Los ataques aéreos israelíes sobre Gaza han causado hasta 254 muertos, según han informado hoy las autoridades sanitarias palestinas, que amenaza con romper por completo el alto el fuego que ha durado dos meses, al tiempo que han advertido con emplear la fuerza para liberar a los rehenes que todavía quedan en la franja.
En respuesta a la negativa de Hamás a liberar a los rehenes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha señalado que ha dado instrucciones al ejército para que emprenda “acciones contundentes” contra el grupo islamista palestino en Gaza. “A partir de ahora, Israel actuará contra Hamás con una fuerza militar cada vez mayor”, afirmó la oficina del primer ministro en un comunicado.
Tras los intensos ataques, el ejército israelí ha emitido órdenes de evacuación de varios barrios de Gaza, según un comunicado. Hamás, por su parte, ha acusado a Israel de anular el acuerdo de alto el fuego, por el que tanto había luchado, dejando en la incertidumbre la suerte de 59 rehenes que siguen retenidos en Gaza.
La renovada e intensa presión de Israel sobre Hamás se ha producido mientras las tensiones se intensifican en otras partes de Oriente Próximo, uno de los principales proveedores de petróleo de los mercados mundiales, que ha visto cómo la guerra de Gaza se extendía a Líbano, Yemen e Irak.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó ayer que responsabilizará a Irán de cualquier nuevo ataque a la navegación internacional llevado a cabo por los hutíes, mientras su administración amplía los ataques en Yemen, la mayor operación militar de Estados Unidos en la región desde que regresó a la Casa Blanca.
En Gaza se ha informado de ataques en múltiples lugares. Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino. El ejército israelí afirma que ha alcanzado decenas de objetivos y que los ataques continuarían durante el tiempo que fuera necesario y se extenderían más allá de los ataques aéreos, lo que plantea la posibilidad de que las tropas terrestres israelíes reanuden los combates.
Los ataques han resultado de mayor envergadura que los ataques regulares con drones que Israel ha dicho haber llevado a cabo recientemente contra individuos o pequeños grupos de militantes, y se producen tras semanas de esfuerzos fallidos por acordar una prórroga de la tregua acordada el 19 de enero.
Israel ha debilitado a Hamás y a Hezbolá, aliado libanés del grupo, acabando con la vida de sus líderes y lanzando ataques contra los hutíes, todos ellos miembros de lo que se ha denominado el “Eje de la Resistencia” de Irán contra los estadounidenses e israelíes.
Entre los fallecidos se encuentra Mohammad Al-Jmasi, alto cargo de la oficina política de Hamás, y miembros de su familia, incluidos sus nietos, que se encontraban en su casa de la ciudad de Gaza cuando fue alcanzada por un ataque aéreo, según fuentes de Hamás y familiares. En total, al menos cinco altos cargos de Hamás han muerto junto con miembros de sus familias.
Algunas personas fueron trasladadas a hospitales. Las autoridades también informaron por separado de la muerte de 16 miembros de una familia en Rafah, en el sur de Gaza. Un portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza ha declarado que el número de fallecidos ha aumentado a 254.
En Washington, un portavoz de la Casa Blanca ha señalado que Israel había consultado a la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataques.
“Hamás podría haber liberado rehenes para prolongar el alto el fuego, pero en lugar de ello optó por la negativa y la guerra”, ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Brian Hughes.
En Gaza, los testigos han informado de que los carros de combate israelíes han bombardeado zonas de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, obligando a muchas familias que habían regresado tras el alto el fuego a abandonar de nuevo sus hogares y dirigirse al norte, a Jan Yunis.
Equipos negociadores de Israel y Hamás habían estado en Doha mientras mediadores de Egipto y Qatar trataban de salvar la distancia entre ambas partes tras el fin de una fase inicial del alto el fuego, en la que los grupos militantes de Gaza devolvieron a 33 rehenes israelíes y cinco tailandeses a cambio de unos 2.000 prisioneros palestinos.
Con el respaldo de Estados Unidos, Israel había estado presionando para que se devolvieran los rehenes restantes a cambio de una tregua a más largo plazo que detuviera los combates hasta después del mes de ayuno musulmán del Ramadán y la festividad judía de la Pascua, en abril. Sin embargo, Hamás ha insistido en entablar negociaciones para poner fin a la guerra definitivamente y lograr la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, de conformidad con los términos del acuerdo original de alto el fuego.
Cada parte ha venido acusando a la otra de no respetar los términos del acuerdo de alto el fuego de enero, pero hasta ahora se había evitado una vuelta total a los combates. El ejército no ha facilitado detalles sobre los ataques llevados a cabo en las primeras horas de hoy, pero las autoridades sanitarias palestinas y los testigos contactados han informado de daños en numerosas zonas de Gaza, donde cientos de miles de personas viven en refugios improvisados o en edificios dañados.
Gran parte de Gaza yace ahora en ruinas tras 15 meses de combates, que estallaron el 7 de octubre de 2023 cuando miles de hombres armados dirigidos por Hamás atacaron comunidades israelíes alrededor del enclave, matando a unas 1.200 personas, según los recuentos israelíes, y secuestrando a 251 rehenes en Gaza.
La campaña israelí de respuesta ha matado a más de 48.000 personas, según las autoridades sanitarias palestinas, y ha destruido gran parte de las viviendas e infraestructuras del enclave, incluido el sistema hospitalario.
No hay ningún comentario