Redacción.
La Fiscalía de Corea del Sur ha presentado hoy cargos por asesinato contra el capitán del barco «Sewol» y otros tres tripulantes, que abandonaron el barco cuando éste comenzó a hundirse sin tratar de evacuar a los cientos de pasajeros que viajaban en él.
Los acusados son, además del capitán, el ingeniero jefe, el primer oficial del puente y el segundo de abordo. En caso de ser declarados culpables, podrían enfrentarse a la cadena perpetua.
La Fiscalía toma esta decisión tras constatar que los tres miembros de la tripulación y el capitán del Sewol fueron de los primeros en abandonar el barco (y ser rescatados por los servicios de emergencia), poco después de pedir a los pasajeros que permanecieran en sus camarotes.
El ferry, que cubría la ruta desde la ciudad de Incheon, hasta la turística Jeju se hundía frente a la costa el 16 de abril, dejando un balance de 281 muertos, mientras que 23 personas continúan desaparecidas.
Exceso de carga para mejorar beneficios
El Sewol es de manufactura japonesa, fue construido en 1994 y tiene una capacidad máxima para 921 personas. El día de su hundimiento transportaba una carga tres veces superior a la que puede soportar (3.068 toneladas), lo que hace a la Fiscalía plantear la hipótesis de que el exceso de carga hizo que esta se desnivelara y provocara el naufragio del barco.
Esta hipótesis es consistente con otros datos que ha revelado la investigación, como que la empresa Chonghaejin Marine estaba compensando la reducción del número de pasajeros con la aceptación de cargas cada vez más elevadas para mejorar los beneficios de la ruta.
La presidenta del Corea del Sur ha pedido disculpas públicamente en varias ocasiones, por lo que ha sido una mala gestión de la catástrofe desde el principio; y que ha llevado a la dimisión del primer ministro, Chung Hong Won.
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