Redacción.

Más de 200 mineros han muerto este martes tras una fuerte explosión producida en una mina de la ciudad turca de Soma, y se sospecha que al menos otros 400 trabajadores se encuentran atrapados.

Según las primeras informaciones, la explosión tuvo su origen en una unidad de distribución de suministro eléctrico y se produjo a unos dos kilómetros de profundidad. La explosión, y posterior incendio consecuencia de la misma, dejaron bloqueado el ascensor.

El ministro turco de Energía, Taner Yildiz, mostró su preocupación al llegar a la zona del accidente, al confirmar que, por el momento, había 201 fallecidos, pero que en el momento de la explosión, se encontraban trabajando en la mina 787 personas, de los que se calcula que unos 400 son los que permanecen atrapados.

No es habitual que un número tan elevado de trabajadores se encuentre en el interior de la mina en el mismo periodo de tiempo. Sin embargo, el momento de la explosión coincidió con un cambio de turno, como ha informado Nurettin Akcul, dirigente del sindicado nacional de los trabajadores metalúrgicos, de ahí el elevado número de operarios.

Los equipos de rescate que se hallan dentro de la mina han rescatado 75 heridos (muchos de ellos en estado crítico), y 166 cadáveres, y aunque trabajan a destajo, según el propio Yildiz «el tiempo no juega a nuestro favor». Los esfuerzos ahora se dirigen a intentar llegar a las galerías en las que se encuentran atrapados los cientos de posibles supervivientes.

Inyectan oxígeno en la galería
Mientras tanto, los servicios de rescate y emergencia inyectan oxígeno en las galerías de la mina para mantener con vida a los trabajadores que se encuentran atrapados, con el consecuente riesgo ya que el incendio aún no se encuentra del todo sofocado.

Muchos familiares de los operarios de la mina de Soma se concentran alrededor de la misma esperando recibir noticias de sus seres queridos., mientras que otros se han dirigido a los hospitales a los que han sido trasladados los heridos rescatados.

El peor desastre minero registrado en Turquía hasta el momento, ocurrió en 1992, cuando 270 mineros murieron en Zonguldak, en la costa del Mar Negro, debido también a una explosión en la mina en la que trabajaban.

Los sindicatos de la minería turca vienen denunciando las precarias medidas de seguridad y equipamiento con los que se ven obligados a trabajar en un entorno tan peligroso. de hecho, Turquía es el país de Europa con accidentes en el sector.