Algunos países de la OTAN podrían estar dispuestos a enviar tropas a Ucrania si los Estados miembros, incluido Estados Unidos, no ofrecen garantías tangibles de seguridad a Kiev en la cumbre de la Alianza que se celebrará en Vilna, según ha declarado el ex secretario general de la OTAN Anders Rasmussen.

Rasmussen, asesor oficial del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre el lugar que ocupará Ucrania en la futura arquitectura de seguridad europea, ha estado de gira por Europa y Washington para calibrar los cambios de opinión antes de la cumbre del 11 de julio.

También ha advertido que, aunque los Estados ofrecieran garantías de seguridad a Ucrania, algunos de ellos no permitirían que la cuestión de la futura pertenencia de Ucrania a la OTAN quedara fuera de la Cumbre de Vilna. Rasmussen ha realizado estas declaraciones mientras el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha afirmado que la cuestión de las garantías de seguridad estaría en el orden del día de Vilna, pero ha añadido que la OTAN, en virtud del artículo 5 del Tratado de Washington, sólo ofrecía garantías de seguridad total a los miembros de pleno derecho. La embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith, ha declarado que “estamos estudiando una serie de opciones para señalar que Ucrania avanza en su relación con la OTAN”.

Mientras que Rasmussen ha asegurado que “si la OTAN no puede ponerse de acuerdo sobre un camino claro a seguir para Ucrania, existe una clara posibilidad de que algunos países actúen de forma individual. Sabemos que Polonia está muy comprometida en proporcionar ayuda concreta a Ucrania. Y yo no excluiría la posibilidad de que Polonia se comprometiera aún más en este contexto a nivel nacional y fuera seguida por los Estados Bálticos, tal vez incluyendo la posibilidad de tropas sobre el terreno”. Ha añadido que “creo que los polacos se plantearían seriamente entrar en acción y formar una coalición de voluntarios si Ucrania no consigue nada en Vilna. No deberíamos subestimar a Polonia, polacos, los polacos sienten que durante demasiado tiempo Europa occidental no escuchó sus advertencias contra la verdadera mentalidad rusa”.

Además, el asesor ha advertido que sería totalmente legal que Ucrania solicitara este tipo de ayuda militar. Su sugerencia de que algunos Estados podrían considerar lo que está en juego lo suficientemente trascendental como para enviar sus propias tropas, podría verse como una advertencia a los países de que los riesgos, incluida la amenaza a la unidad de la OTAN, no solo se producen si a Ucrania se le proporciona una vía rápida hacia la adhesión a la OTAN o garantías de seguridad poderosas.

Rasmussen asegura que es imperativo que Ucrania reciba garantías de seguridad por escrito, preferiblemente antes de la cumbre, pero fuera del marco de la OTAN. Estas garantías deben abarcar el intercambio de información, la formación conjunta de Ucrania, la mejora de la producción de munición, la interoperabilidad de la OTAN y un suministro de armas suficiente para disuadir a Rusia de un nuevo ataque. En su opinión, “tras un lento comienzo, estas ideas están cobrando impulso”. Pero ha advertido que las garantías de seguridad no serían suficientes.

En su opinión, “algunos aliados de la OTAN podrían estar a favor de las garantías de seguridad para evitar un debate real sobre las aspiraciones de adhesión de Ucrania. Esperan que proporcionando garantías de seguridad puedan evitar esta cuestión. No creo que eso sea posible. Creo que la cuestión de la OTAN se planteará en la cumbre de Vilna. He hablado con varios líderes de Europa del Este, y hay un grupo de aliados duros, del este de Europa Central, que quieren al menos un camino claro para Ucrania hacia la adhesión a la OTAN”.

Rasmussen también ha advertido que la historia demuestra que es peligroso dejar a Ucrania indefinidamente en la sala de espera de la OTAN. Incluso si en la cumbre de Vilna no se pudiera cursar una invitación formal a Ucrania para ingresar en la OTAN, se podría hacer referencia a la posibilidad de cursar una invitación en Washington el año próximo. Esa vía de adhesión, señala, debería excluir el establecimiento de condiciones previas como un plan de acción para la adhesión a la OTAN, algo que ni Suecia ni Finlandia han tenido que adoptar como parte de su vía de adhesión.

“Todo lo que no sea eso sería una decepción para Ucrania”, ha afirmado y ha rechazado el argumento de que no se pueda ofrecer a Ucrania una vía de adhesión a la OTAN hasta que termine la guerra, ya que ello supondría para el país una forma de veto para Putin.

En cuanto al ingreso de Suecia, los aliados de la OTAN parecen cada vez más optimistas, y el país podría unirse a la alianza militar como su miembro más nuevo este verano, incorporando un ejército avanzado que ya está estrechamente integrado con los aliados occidentales a medida que aumentan las tensiones con Rusia.