Redacción.

Tras 50 días de ofensiva en Gaza, y bajo mediación egipcia, los negociadores israelíes y palestinos alcanzaron ayer un alto al fuego indefinido que entró en vigor a las 19:00 hora local.

Aunque se tratan de un acuerdo «poco ambicioso», es una puerta abierta a la paz y permite el alto el fuego tan necesario.

El acuerdo al que han llegado palestinos e israelíes, tras romper varias treguas temporales, supone la flexibilización del cerco que Israel mantiene desde hace 7 años sobre la franja, tras hacerse Hamás con el poder.

En este sentido, el presidente palestino Mahmud Abbas, que anunciaba desde Ramala la tregua, aseguraba que se abrirán con carácter inmediato los pasos fronterizos con Israel para que pueda entrar la ayuda sanitaria y los materiales necesario para la reconstrucción de la zona tras 50 días de ataques israelíes (hasta ahora, el presidente Netanyahu se había negado a dejar pasar estos materiales por el temor a que se utilizaran para otras funciones, como hacer túneles). La reconstrucción de los destrozado por los más de cinco mil ataques lanzados contra la franja tendrá un coste aproximado de unos 4.500 millones de euros.

También se abrirá el paso de Rafah, que hace frontera con Egipto al sur y que será controlado por el Gobierno palestino.

Más de dos mil muertos
Otro de los términos del acuerdo es la ampliación progresiva de la zona en la que pueden faenar los pescadores (la pesca es una de las bases de la economía local), que , por el momento, pasarán de tres a seis.

Hasta pasado un mes no comenzaran de nuevo los contactos entre los equipos de negociadores, entonces también con la mediación de Egipto, para tratar los asuntos más delicados, como la liberación de presos islamistas o la desmilitarización de las milicias que reclama Israel.

Hasta ayer, los enfrentamientos entre Israel y Palestina dejaron un total de 2138 palestinos, de los que 490 eran niños, y 70 israelíes muertos, además de más de 10.000 heridos.

Cada parte ha hecho su propia lectura del acuerdo y los enfrentamientos. Israel asegura haber dado un duro golpe a las milicias de Hamás al haber terminado con más de mil de sus miembros además de gran parte de su arsenal. Por su parte, desde Hamás se congratulan por lo que consideran la «victoria de la resistencia armada».