Tras 55 días desde que diera comienzo la guerra en Ucrania, Rusia ha afirmado que hoy tomará definitivamente Mariúpol, según ha asegurado el líder checheno Ramzan Kadyrov, aliado del presidente ruso Vladimir Putin, y cuyas fuerzas están luchando en suelo ucraniano. Estas declaraciones llegan horas después de la propuesta de Ucrania de celebrar una “ronda especial” de negociaciones en Mariúpol, en busca de soluciones para poner fin a la guerra.
«Antes de la hora del almuerzo, o después del almuerzo, Azovstal estará completamente bajo control de las fuerzas de la Federación Rusa», ha manifestado Kadyrov. Unas pocas docenas de civiles han logrado abandonar la ciudad portuaria del sureste en un pequeño convoy de autobuses, escapando de la batalla más feroz de la guerra.
El ultimátum ruso a las tropas ucranianas de Mariúpol apertrechadas en la planta metalúrgica de Azovstal, último bastión que continúa resistiendo en la ciudad, para deponer las armas, ha expirado sin que se haya producido ninguna capitulación. Después de que el martes ninguno de los defensores se entregara tal y como pedía Moscú, Rusia ha dado un nuevo ultimátum que tampoco ha servido para que las tropas ucranianas se rindan. Un comandante de una unidad, que todavía resiste en la ciudad sitiada, ha señalado que sus fuerzas podrían sobrevivir solo unos días más.
Miles de soldados rusos respaldados por artillería y bombardeos de cohetes intentan avanzar por el este del país, lo que altos funcionarios ucranianos califican como la Batalla de Donbás; un intento de Moscú para apoderarse de dos provincias orientales que reclama en nombre de los separatistas.
En un vídeo, el comandante de la 36ª Brigada de Marines de Ucrania, Serhiy Volyna y una de las últimas unidades que parece ser que resiste en Mariúpol, ha pedido ayuda internacional para escapar del asedio: “Este es nuestro llamamiento al mundo. Puede que sea el último. Puede que nos queden solo unos días u horas”, ha manifestado el comandante Serhiy Volyna en el vídeo publicado en resdes sociales. “Las unidades enemigas son decenas de veces más grandes que las nuestras, dominan en el aire, en la artillería, en las tropas terrestres, en el equipamiento y en los tanques”, ha añadido.
Volyna, quien ha señalado que las mujeres y los niños se encuentran atrapados en sótanos debajo de la planta, ha hablado frente a una pared de ladrillos blancos en lo que parecía una habitación llena de gente. No se ha podido verificar dónde o cuándo se filmó el video o quién más podría haber estado en la habitación.
Naciones Unidas ha informado esta semana que el número de refugiados que han huido de Ucrania desde que Rusia invadió el 24 de febrero ha superado los cinco millones, más de la mitad son niños. Mientras, para la agenda pública del presidente estadounidense Joe Biden para este jueves, la Casa Blanca ha indicado que Biden comparecerá ante la prensa para realizar un anuncio “sobre Ucrania y Rusia”. Aunque la oficina presidencial no ha dado detalles, los medios de comunicación aseguran que Estados Unidos prepara un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania valorado en 800 millones de dólares.
La invasión rusa, de casi ocho semanas de duración, todavía no ha logrado hacerse con el control de ninguna de las grandes ciudades de Ucrania. Moscú se ha visto obligado a retirarse del norte del país después de que el asalto a Kiev fuera finalmente rechazado el mes pasado por las tropas ucranianas. Sin embargo, Rusia ha enviado más tropas para un asalto al este, que ha comenzado esta semana.
En las ruinas de Mariúpol, lugar de los combates más intensos de la guerra y de la peor catástrofe humanitaria, Rusia ha estado atacando la planta de Azovstal, con bombas de racimo, según han informado desde Kiev. “El mundo observa el asesinato de niños en directo y permanece en silencio”, ha escrito el asesor presidencial Mykhailo Podolyak en redes sociales.
Rusia lleva intentando hacerse con el control total de Mariúpol desde los primeros días de la guerra. Su captura sería un gran premio desde un punto de vista estratégico, ya que uniría el territorio en manos de los separatistas prorrusos en el este con la región de Crimea que Rusia ya se anexionó en 2014. Los separatistas han informado que antes del plazo dado por Rusia, solo cinco personas se habían rendido, y que nadie más había respondido a ninguna demanda de rendición.
Ucrania ha anunciado planes para enviar 90 autobuses para evacuar a 6000 civiles de Mariúpol, señalando que había llegado a un “acuerdo preliminar” con Rusia acerca de un corredor humanitario seguro, por primera vez en semanas. No obstante, debemos tener en cuenta que ninguno de los acuerdos anteriores ha tenido éxito sobre el terreno, con Moscú bloqueando los convoyes. Mariúpol, que en su día fue un próspero puerto de 400.000 habitantes, ha quedado reducida a un páramo devastado, con cadáveres en las calles y residentes confinados en los sótanos. Las autoridades ucranianas afirman que decenas de miles de civiles han muerto allí.
La batalla por la región de Donbás, que incluye las provincias de Lugansk y Donetsk, podría ser decisiva mientras que Rusia busca una victoria que justifique la invasión. Putin acusa a Ucrania de maltratar a los rusos-parlantes en Donbás, lo que Kiev y sus aliados occidentales califican de falsedad para justificar una apropiación de tierras no provocada. Por el momento, las conversaciones de paz parecen estancadas. El Kremlin acusa a Kiev de retrasar las reuniones y cambiar de opinión repetidas veces, por otra parte, Kiev acusa a Moscú de bloquear las conversaciones al rechazar un alto el fuego humanitario, especialmente para aliviar la sitiada Mariúpol.
La inteligencia militar británica ha asegurado que los combates en Donbás se están intensificando a medida que las fuerzas rusas intentan romper las líneas de Ucrania, y que Rusia continúa acumulando tropas en la frontera este ucraniana. Moscú espera que su ventaja en cuanto a potencia de fuego le dé más éxito contra los defensores ucranianos que en la fallida campaña contra Kiev, cuando sus desbordadas líneas de suministro fueron atacadas por pequeñas unidades.
Tras lanzar la ofensiva en Donbás, las fuerzas rusas han capturado Kreminna, una ciudad en primera línea de 18.000 habitantes. El Estado Mayor de Defensa de Ucrania ha manifestado que las fuerzas rusas han intentado una ofensiva cerca de Járkov, la segunda ciudad más grandes del país, y que se encuentra cerca de las líneas de suministro de Rusia a Donbás.
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