada por Estados Unidos ya que, según Zarif, a diferencia de Rusia, Estados Unidos y sus aliados no habían recibido una solicitud de ayuda por parte de Asad. “¿Por qué estáis allí? ¿Quién os ha dado el derecho a estar allí?” preguntó Zarif a su audiencia.

Turquía “hostigada”
La campaña rusa ha indignado a la OTAN, con quien Moscú mantiene, desde hace años, una tensa relación que no ha hecho más que empeorar desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en marzo de 2014. El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, de visita oficial en España, acusó el lunes a Putin de “echar gasolina al fuego” del conflicto sirio. Esta es la primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, que aviones de guerra estadounidenses y rusos sobrevuelan el espacio aéreo de un mismo país al mismo tiempo.

Además, la intervención rusa corre el riesgo de causar un enfrentamiento con Turquía puesto que la campaña aérea rusa da al traste con la reivindicación turca de crear una zona tapón y una zona de exclusión aérea en el norte de Siria en la que poder reasentar a parte de los dos millones de refugiados sirios que se encuentran actualmente en territorio turco.

La tensión entre Rusia y la OTAN ha alcanzado hoy su punto álgido tras el anuncio del Gobierno de Turquía de que se ha producido una violación de su espacio aéreo por parte de Rusia, la tercera desde el fin de semana. El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado hoy que a su país le resulta muy complicado «mantener la paciencia» con las acciones de Rusia y ha advertido a Moscú que «Rusia debe saber que perderá mucho si pierde un amigo como Turquía».

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha mostrado hoy su escepticismo a las explicaciones rusas al afirmar que «no especularé con los motivos pero no parece un accidente… ha habido dos [incursiones aéreas]» que, además, «fueron largas» y no de unos segundos como había declarado Rusia. Stoltenberg se ha quejado de que no ha recibido «una explicación real» sobre estas incursiones por parte de Moscú y ha anunciado que, debido a la ausencia de contacto directo con Rusia, la Alianza Atlántica está estudiando la posibilidad de emplear las líneas de comunicación militar con Rusia, creadas en la Guerra Fría, para pedir explicaciones y enviar «un fuerte mensaje» de que estos incidentes «no deben volver a ocurrir».

El anuncio de hoy por parte del Gobierno Turco es el tercero que las autoridades de Ankara se han visto obligadas a hacer desde que el sábado informasen de que se había enviado a dos F-16 de su Fuerza Aérea para interceptar a un avión SU-25 ruso que se había adentrado en su espacio aéreo. El domingo, el Estado Mayor turco informó de que un Mig-29 (un aparato operado tanto por Rusia como por Siria), había “hostigado” a dos F-16 turcos que patrullaban la frontera turco-siria.

El Presidente Erdogan, afirmó el domingo que “Rusia está cometiendo un grave error” con su actual actitud, mientras que el Ministerio de Exteriores convocó al embajador ruso en Ankara para “protestar enérgicamente” por la violación del espacio aéreo turco. El Ministro de Exteriores, Feridun Sinirliouglu, telefoneó a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, a quien informó de que, en caso de repetirse estas violaciones, “responsabilizaremos a Rusia de cualquier incidente indeseado que pueda ocurrir”. El Primer Ministro, Ahmet Davutoglu, recordó a Moscú que “las reglas de enfrentamiento se aplican a todos los aviones, sean rusos, sirios, o de cualquier otro país” y avisó de que “las Fuerzas Armadas turcas tienen instrucciones claras de actuar contra cualquiera que viole la frontera, incluso si es un pájaro”.

Una seguridad «indivisible»
La defensa aérea de Turquía está, sin embargo, integrada en la OTAN, como la de todos los aliados, por lo que la Alianza Atlántica no dudó en manifestar el lunes su “profunda preocupación” por la escalada militar de Rusia. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró “inaceptable” la violación del espacio aéreo turco e hizo “un llamamiento a Rusia para que respete plenamente el espacio aéreo de la OTAN”.

El Consejo Atlántico, reunido de urgencia a petición de Turquía, emitió un comunicado en el que, tras recordar que “la seguridad de la Alianza es indivisible” y tomar nota “del extremo peligro de este comportamiento irresponsable”, consideró que “las acciones militares rusas han alcanzado un nivel más peligroso con las recientes violaciones del espacio aéreo turco el 3 y 4 de octubre” por lo que protestó “enérgicamente” por “las incursiones en y las violaciones del espacio aéreo de la OTAN”.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores alemán advirtió que las acciones rusas “deben corresponderse con sus palabras” y el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Laurent Fabius, consideró que ha aumentado el riesgo de que la guerra en Siria “se convierta en un conflicto regional, con implicación de potencias extranjeras”.

Por su parte, Rusia trató de quitarle hierro al asunto al afirmar que la intrusión de su aparato sobre el espacio aéreo turco había sido un error de navegación debido al mal tiempo. No obstante, fuentes de la delegación que acompaña al Secretario de Defensa de Estados Unidos en España, descartaron esa posibilidad. “No soy piloto de combate, pero no es posible que esto fuese un accidente. La noción de que fue un accidente es disparatada” zanjó un oficial estadounidense a quien se prohibió dar su nombre.


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