Hace 100 años el Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería, mandado por el teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, ya que el coronel Francisco Manella Corrales se había hecho cargo del mando de la circunscripción de Annual por enfermedad del titular, protagonizó una de los hechos más heróicos de la Campaña de Melilla de 1.921 protegiendo la retirada de las columnas españolas que se retiraban desde Annual a Melilla el verano de 1921.
A día de hoy el Regimiento de Caballería Alcántara Nº10, con sede en Melilla, es el sucesor de aquellos héroes, y por lo tanto es el encargado de mantener su historial y tradiciones; desde el Observatorio hemos tenido la oportunidad de entrevistar a su actual jefe, el coronel Alfredo Fernández Suárez.
Mediante esta entrevista, hoy 31 de diciembre de 2021 y último día del año en el que se conmemora el centenario de la gesta, desde el Observatorio de Seguridad y Defensa, rendimos sentido homenaje al sacrificio de aquellos que dieron la vida por proteger a sus compañeros de armas, elevando el nombre del Regimiento Alcántara y grabándolo en los anales de nuestra historia.
Mi teniente coronel, usted se encuentra al mando del Regimiento Alcántara, una unidad con un marcado pasado a nivel histórico, sin embargo ¿Cómo definiría actualmente al Regimiento y al personal que lo integra?
El Regimiento Alcántara no difiere del resto de regimientos del Arma de Caballería, salvando pequeñas cuestiones relativas al material, las vicisitudes y retos que afronta el Regimiento son similares a las del resto de regimientos.
No obstante, contar con ese bagaje histórico nos permite, cuando la ocasión verdaderamente lo requiere, valernos del ejemplo de nuestros antepasados, los Héroes del 21, para ser capaces de llegar más lejos de lo que nos llevarían nuestras propias fuerzas y de ese modo honrar a los que nos precedieron.
Nuestro pasado, nos une y nos identifica, es un catalizador que incrementa el grado de cohesión y compromiso. Pero claro, ese sentimiento no es algo que pueda ser utilizado a la ligera, de lo contrario estaríamos banalizando el sacrificio de aquellos hombres y no podríamos pedir ese esfuerzo extraordinario cuando verdaderamente la Patria lo exige. Es en esos casos cuando puedes decir “vamos que somos el Alcántara”, y es entonces cuando surge el efecto .
¿Qué supone para usted estar al mando de este Regimiento, teniendo en cuenta su presente y ese legado histórico?
Supone una satisfacción y un orgullo tremendo pues cuando estás en la Academia y estudias la historia, las campañas y batallas del pasado, parece que todas quedan algo lejos. Incluso la campaña de 1.921, aun siendo un acontecimiento más reciente, te sigue pareciendo lejano.
Es cuando llegas aquí y pasas a formar parte del Alcántara, cuando percibes que esos 100 años parece que no han pasado, se transforman en 3 o 4 años. Y entonces te sientes a la vez orgulloso y responsable de mantener viva la historia y honrar a nuestros héroes.
Es un episodio que se rememora año tras año y de alguna manera esto hace que te sientas partícipe y te identifiques con los personajes de la gesta. Nuestra Sala Histórica es un buen ejemplo de este sentir, y cada uno de nosotros cuando la visitamos buscamos esa memoria colectiva que es la historia de nuestros homólogos, nos identificamos con esos hombres y nos ponemos en su piel a través de las fotografías, las monturas o las banderas que mantienen vivo su recuerdo.
La Operaciones en el exterior se han convertido en una seña de identidad y un marco excepcional a la hora de mostrar la valía de nuestras Fuerzas Armadas ¿Podría hacernos un resumen de aquellas en las que ha intervenido el Regimiento y cuáles eran sus cometidos?
El Regimiento ha participado en misiones en el exterior a nivel escuadrón formando parte de las agrupaciones que genera la Comandancia General de Melilla, normalmente en base a los Regulares o al Tercio. Hemos estado en Bosnia y en Kósovo, se realizan misiones de seguridad y de apoyo a la población allí donde se nos requiera y no podríamos decir que exista ninguna característica especial que nos diferencie de la labor que han realizado y realizan el resto de escuadrones. Cuando salimos al exterior somos todos iguales.
Actualmente contamos con presencia en Líbano, y tenemos gente preparándose para desplegar en Iraq.
Hemos hablado de Operaciones en el exterior pero este pasado año las Fuerzas Armadas tuvieron que afrontar una difícil misión en territorio nacional ¿Participó el Regimiento Alcántara en la Operación Balmis? ¿Cómo afrontaron una situación tan dramática?
Participamos como cualquier otra unidad de la Comandancia General de Melilla. A día de hoy lo único que todavía mantenemos son las funciones como rastreadores, alternando con otras unidades. Por ejemplo, esta semana nos toca a nosotros cubrir el turno de rastreadores de la Ciudad Autónoma de Melilla.
A medio y largo plazo ¿Cuáles son los objetivos que asume el Regimiento?
Los objetivos son los mismos que los de cualquier otra unidad de la Comandancia. La preparación permanente para el combate generalizado, cuándo y dónde sea preciso, así como el mantenimiento de los medios materiales y los sistemas.
Este año el Regimiento celebra su centenario ¿Cómo lo van a celebrar y cómo lo están viviendo?
La pandemia ha obligado a modificar la fecha de celebración del Centenario. Con la irrupción del COVID-19 y en particular a raíz de los primeros y duros compases de la enfermedad nos vimos obligados a retrasar cualquier evento hasta octubre. A partir de ese momento, lo primero que se celebró fue el Centenario de la Gesta en la Academia de Caballería de Valladolid, acto en el cual participamos todas las Unidades de Caballería de España.
Posteriormente tuvieron lugar los actos de celebración en Melilla. Primero celebrando la conmemoración del Centenario de la Campaña, en la que participaron todas las unidades de la Comandancia (Caballería, Legión, Regulares, Artillería, Ingenieros, Intendencia, Sanidad…), y dos semanas después tuvo lugar nuestra propia celebración, la conmemoración de la Gesta del Alcántara.
Esto es importante porque los hechos que acontecieron en Annual no se limitan al papel que desempeñó el Regimiento Alcántara, sino que fue una actuación de toda la Comandancia General de Melilla. El verdadero valor de los actos que llevaron a cabo los hombres del Alcántara no reside en lo que hicieran, sino el porque lo hicieron, fue un acto de generosidad hacia los demás. Razón por la cual también su celebración debe ser compartida con el resto de unidades. Todavía hoy, 100 años después, los herederos de aquellas unidades a las que protegimos la retirada agradecen y reconocen que gracias a los Cazadores de Alcántara unos pocos pudieron salvar la vida, sin ellos nadie habría vivido para ver otro día.
¿Qué queda de aquella unidad histórica en el actual Regimiento Alcántara?
Todo permanece. El Alcántara siempre es el mismo, aunque cada día sea diferente. No importa que hoy se incorpore un soldado o que ayer se despidiera un sargento. Todas esas enseñanzas y las lecciones aprendidas de nuestros antepasados, las mantenemos y las perpetuamos en el tiempo. La esencia del Alcántara no cambia, porque todo aquel que viene se embulle de ese espíritu de unidad.
¿Cómo se estructura actualmente el Regimiento?
El Regimiento dispone de un Grupo de Acorazado de Caballería que aglutina los Escuadrones de modo similar al resto de regimientos de caballería.
Pero más allá de los números, se trata de una cuestión coyuntural. Lo relevante no es si somos un grupo o si somos dos. Nosotros somos el Alcántara, seremos buenos o malos, eso no importa, pero tratamos siempre de hacerlo lo mejor posible. Aquí vale todo el mundo, la única condición es que se dé lo mejor de sí mismo. No necesito tener a los mejores, lo que les pido es que se esfuercen al máximo.
Somos una unidad integradora. La historia es prueba de ello, un testimonio de cómo jóvenes procedentes de todos los rincones del país se convirtieron en héroes al dar su vida y lo mejor de sí mismos. Eso los convierte en los mejores y eso es lo que nosotros tratamos de mantener a día de hoy.
¿Qué mensaje le gustaría que quedara en la memoria de la gente al hablar del Regimiento Alcantara?
En la campaña del 21, Annual, el Gral Silvestre disponía de unos 23.000 hombres, unos 8.000 murieron, muchos degollados a traición una vez rendidos por falta de agua y munición.
Todos combatieron, para cumplir su misión o para salvar su propia vida, porque estaban aislados en una posición y frente a ellos el enemigo. Sabían bien que perder la posición les costaría la vida y muchos lucharon como héroes para conservarla. El Alcántara podría haberse marchado en sus caballos y en solo dos horas estar a salvo en Melilla. Sin embargo, decidió sobrepasar las líneas propias y colocarse entre ellos y el enemigo, para retrasarlo en lo posible y proteger la retirada.
Luego los soldados del Alcántara que murieron, no lo hicieron por salvar su vida. Murieron combatiendo por salvar la vida de sus compañeros. Ese es el matiz que diferencia al Alcántara del resto de los regimientos que participaron en la Campaña. Todos tienen héroes pero los del Alcántara ofrecieron sus vidas por el resto.
¿Cuántos comenzaron aquella mañana del 23 de julio de 1921? ¿Y cuántos acabaron?
Lo importante no son las cifras de muertos son el numero de valientes. Se les pidió que protegieran la retirada, que socorriesen un convoy, que abrieran un paso o que protegiesen una posición y lo hicieron.
Aquellos actos no tienen más o menos valor por una cuestión de números. Aquellos hombres no dudaron y no les importó arriesgar sus vidas hasta lograr cumplir con sus cometidos. Fueron un ejemplo y un estímulo para el resto de soldados que les vieron como su única posibilidad de salvación.
¿Qué enemigo tenían enfrente?
El enemigo que tenían en frente eran los rifeños, los cuales en su momento habían consentido el paso de los españoles a través de su territorio porque recibían dinero del Banco de España. En cierto momento se sublevaron y decidieron enfrentarse al ejército que en aquellos momentos estaba en el protectorado defendiendo la autoridad del Sultán, un protectorado que en realidad era francés. Los franceses únicamente nos cedieron la zona más difícil de mantener.
Los rífenos eran gente dura, acostumbrada a cazar, con un conocimiento del terreno y adaptada al clima y a las condiciones de vida. Mientras que nuestros soldados quedaron aislados en sus posiciones, sin agua y sin munición, los rifeños cenaban en sus casas. Fue una lucha desigual.
¿Cuál era su misión? ¿Pudieron cumplirla?
Cubrir la retirada. Y la cumplieron.
¿Por qué no estaba el coronel titular al mando?
La zona de Annual estaba divida en circunscripciones y el coronel de la circunscripción de Annual estaba enfermo en aquellos momentos. Le sustituían por quincenas el coronel del Regimiento de Artillería y el coronel del Regimiento de Caballería. Cada quince días se relevaban en el mando de la circunscripción de Annual. Al coronel Manella le tocó asumir el mando precisamente dos días antes de la caída de Igueriben.
¿Cómo realizaron la misión?
En una primera fase, cuando las fuerzas españolas se retiraban con los rifeños acosándoles, el Alcántara sobrepasó a las fuerzas españolas para atacar a los rifeños y lograron un éxito rotundo y espectacular, atacando donde el enemigo no podía defenderse, haciendo uso del factor sorpresa. El enemigo no tenía oportunidad de defenderse porque atacaron en terreno llano, donde entraron al galope y sable en mano. La segunda vez, no resulto tan sencillo y costó numerosas bajas porque en aquella ocasión el enemigo se defendió precisamente donde no podían atacarle y a pesar de ello lograron abrirse paso.
¿Es cierto que la última de las cargas las realizaron al paso?
Se trata de una metáfora. Cuando uno carga a caballo, uno de los objetivos es que aquel que pueda disparar sobre ti no pueda repetir el tiro. De modo que si nos ponemos en situación, tras las sucesivas cargas y en el momento en que las monturas ya no eran capaces de galopar, sucedería que aquellos hombres desmontarían para combatir pie a tierra con el caballo delante sirviéndoles de parapeto. No se hizo al paso, se combatió hasta la extenuación.
¿El teniente coronel Primo de Rivera murió en la acción?
Murió defendiendo Monte Arruit. Un disparo de cañón le arrancó el brazo y tuvieron que amputárselo sin anestesia, con una sierra y una navaja de afeitar. Murió un par de días después. Su muerte supuso el fin de la esperanza en Monte Arruit. Después de todo, Primo de Rivera era el alma de la defensa y los 3000 que se encontraban en la guarnición confiaban en que el Alcántara defendía la entrada y las zonas más estratégicas. La muerte del jefe del Alcántara fue un duro golpe para la moral y marcó el final de Monte Arruit.
¿Cuándo recibió el Regimiento la Laureada de vida?
El expediente se resolvió nada más acabar la campaña, poniendo de manifiesto que no había unidad más merecedora de una Laureada Colectiva que el Alcántara. Con la República se disolvió el Regimiento y la Laureada quedó en el olvido, nadie la reclamó, pues no había sucesores. De modo que tuvo que esperar 90 años, para recibir una Laureada que ya estaba aprobada y concedida.
Gracias teniente coronel, y gracias al Regimiento Alcántara por mantener vivo el legado de aquellos héroes.
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