El Congreso aprueba el envió de más efectivos a Mali. Las misiones en el exterior costaron más de 1.000 millones de euros en 2017. 

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, confirmó ayer que España no podrá cumplir con el compromiso de la OTAN de destinar el 2 por ciento del PIB a Defensa, aunque sí avanzó que la previsión es que el presupuesto español para 2024 sea del 1,53 por ciento, lo que significa, teniendo en cuenta que las partidas de los presupuestos para 2018 se sitúan en el 0,86 por ciento, que la inversión se duplicará en seis años.

“Cabe señalar que gasto en Defensa no equivale a presupuesto de Defensa, ya que en términos OTAN se contabilizan ciertas partidas no dotadas en nuestro presupuesto, como por ejemplo, las pensiones del personal militar y civil del Ministerio. En lo relativo a inversiones en material y equipo, se parte de 2.313 Millones de euros, que corresponde a un 22 por ciento del gasto en Defensa. España cumple ya el objetivo del 20 por ciento”, dijo la ministra.

“El esfuerzo presupuestario programado refleja un claro incremento del gasto dedicado a Defensa, el cual, sin llegar al 2% del PIB en 2024, se situaría en torno al 1,53% del PIB”, añadió. Momentos antes, dio por hecho que se deberán prorrogar los presupuestos de 2017, en el que el gasto en Defensa fue del 0,92 por ciento, que en 2018 equivaldrá a in 0,86 por ciento por el crecimiento del PIB.

Durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, también hizo públicos los datos sobre el coste de las misiones en el exterior que realizan las Fuerzas Armadas españoles. El montante global fue de 1081,7 millones de euros, siendo las misiones desarrolladas en Líbano e Irak las más costosas, con un gastos de 136 y 123 millones de euros, respectivamente.

En lo que al resto de misiones se refiere, la Operación Atlanta que lucha contra la piratería en el Océano Índico costó 74,2 millones; la de adiestramiento en Mali 72,9 millones; la de adiestramiento en Somalia 3,4 millones; y la de República Centroafricana 8,3 millones. Los despliegues aéreos en Senegal (apoyo Operación Barkhane) y Gabón (apoyo aéreo a RCA) fueron 36,4 y 22,1 millones de euros, respectivamente.

El despliegue en Letonia en los Battle Groups de la OTAN costó 63,4 millones, mientras que la misión de Policía Aérea en el Báltico en Estonia ascendió hasta los 48,7 millones. La Operación Sophia de la Unión Europea se fue hasta los 84,3 millones, mientras que la Sea Guardian de la OTAN costó 27,1 millones. La pequeña presencia de las FAS españolas en Bosnia-Herzegovina supuso un gasto de 0,4 millones de euros.

Los despliegues en los países asiáticos de Turquía y Afganistán generaron un gasto de 38,3 millones de euros y de 6,7 millones, respectivamente. Además, la presencia en Colombia bajo bandera ONU verificando el acuerdo de paz en el país costó 3,5 millones de euros.

El coste de formar parte de las Fuerzas Navales Permanentes de la OTAN fue de 84,1 millones, mientras que la Fuerza de Respuesta Rápida de esta organización supranacional costó 149,4 millones de euros. La factura por el Plan Permanente de la Defensa Aérea de la OTAN fue de 20,2 millones de euros y la de los Batlle Groups de la UE de 71,9 millones.

La Comisión de Defensa también aprobó con el apoyo de la amplia mayoría de los votos el aumento del despliegue español en Mali, donde las FAS españolas aumentarán su número hasta los 292 efectivos, duplicando su presencia actual, y convirtiéndose en el primer país por aportación de personal a la misión europea EUTM Mali.

La ministra recordó que este aumento es necesario para estar a la altura de la situación en un momento en que el general español Enrique Millán Martínez tomará a finales de mes el mando de la misión europea, y en un momento en el que hay un aumento considerable de los ataques yihadistas. «Hay que impedir una degradación irreversible de la situación», dijo.