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El plan de defensa de la Unión Europea para 2030 impulsa un mayor gasto conjunto

La Comisión Europea, que ostenta el poder ejecutivo de la Unión Europea, continúa presionando a los Estados miembros con el objetivo de aumentar en las adquisiciones conjuntas de defensa dentro del bloque de 27 naciones, como parte de un plan para construir una disuasión militar creíble contra Rusia para 2030.

Este jueves, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen de nuevo en una cumbre clave para abordar el aumento del gasto en defensa, un tema que gana protagonismo en un contexto de tensiones globales. Será la primera vez que las recientes propuestas de la Comisión Europea, diseñadas para facilitar las inversiones en este sector estratégico, estén sobre la mesa.

La reunión se celebra en un momento marcado por la tregua parcial alcanzada entre Rusia y Estados Unidos para frenar los ataques a infraestructuras energéticas, un respiro temporal en medio de un escenario internacional convulso.

España, como uno de los Estados miembros comprometidos con el fortalecimiento de la defensa común, también estará presente para buscar un refuerzo de las capacidades militares conjuntas y garantizar la seguridad del continente.

Hasta 150.000 millones de euros en préstamos respaldados por la Unión Europea quedarían disponibles para la adquisición conjunta de la industria de defensa europea por dos o más Estados miembros o un Estado miembro con países socios como Noruega, Suiza y Ucrania, según el Libro Blanco de defensa publicado el 19 de marzo. El documento, que contiene 23 páginas, aboga por aumentar el gasto en defensa e identifica áreas críticas de inversión como la defensa aérea, la movilidad militar, los drones y los habilitadores estratégicos.

Por el momento, el plan excluye al Reino Unido, Turquía y Estados Unidos, aunque la Comisión ha señalado que las entidades y productos de otros países socios pueden optar a la contratación común, previo acuerdo con la Unión Europea sobre las condiciones financieras y la seguridad del suministro.

Kaja Kallas, máxima responsable de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, ha declarado en una rueda de prensa en Bruselas que “tenemos la oportunidad de desarrollar la industria europea de defensa”, añadiendo también que “lo que vemos también con Ucrania, si usan armas que no se producen en Ucrania, entonces a veces hay limitaciones sobre cómo puedes usar esas armas. Sus militares realmente necesitan tener las manos libres en este sentido”.

Kallas ha informado que la Unión Europea se encuentra trabajando en una asociación de defensa y seguridad con Reino Unido, y ha señalado que “realmente espera” resultados en mayo, cuando está previsto que el bloque y Reino Unido celebren una cumbre bilateral sobre el fortalecimiento de sus lazos. El Libro Blanco califica al país como “aliado europeo esencial” con el que debe incrementarse la cooperación en materia de seguridad y defensa.

El Libro Blanco respalda también la creación de un mercado de equipos de defensa a escala de la Unión Europea, mediante la armonización y simplificación de las normas de adquisición y transferencias intracomunitarias de productos relacionados con la defensa, así como el reconocimiento mutuo de certificaciones y permisos.

Además, Kallas ha afirmado que el orden internacional está experimentando “cambios de una magnitud no vista desde 1945”, y que el momento es crucial para la seguridad europea. En este sentido, ha remarcado que la economía rusa se encuentra en “modo de guerra total”, con Moscú invirtiendo en un plan de agresión a largo plazo, y que la Unión Europea necesita un plan a largo plazo para armar a Ucrania y evitar futuros ataques.

El Libro Blanco incluye tres menciones a Estados Unidos, una referida a la exigencia de que Europa se responsabilice más de su propia defensa, otra sobre el hecho de que el aliado transatlántico desvíe su atención de Europa hacia otras regiones del mundo y otra sobre la reducción del papel histórico del país como principal garante de la seguridad.

La prioridad para Europa debe ser ahora la aplicación del plan propuesto, según ha declarado Andrius Kubilius, Comisario europeo de Defensa y Espacio, que ha referido que el Presidente ruso, Vladimir Putin, “no se disuadirá si le leemos el Libro Blanco, lo hará si lo convertimos en acción, y si lo utilizamos para construir drones, carros de combate y artillería muy reales para nuestra defensa”.

Según Kubilius, Europa tiene tres áreas que abordar: la producción masiva de lo que el continente ya fabrica, como la munición convencional; el desarrollo de habilitadores estratégicos, como las capacidades de reabastecimiento en vuelo y la inteligencia basada en el espacio; y los productos de defensa de interés común europeo, como los sistemas de defensa antiaérea.

En este marco, la Comisión trabajará en la definición de opciones para proyectos de defensa de interés común europeo, con el objetivo de presentar esas opciones al Consejo Europeo, posiblemente en junio, tal y como ha dicho Kubilius. “Los Estados miembros tienen que decidir qué tipo de proyectos de defensa de interés común europeo están dispuestos a poner en marcha en la próxima fase”.

La Comisión Europea propuso a principios de mes un plan que podría liberar unos 800.000 millones de euros en gastos de defensa de los países miembros en los próximos cuatro años. Además del plan de 150.000 millones de euros en préstamos respaldados por la Unión Europea, la propuesta incluye la flexibilización de las normas fiscales que podrían utilizar los países para aumentar el gasto en defensa.

Según Kallas, la Unión Europea se enfrenta a carencias de capacidad en defensa aérea y antimisiles, sistemas de artillería, munición y misiles, drones y sistemas antidrones, movilidad militar, inteligencia artificial y cuántica, guerra electrónica y habilitadores estratégicos. “Todo esto cuesta mucho dinero”, ha dicho Kallas. “El objetivo del Libro Blanco es que podamos hacerlos juntos, porque no se trata solo de defensa nacional, sino realmente de la defensa del continente”. No obstante, no ha referido qué porcentaje del PIB considera que deberían gastar los países de la Unión Europea en defensa, aunque sí ha dicho que “el nuevo nivel de ambición es superior al 2%”.

El Libro Blanco de Defensa propone que la Comisión actúe como un tipo de central de compras en nombre de los Estados miembros, si así lo solicitan, aunque Kallas ha recordado que la Unión Europea cuenta con estructuras como la Agencia Europea de Defensa que, bajo su opinión, se encuentra infrautilizada.

La adquisición conjunta “es uno de los instrumentos más importantes para intentar disminuir los problemas sistémicos de nuestra industria de defensa, que se halla muy fragmentada”, ha dicho Kubilius. “Además, estamos gastando bastante dinero fuera de nuestra industria de defensa”.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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