Redacción
Un cazador disparó a dos agentes rurales en Aspa (Lleida) provocándole la muerte el pasado sábado 21 de enero. Ahora, el Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida ha ordenado su ingreso en prisión comunicada y sin fianza.
El detenido, de 28 años, ha sido imputado por la muerte de los dos agentes. La investigación debe determinar si ha sido asesinato u homicidio. Además, se está a la espera de la comprobación de la salud mental del acusado.
El juez además sospecha que el imputado podría haber recargado el arma para disparar una cuarta vez. Cada víctima tiene dos heridas, por lo que se cree que se efectuaron cuatro disparos y no 3 como se creía al principio. Se le está investigando por delitos de atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas.
Llevaba una escopeta pese a que la Guardia Civil le había notificado que debía entregar el arma por tener la licencia caducada. Incluso, para evitar la prohibición, el cazador puso la escopeta a nombre de un amigo, aunque ese día no le acompañó.
Durante tres horas, junto con otros cazadores, estuvieron en una zona de olivos disparando. Dos agentes rurales, que según el imputado dijeron textualmente: “Buenos días, somos del Seprona descargue el arma”, se acercaron. Entonces, el acusado disparó a los dos agentes. Se cree que la distancia a la que se produjeron los disparos pudo ser de entre unos 10-15 metros, aunque el informe forense señala que podría haber sido menor.
No se produjo discusión entre el cazador y los agentes, así lo ha señalado el juez. Por lo tanto, la actuación del imputado no obedece a ninguna situación de enfrentamiento. El cazador ha admitido que el arma no estaba manipulada.
Si bien es cierto que contaba con diez años de experiencia como cazador, hasta tres “contactos” con agentes rurales había tenido en esos años.
Tras el crimen, corrió hacia los compañeros y narró lo sucedido. Llamaron a emergencia pero sin acercarse a las víctimas.
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