Redacción

La Seguridad y Defensa no es sólo tarea de los militares. Nos afecta e interesa a todos.

El 11 de Septiembre de 2001 el rumbo del mundo cambió. Estados Unidos sufría el mayor atentado de su historia y el mundo cambiaba a paso agigantado. Cambiaron las relaciones entre los países, entre Oriente y Occidente, y sobre todo cambió la sociedad, la visión del mundo e incluso el concepto de libertad.

La Seguridad y la Defensa se convirtieron en un eje fundamental de la política que se vio sometido a cambios abismales, no sólo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo, y en concreto en Europa. Estábamos preparados, pero los golpes terroristas no tardaron en llegar a los países aliados. Inglaterra, España, Francia, Bélgica… se vieron sometidos a una oleada de ataques terroristas que han puesto en el punto de mira las políticas de Seguridad y Defensa de las naciones.

Esta situación se plantea en un contexto global. Los efectos de la globalización han contribuido y siguen contribuyendo a nuevos riesgos y amenazas como el ya mencionado terrorismo internacional, las crisis del sistema financiero, la degradación ambiental, las catástrofes etc. La Seguridad y Defensa deben hacer frente a estos problemas.

Es, por ello, necesario apoyarse internacionalmente. El contexto obliga a ir más allá de los límites de la Seguridad Nacional, aunque ésta sea fundamental para cada país. Se debe exigir una actuación política que se desarrolle en niveles internacionales, que coopere con el resto de países hacia el bien común, es decir, la colaboración exterior debe ser fundamental, la pieza clave en la lucha contra estas amenazas.

En la actualidad, existen dos amenazas fundamentales que dañan a nuestra sociedad: el terrorismo y el crimen organizado. Esto condiciona no sólo nuestra seguridad sino la del resto de socios europeos.

Hacia nuevos retos
Muchos han sido los cambios que se están dando en este siglo. Cambios que afectan a la Seguridad y Defensa de manera inmediata. Acontecimientos recientes como los atentados de París y Niza, el Brexit, los resultados de las elecciones estadounidenses, la muerte de Fidel Castro… ponen fin al siglo XX y se abre camino el siglo XXI, que asienta sus bases en la globalización y la cooperación internacional.

Irremediablemente, estos cambios transforman la visión de la Seguridad y la Defensa de las naciones, sus objetivos, sus métodos, sus fórmulas para combatir las amenazas.

Es indispensable elaborar políticas de Seguridad y Defensa insertas en este contexto. Adaptadas a una sociedad que no debe dejarse vencer por el miedo, que debe siempre colocar la libertad como principio básico sin olvidar que todos somos iguales y fundamentada en el respeto de las culturas.

Muchos son los interrogantes que se plantean: la posible ruptura de Inglaterra con Europa (el denominado Brexit), las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, las relaciones entre México, Cuba y los países sudamericanos con Estados Unidos, la Paz en Colombia, los ultra nacionalismos emergentes en Europa…

Todo ello bajo el marco que enfrente a Oriente y Occidente. La guerra de Siria cumplirá seis años mientras Europa ve como cada día llegan a sus costas oleadas de refugiados en busca de una vida mejor.

El autodenominado Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) y los atentados en Francia, Inglaterra, España… son a día de hoy, uno de los problemas fundamentales en Seguridad y Defensa a nivel Internacional.

Internet, un mundo interconectado
Y sin olvidar la atención que merece la Ciberseguridad y la Ciberdefensa. Vivimos en un mundo globalizado en el que Internet se ha convertido en una herramienta principal, no solo para el trabajo, sino para la vida cotidiana del ser humano.

La amenaza a través de las redes es real. Los propios yihadistas la usan como método de propaganda y captación, sobre todo en aquellos grupos más vulnerables, como los adolescentes.

En un mundo conectado, la libertad en las redes pone incluso en peligro nuestra seguridad. Los propios atentados en la sala Bataclan en París en noviembre de 2015, demostraron que mediante los mensajes de auxilio que se mandaban desde dentro, se dieron pistas a los terroristas para poder escapar. Son errores que se cometen en una época en constante cambio, con una sociedad que vive conectada a la red. Errores de los que se debe aprender.

España, nuestra nación
En España el año pasado entró en vigor la ley 32/2015 de Seguridad Nacional. Establece, entre otros temas de gran interés, la seguridad económica financiera, la preservación del Medio Ambiente, la Ciberseguridad así como la Seguridad Aérea, Marítima y Terrestre.

Tras un 2015 con un Gobierno en Funciones, es ahora cuando nuestra nación debe ponerse a trabajar en materia de Seguridad y Defensa. Trabajar con y desde Europa y sobre todo porque seguimos estando en nivel 4 de Alerta Terrorista.

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado trabajan cada día en ello, pero debe ser tarea principal de los ciudadanos colaborar con los mismos, informando sobre aquellas actitudes sospechosas, implicándose en el bien común. Sólo así una nación se asegura así misma y está preparada ante cualquier posible amenaza.