“Déjenlos gritar y chillar”. Estas fueron las palabras del presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko después de que bombarderos rusos sobrevolaran el espacio aéreo de Bielorrusia colindante a la frontera con Polonia. 

El Ministerio de Defensa de Bielorrusia informó acerca de dos bombarderos rusos Tu-160 que realizaban ejercicios de entrenamiento en el campo de maniobras de Ruzany, ubicado en Bielorrusia a unos 60 kilómetros al este de la frontera polaca. Como parte del entrenamiento conjunto, aviones bielorrusos de combate simularon maniobras de interceptación. 

Este tipo de vuelos parecen estar convirtiéndose en una constante. La pasada semana bombarderos rusos de largo alcance Tu-22M3 también sobrevolaron el espacio aéreo de Bielorrusia, cerca de la frontera de Polonia, en lo que parece ser una muestra del apoyo de Moscú a su aliado en medio de la disputa migratoria en la frontera entre ambos países. La presencia de aeronaves rusas con capacidad nuclear sobrevolando territorio bielorruso ha hecho saltar las alarmas durante varios días consecutivos.

Desde el Ministerio de Defensa bielorruso han señalado que los vuelos de bombarderos rusos se realizarán de forma regular. Los bombarderos permanecieron más de 4 horas y media en el aire durante las maniobras con el objetivo de reforzar la alianza entre ambos países, y desde el ejército ruso han manifestado que la patrulla de bombarderos “no tiene como objetivo otros países”. 

No obstante el embajador de Rusia, Dmitry Polyansky, declaró en la sede de la ONU de Nueva York que “se trata de una respuesta a la situación en la frontera polaco-bielorrusa”. Rusia ha apoyado de forma férrea a Bielorrusia en medio del tenso enfrentamiento desatado por la crisis migratoria. Polyansky también destacó la unión entre Rusia y Bielorrusia y señalo que “si hay una escalada de recursos militares en la frontera con Bielorrusia, tenemos que reaccionar”. 

El gobierno bielorruso ha acusado a Polonia de desplegar un destacamento militar “sin precedentes” en la frontera, alegando que el control migratorio no justifica la concentración de más de 15.000 soldados polacos respaldados por carros de combate y activos de defensa aérea. “Es similar a la formación de un grupo de fuerzas de ataque” ha señalado el Ministro de Defensa de Bielorrusia, y agregó que la concentración militar polaca ha llevado a su país a responder con “acciones tanto independientes como con maniobras conjuntas con nuestro aliado estratégico”. 

Rusia y Bielorrusia mantienen un acuerdo con estrechos vínculos tanto políticos como militares. Lukashenko ha subrayado la necesidad de impulsar la cooperación militar ante lo que ha descrito como “acciones agresivas” por parte de los aliados de la OTAN. Ha manifestado también la necesidad de emplear los bombarderos en respuesta a las tensiones en la frontera.

Rusia ha respaldado firmemente a Bielorrusia mientras que ha acusado a Occidente de querer desestabilizar a Oriente Medio, haciéndolos responsables de los miles de migrantes y refugiados que buscan seguridad en Europa. Al mismo tiempo Moscú ha negado de forma rotunda las afirmaciones polacas que acusan a Rusia de instigar la situación actual. 

En medio de estas tensiones la aerolínea rusa, Aeroflot, señalada por la Unión Europea por la presunta participación en el traslado de refugiados y migrantes a Bielorrusia, ha negado de forma tajante dichas acusaciones. «La información sobre la participación o asistencia de Aeroflot en el transporte masivo de migrantes al territorio de Bielorrusia no se ajusta a la realidad», informó la aerolínea en un comunicado.

A medida que la crisis migratoria se está viendo intensificada, Bielorrusia ha amenazado con bloquear el tránsito del gas a Europa si la Unión Europea impone más sanciones a su régimen. Ursula von der Leven, presidenta de la Comisión Europea, ha informado de que ampliarían las sanciones a Bielorrusia, acusando a Minsk de un “juego de poder geopolítico” y de utilizar a los migrantes para desestabilizar a la Unión Europea. Asimismo Lukashenko ha advertido de que responderá a cualquier sanción “inaceptable” y agregó “nosotros suministramos gas a Europa y ellos amenazan con cerrar nuestra frontera”. Estas declaraciones se han producido ante la escalada del precio del gas en Europa y las preocupaciones sobre su suministro de cara al invierno.