Miles de palestinos han vuelto a huir de una comunidad de refugiados en el centro de la Franja de Gaza ante las nuevas órdenes de evacuación israelíes, lo que ha empeorado la situación humanitaria en una zona ya inundada de desplazados que huyen de un asalto en el sur.
Por ello, el grupo islamista Hamás ha acusado a Israel de bloquear un alto el fuego, afirmando que el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha introducido nuevas condiciones en una propuesta de tregua que lleva mucho tiempo en las últimas conversaciones, llevadas a cabo a través de mediadores internacionales.
Las fuerzas israelíes, que ya se habían hecho con casi toda la Franja de Gaza en casi 10 meses de guerra, han pasado las últimas semanas lanzando operaciones de gran envergadura en zonas aunque con anterioridad habían afirmado haber acabado con los refugios de los combatientes de Hamás.
Cientos de miles de personas se han concentrado en Deir al-Balah, una pequeña ciudad en el centro del enclave que es la única zona importante que aún no ha sido asaltada, muchas de ellas obligadas a llegar allí por los combates en las ruinas de Jan Yunis, más al sur, desde la semana pasada. En su último asalto, Israel ha ordenado a los residentes que huyeran de Al-Bureij, al noreste de Deir.
El ejército israelí ha declarado que aviones de combate han atacado 35 objetivos en toda la Franja de Gaza durante el último día, mientras las tropas luchan contra combatientes en Jan Yunis y Rafah, cerca de la frontera con Egipto. Las alas armadas de Hamás y la Yihad Islámica aseguran que se han producido intensos tiroteos en esas dos zonas, así como en el suburbio de Tel Al-Hawa, en la ciudad de Gaza, más al norte.
Funcionarios médicos palestinos han manifestado que al menos ocho personas han muerto en un ataque aéreo israelí más temprano en Jan Yunis.
En la última señal del empeoramiento de la emergencia de salud pública, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha informado sobre una epidemia de polio, tras la detección del virus en muestras de aguas residuales. El domingo, el ejército emitió nuevas órdenes de evacuación en algunos distritos de Bureij, obligando a miles de personas a marcharse antes de que el ejército volara varias casas.
Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, la agencia de ayuda de las Naciones Unidas para los palestinos, asegura que solamente el 14% de la Franja de Gaza no ha recibido órdenes de evacuación por parte del ejército israelí. La población se ha visto obligada a evacuar repetidamente, a menudo con unas horas de preaviso.
Aunque Netanyahu se ha enfrentado a manifestaciones semanales de israelíes que exigen un alto el fuego para recuperar a los más de 100 rehenes que siguen retenidos en Gaza, apenas se han producido avances visibles en las conversaciones mediadas por Qatar y Egipto.
Las negociaciones proseguirán después de que los responsables israelíes hayan regresado de la última ronda en Roma. Washington, que patrocina las conversaciones, ha afirmado en repetidas ocasiones que se está cerca de alcanzar un acuerdo; las últimas conversaciones giran en torno a una propuesta que el Presidente estadounidense, Joe Biden, presentó en mayo.
No obstante, Hamás afirma que la última respuesta israelí incluye nuevas condiciones. “Está claro, por lo que transmitieron los mediadores, que Netanyahu ha vuelto a su estrategia de dilación, evasión y evitación de llegar a un acuerdo estableciendo nuevas condiciones y exigencias”, publica Hamás en un comunicado.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha declarado que la detección de la polio, erradicada hace tiempo en el enclave, “supone una amenaza sanitaria para la población de Gaza, para los países vecinos y un revés para los esfuerzos mundiales por acabar con la polio”,
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la polio solo es endémica en Pakistán y Afganistán, pero 35 países siguen figurando en la lista de países con brotes, entre ellos Egipto, vecino de Gaza, y cualquier país corre el riesgo de que la enfermedad reaparezca si no se controla un brote. Israel declaró la semana pasada que estaba ofreciendo vacunas contra la polio a las tropas desplegadas en Gaza.
El limitado acceso al agua ha empeorado las complicaciones sanitarias derivadas de un saneamiento deficiente. Muchos desplazados sufren enfermedades cutáneas y los niños padecen fiebres y se niegan a comer o a ser amamantados, según Hussam Abu Safiyah, director del hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza.
La guerra comenzó con un asalto al sur de Israel por parte de combatientes dirigidos por Hamás que mataron a 1.200 personas y capturaron a unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, las fuerzas israelíes han matado a más de 39.000 palestinos en la Franja de Gaza, según las autoridades sanitarias de la zona, que no distinguen entre combatientes y civiles, pero afirman que más de la mitad de los muertos son mujeres o niños. Israel, que ha perdido unos 330 soldados en Gaza, afirma que un tercio de los muertos son combatientes.
Hamás ha exigido el fin de la guerra en Gaza como condición para aceptar un alto el fuego. Netanyahu ha asegurado en repetidas ocasiones que el conflicto solo cesará cuando Hamás sea derrotada.
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