Un ataque aéreo israelí a última hora de ayer ha matado a siete personas en una cafetería cercana a la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, según han informado las autoridades sanitarias palestinas, lo que eleva al menos a 37 el número de víctimas mortales de los ataques israelíes desde el domingo por la noche.
En el centro de Gaza, las fuerzas israelíes han enviado carros de combate al campo de Nuseirat desde el oeste, que se han abierto paso abriendo fuego. En Nuseirat, uno de los ocho campos de refugiados de la Franja de Gaza, han fallecido 20 personas por ataques aéreos y terrestres durante la noche, algunas de ellas en un campamento de tiendas de campaña, según han informado funcionarios sanitarios del hospital Al-Awda de Nuseirat. De momento, Israel no ha realizado ningún comentario al respecto.
Con la guerra de Gaza ya en su 14º mes, Israel está centrando sus operaciones en el norte y el centro del enclave en su campaña para impedir que el grupo armado Hamás pueda reagruparse y atacar.
Se ha ordenado a decenas de miles de residentes palestinos que evacúen las zonas, lo que alimenta a que, con el tiempo, no se les permita regresar. Las ya escasas posibilidades de un alto el fuego se han reducido todavía más el fin de semana, cuando el mediador Qatar declaró que suspendía sus esfuerzos hasta que tanto Israel como Hamás mostraran una mayor voluntad de llegar a un acuerdo.
Los ataques aéreos israelíes también se están dando en la localidad de Beit Lahiya, al norte de gaza, donde sus fuerzas están llevando a cabo operaciones desde el pasado 5 de octubre, según el Ministerio de Sanidad.
El ejército israelí ha informado de que ha acabado con la vida de un alto mando del grupo Yihad Islámica, aliado de Hamás, Mohammad Abu Skhail, en un ataque dirigido el sábado en un centro de mando dentro de un complejo que anteriormente servía de escuela en la ciudad de Gaza.
Con la guerra de Gaza ya en su 14º mes, Israel está centrando sus operaciones en el norte y el centro del enclave en lo que dice ser una campaña para impedir que los militantes de Hamás lleven a cabo ataques y se reagrupen.
Las fuerzas israelíes llevan varias semanas poniendo el foco en los tres hospitales de Yabalia y sus alrededores, en el norte de Gaza, y los responsables de los hospitales se han negado a recibir órdenes de evacuar las instalaciones o dejar a sus pacientes desatendidos a pesar de la falta de alimentos, suministros médicos y combustible. El ejército israelí acusa a Hamás de explotar a la población civil de Gaza con fines militares, acusación que el grupo militante niega.
Hace más de un mes, el ejército israelí envió carros de combate a Beit Lahiya, Beit Hanoun y el campo de Yabalia, en el norte de Gaza, y asegura haber acabado con cientos de militantes de Hamás y de la Yihad Islámica en sus alrededores desde que comenzaron las incursiones.
Las alas armadas de Hamás y la Yihad Islámica afirman que sus combatientes llevaban a cabo emboscadas, disparos de mortero y ataques con cohetes antitanque, y declaran haber matado a numerosos soldados israelíes en las últimas semanas.
Durante el día de ayer, el ejército israelí informó haber ampliado una zona humanitaria en el enclave y asegura que permitirá la entrada de más ayuda, tiendas, material de refugio, alimentos, agua y suministros médicos. Sus fuerzas “seguirán trabajando para lograr los objetivos de la guerra, incluido el desmantelamiento de Hamás y la devolución de todos los secuestrados”, asegura el ejército, refiriéndose a los rehenes israelíes.
Funcionarios palestinos y de las Naciones Unidas afirman que no hay zonas seguras en el enclave, hogar de más de 2,1 millones de personas. La guerra estalló el 7 de octubre de 2023, cuando hombres armados de Hamás atacaron comunidades israelíes, matando a unas 1.200 personas y tomando a 253 como rehenes, según cálculos israelíes.
Mientras, Estados Unidos debe evaluar esta semana si Israel ha avanzado en materia de la situación humanitaria en la Franja de Gaza y la forma de responder que llevará a cabo Washington a este respecto, según declaraciones del asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, mientras Israel comienza a exponer sus argumentos.
El gobierno del presidente Joe Biden comunicó a Israel, en una carta firmada el pasado 13 de octubre por el secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin, que el país debía adoptar en un plazo de 30 días una serie de medidas o se arriesga a que se restringa la ayuda estadounidense. “Esta semana haremos nuestros juicios sobre qué tipo de progresos se han realizado”, ha señalado Sullivan a los medios de comunicación. ”Entonces, el secretario Austin, el secretario Blinken y el presidente emitirán sus juicios sobre qué respuesta se llevará a cabo, y no voy a adelantarme a eso”, añade.
COGAT, la unidad militar israelí que se ocupa de los asuntos civiles palestinos, ha publicado una lista de los esfuerzos humanitarios de Israel en los últimos seis meses, “destacando las iniciativas recientes y detallando los planes para mantener el apoyo a Gaza a medida que se acerca el invierno”.
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