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UNTAG: el camino hacia la independencia de Namibia

UNTAG: el camino hacia la independencia de Namibia

Por D. Juan del Río Martín.

La operación de las Naciones Unidas en Namibia fue la culminación de casi un cuarto de siglo de gestiones diplomáticas internacionales para lograr la libertad y la paz de la última colonia africana.

El territorio que hoy ocupa Namibia fue colonizado por Alemania en 1884. Después de la Primera Guerra Mundial quedó bajo la administración militar de Sudáfrica que en 1920, logró de la Sociedad de Naciones un mandato internacional para su gobierno. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Sudáfrica se negó a poner el territorio bajo el sistema de fideicomiso de las Naciones Unidas y estimó que constituía parte integrante de su territorio, por lo que comenzó a aplicar en él las leyes racistas y aceleró el proceso de segregación racial. En 1966, la Asamblea General consideró oficialmente que el mandato concedido a Sudáfrica para su administración había expirado y, poco después, creó el Consejo de las NU para Namibia con la finalidad de preparar el camino para su independencia. Ese mismo año, el SWAPO (South West Africa People’s Organization) inició la guerra de guerrillas contra el régimen de Pretoria y en 1973 logró el reconocimiento de la Asamblea General de las Naciones Unidas como «el exclusivo representante del pueblo namibio». Entre 1976 y 1978, las negociaciones diplomáticas parecieron abrir el camino hacia la solución del contencioso, y el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 435 (1978) de 29 de septiembre por el que se creaba UNTAG (Grupo  de Ayuda para la Transición en Namibia) y se establecía el plan definitivo de las Naciones Unidas para la independencia del territorio, que incluía la celebración de elecciones generales, la elección democrática de un presidente y la redacción de una nueva Constitución.

En un principio, Sudáfrica aceptó la propuesta pero después condicionó cualquier avance a la salida de las tropas cubanas de Angola, lo que estancó el proceso. Sin embargo, la flexibilidad mostrada por el líder del SWAPO, Sam Nujoma, y los cambios internacionales hicieron renacer la esperanza a finales de 1988. El 22 de diciembre de ese año Angola, Cuba y Sudáfrica firmaron, en la sede de las Naciones Unidas, el llamado Acuerdo de Brazzaville (conocido así por ser en la capital del Congo donde se celebró la última reunión), por el que aceptaban la puesta en práctica de la Resolución 435 a partir del 1 de abril de 1989. Al mismo tiempo, Angola y Cuba firmaron otro acuerdo por el que las tropas cubanas abandonarían el territorio angoleño para julio de 1991 bajo supervisión internacional, lo que dio origen a la misión de UNAVEM.

Los diseños iniciales de la organización de UNTAG se remontan a principios de los años ochenta, pero su configuración final fue establecida en 1988. La importancia y complejidad del proceso provocó que se creara en Nueva York una oficina especial para coordinar los aspectos de la misión y asesorar al representante especial del secretario general, el finlandés Martti Ahtisaari. La UNTAG fue concebida como una operación primordialmente política que incluía componentes civiles, policiales y militares desplegados por todo el país en funciones concretas, siempre dentro del objetivo general de asegurar las condiciones para un proceso electoral libre y limpio, que estuvo regido por las directrices del administrador general del territorio, el sudafricano Louis Pieenar. Había que supervisar el alto el fuego, verificar la retirada de las fuerzas sudafricanas, y contribuir a la celebración de elecciones democráticas.

El Secretario General de la Naciones Unidas, Pérez de Cuéllar, en su memoria general de 1989, recalcó que la independencia de Namibia «había sido la recompensa a la perseverancia en la búsqueda de soluciones justas a las controversias internacionales».


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