El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presionado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en relación a la urgencia de sellar un acuerdo para una tregua en Gaza, así como la liberación de rehenes, según ha informado la Casa Blanca, pero tanto Israel como Hamás se mantienen firmes en sus demandas.

La llamada entre los líderes, en la que también ha participado la vicepresidenta Kamala Harris, se ha producido después de que las autoridades sanitarias palestinas hayan informado de la muerte de al menos 50 palestinos por ataques aéreos israelíes en un periodo de 24 horas.

Biden ha insistido a Netanyahu en “la urgencia de cerrar el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes y también ha hablado de las próximas conversaciones en El Cairo para eliminar cualquier obstáculo que quede”, según el comunicado de la Casa Blanca. Los negociadores estadounidenses, israelíes, egipcios y qataríes, que tienen previsto reunirse en El Cairo este fin de semana, llevan meses luchando por salvar las diferencias entre Israel y Hamás.

Israel continúa insistiendo en la consecución de todos sus objetivos para la guerra, tal y como han sido definidos por el Gabinete de Seguridad, incluido el de que Gaza no vuelva a constituir una amenaza para la seguridad de Israel, declara la oficina de Netanyahu en un comunicado.

Desmintiendo una información de la televisión israelí, afirma que Israel no ha accedido a renunciar a su exigencia de mantener tropas en el Corredor Filadelfia, la franja fronteriza entre Gaza y Egipto, una cuestión que ha sido un importante punto de fricción.

Un comunicado de Hamás asegura que sus responsables, reunidos con el jefe de la Yihad Islámica Palestina para tratar los avances en las conversaciones, reiteraron las principales exigencias de Hamás. Entre ellas, el fin de la operación israelí en Gaza, la retirada total de Israel y un acuerdo para intercambiar rehenes israelíes por prisioneros palestinos retenidos por Israel.

La llamada entre Biden y Netanyahu se ha dado tras un viaje relámpago a la región del Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que concluyó el martes sin que se produjera ningún avance en la guerra, que dura ya 10 meses.

Durante la guerra, el ejército israelí ha informado de que sus aviones habían alcanzado unos 30 objetivos en todo el enclave, incluidos túneles, puntos de lanzamiento y un puesto de observación. Las tropas han matado a decenas de combatientes armados y confiscado armas como explosivos, granadas y rifles automáticos.

El ejército israelí ha atacado una escuela y una casa cercana en la ciudad de Gaza, matando al menos a cuatro personas e hiriendo a 15, entre ellas varios niños, según ha informado el Servicio Civil de Emergencias de Gaza. Mientras, el ejército israelí afirma en un comunicado que ha alcanzado a militantes de Hamás que operaban en un centro de mando dentro de un complejo que anteriormente había servido de escuela.

Acusa a Hamás de seguir operando desde instalaciones y zonas civiles, acusación que el grupo militante islamista dominante en Gaza niega.

Desde la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, ha escrito en la red social X sobre el ataque israelí a la escuela que “se ha informado de niños muertos y heridos. Algunos murieron quemados”. “Gaza ya no es lugar para niños. Son la primera víctima de esta guerra despiadada”, añade. “El alto el fuego está más que superado”.

En la localidad de Bani Suhaila, cerca de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, un ataque aéreo israelí ha matado a siete palestinos en un campamento de tiendas de campaña para desplazados, según han informado autoridades sanitarias.

El ejército israelí ha emitido nuevas órdenes de evacuación en la superpoblada zona de Deir Al-Balah, en el centro de Gaza, donde cientos de miles de palestinos desplazados por los combates han buscado refugio. A las órdenes, que según el ejército son necesarias para desalojar a los civiles de lo que se ha convertido en “una peligrosa zona de combate”, le han seguido poco después disparos de carros de combate que han ocasionado al menos un muerto y varios heridos por fuego de ametralladora, según informes médicos y residentes.

La guerra comenzó el 7 de octubre, cuando hombres armados de Hamás irrumpieron en comunidades y bases militares israelíes, matando a unas 1.200 israelíes y secuestrando a unos 250 rehenes. La mayor parte de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se ha visto desplazada en múltiples ocasiones desde el comienzo de la campaña israelí. Incluso en las zonas designadas como seguras se ha informado periódicamente de víctimas de los ataques israelíes.