El Departamento de Defensa de los Estados Unidos está estudiando ubicaciones alternativas para llevar a cabo el mayor ejercicio militar conjunto en África, tras las presiones del Senado para desplazar a Marruecos de su habitual puesto como anfitrión. La serie de ejercicios, denominados African Lion (León Africano), suponen un refuerzo de la relación entre las distintas naciones asociadas y tienen como objetivo mejorar la preparación estratégica militar de Estados Unidos a la hora de responder de forma efectiva a las amenazas en la región.

Este tipo de ejercicios se viene celebrando desde 2017 y la última edición tuvo lugar el pasado mes de junio. Militares de múltiples países participaron en las maniobras que incluyen ejercicios de fuego real, combate aéreo y operaciones navales.

Parte del ejercicio de este año tuvo lugar, por segunda vez, en la región del Sáhara Occidental. También contó con la participación de observadores militares israelíes, como «un paso adicional en el fortalecimiento de las relaciones de seguridad entre los países», según explicó el Ministerio de Defensa de Marruecos a principios de julio.

El ejercicio de este año se ha desarrollado en medio de un aumento de las tensiones entre Rabat y su vecina Argelia, por la disputada región del Sáhara Occidental, que Estados Unidos reconoció como territorio marroquí a cambio del restablecimiento de los lazos diplomáticos de Rabat con Israel. Tras esto, Argel rompió sus relaciones con Rabat por “actos hostiles”, ya que Marruecos e Israel comenzaron a reforzar su cooperación en materia de defensa.

El Sáhara Occidental, la antigua colonia española, fue anexionada por Marruecos a mediados de la década de 1970. Después de la retirada de España del territorio, comenzó el conflicto de las reivindicaciones de la región en disputa entre Rabat y el Frente Polisario, un movimiento rebelde de liberación nacionalista saharaui respaldado por Argelia, que busca la autodeterminación en el Sáhara Occidental. A pesar de que el movimiento y Marruecos firmaron oficialmente un tratado de paz en 1979, los enfrentamientos continúan.

Después de la firma del tratado de paz, las fuerzas marroquíes afianzaron cada vez más el control sobre el territorio en disputa, consiguiendo finalmente dominar más de dos tercios del Sáhara Occidental en su parte oeste a lo largo del Océano Atlántico. Según el Centro Árabe en Washington DC, la ONU se comprometió a la celebración de un referéndum sobre el estatus del territorio en disputa, con las opciones de independencia, autonomía o integración con Marruecos.

El prometido referéndum debía a ser supervisado por la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), pero no llegó a buen término, y el hecho de que no se realizara provocó el resurgimiento de la resistencia activa del Frente Polisario.

“Marruecos no ha hecho nada para reparar el daño que le han hecho al pueblo saharaui después de todos estos años, y no han hecho nada para demostrar que se toman en serio la resolución de la crisis”, ha señalado el senador James Inhofe, miembro del Comité de Servicios Armados del Senado que ha liderado la iniciativa para desplazar a Marruecos como país anfitrión del León Africano.

Inhofe también ha acusado a Rabat de engañar a las administraciones estadounidenses durante décadas sobre sus intenciones de iniciar negociaciones con el Frente Polisario. «He presionado al Departamento de Defensa para que busque lugares alternativos para el ejercicio militar anual African Lion, celebrado en Marruecos en años anteriores», ha dicho Inhofe.

Lloyd Austin, secretario de defensa, se ha comprometido a buscar ubicaciones alternativas para el ejercicio anual, que Estados Unidos y otros 10 países socios realizan de forma conjunta en Marruecos, Túnez, Senegal y Ghana.

El pasado año, el Senado norteamericano agregó una disposición que prohíbe a las fuerzas estadounidenses participar en ejercicios multilaterales organizados en Marruecos a menos que el secretario de defensa certifique que el país está “comprometido a buscar una solución política mutuamente aceptable en el Sáhara Occidental”.

A pesar de que por el momento no se ha revelado públicamente un nuevo anfitrión para para la celebración del ejercicio del próximo año, las perspectivas de que Rabat continúe en su puesto se han reducido, en gran medida debido a los esfuerzos del senador Inhofe.