El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha reprochado duramente a los líderes de China y Rusia su ausencia en la cumbre sobre el cambio climático COP26 celebrada en Glasgow.
Durante el discurso que el presidente pronunció el martes por la noche a su llegada a Estados Unidos, manifestó que el cambio climático era “un problema gigantesco”, que China “ha ignorando el asunto” y agregó que “lo mismo sucede con Rusia y Putin”. Ni el presidente ruso Vladimir Putin ni el líder chino Xi Jinping han asistido a la cumbre, aunque sí han enviado respectivas delegaciones para las conversaciones que se alargarán dos semanas, hasta el próximo 14 de noviembre.
El martes, Biden se sumó a la llamada “Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas” impulsada por los países más desarrollados, y que ya en el marco del acuerdo climático de París en 2015 se garantizaba un límite de 1,5°C en materia de calentamiento global. Además se ha realizado un llamamiento a los países con más emisiones contaminantes con el fin de afianzar su compromiso en materia de reducción de emisiones de carbono en esta década.
Si tenemos en cuenta que China es el mayor emisor de carbono del mundo, seguido de Estados Unidos, India y Rusia, su asistencia es vista por muchos como obligatoria. No obstante, a pesar de su ausencia el gigante asiático ha elaborado un plan para la reducción de emisiones de cara a la conferencia de la ONU, aunque muchos expertos han mostrado su decepción: el plan prevé que las emisiones chinas alcanzarán su punto máximo en el 2023, y que no sería hasta el año 2060 cuando comenzará la disminución de estas emisiones hasta un cero neto. Este objetivo ya quedó establecido en otro plan proyectado hace más de un año. De no mejorarse estos datos, las previsiones de mantener el clima global dentro de 1,5°C se verían en un aprieto, puesto que este es el umbral que los científicos advierten a la hora determinar el impacto de diferentes efectos climáticos que de otro modo se volverían irreversibles.
En el mes de octubre, funcionarios ingleses también advirtieron al primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, de la ausencia del presidente chino, que no habría salido del país desde principios de 2020. Al dirigirse a los líderes mundiales, el primer ministro británico expresó un cauto optimismo sobre los avances durante la cumbre, y advirtió que al mundo aún le queda un “largo camino por recorrer”.
Más de 120 líderes mundiales han asistido a la conferencia en la ciudad escocesa, donde los países ya han anunciado importantes acuerdos, en el que cabe destacar un compromiso a nivel mundial para la reducción en el horizonte 2030 de los niveles de metano (un potente gas causante del efecto invernadero que se desprende de las operaciones de petróleo y gas natural, producción ganadera y vertederos). Otro de los compromisos establecidos ha sido el de acabar con la deforestación también en 2030, acordando un amplio plan de acción destinado a proteger los bosques de todo el mundo. Hasta 105 países habrían firmado este acuerdo, incluyendo a la mitad de los 30 principales emisores de metano del mundo, aunque algunos de los actores más contaminantes del mundo como China, Rusia e India no se han unido a la iniciativa.
Sin embargo, parece que tanto Rusia como China sí son parte del compromiso en cuanto a a los acuerdos sobre la deforestación. Dichos países junto con Brasil abarcan alrededor del 85% de los bosques del mundo. Antes de que Biden lo señalara, Putin habría asistido de forma telemática a una reunión sobre la gestión forestal en la cumbre COP26 este pasado martes, y anunció que Rusia planea tomar “medidas más fuertes y vigorosas para conservar los bosques”, según informó un comunicado de prensa del Kremlin. A pesar de ello, los expertos se han mostrado escépticos, teniendo en cuenta que en 2014 ya se llegó a un acuerdo para la reducción de la deforestación de los bosques para reducirla a la mitad en 2020 y acabar con ella por completo para 2030. A pesar de ello, cinco años después del compromiso, la superficie de bosque destruida de forma anual había empeorado de forma drástica según los datos disponibles.
El presidente de Estados Unidos, que fue interpelado sobre el papel que otros países han desempeñado en el COP26 hasta ahora, señaló que “el hecho de que China esté tratando de asumir un nuevo papel como líder mundial pero sin asistir a la cumbre no es algo comprensible” y agregó que esta ausencia de Xi Jjinping fue “un gran error”. No obstante, también añadió que no busca un conflicto con China e indicó que Estados Unidos podría adoptar una postura más flexible si China decidiera intensificar sus medidas en el ámbito climático.
El jefe de la delegación de China en Glasgow, Xie Zhenhua, también se mostró firme y acusó a los países más desarrollados de haber fallado al resto del mundo: las emisiones no se están reduciendo con la rapidez suficiente y los países en desarrollo no están recibiendo la ayuda económica prometida para combatir las emisiones de carbono. Aunque China no recibe este financiación, parece verse así misma como una defensora de los intereses de los países en vías de desarrollo. Desde el país asiático también han defendido el uso de carbón por su parte, alegando la necesidad de construir nuevas plantas más eficientes que incorporen energías renovables, para remplazar las viejas que serán desmanteladas.
Al referirse a Putin, Biden trasladó las mismas preocupaciones. A pesar de que desde Rusia ha afirmado que el cambio climático era una prioridad importante para el país, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, no ha revelado los motivos por los que el presidente ruso no ha asistido al COP26 cuando anunciaron esta decisión el pasado mes. No obstante, Putin manifestó el compromiso de Rusia por conseguir la neutralidad de las emisiones de carbono “a más tardar en 2060”, según señaló durante un discurso en el foro internacional de energía el pasado 13 de octubre.
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