La implicación de nuestras Fuerzas Armadas en la lucha contra la pandemia se ha incrementado progresivamente desde la puesta en marcha de la operación Balmis. A día de hoy, unos 3.342 efectivos están repartidos en más de 200 localidades por todo el territorio español, colaborando en la asistencia sanitaria, la desinfección de infraestructuras, el traslado de pacientes y fallecidos, la construcción de hospitales de campaña, el transporte y la cesión de material necesario, y otras muchas tareas de apoyo que están resultando fundamentales en estos momentos tan críticos.
La operación Balmis, conducida desde el Mando de Operaciones y dirigida por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), integra el conjunto de capacidades operativas, sanitarias y logísticas que tanto la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Inspección General de Sanidad (IGESAN), así como los distintos Mandos Componentes (Ejército de Tierra, Ejército del Aire y Armada) e incluso la Guardia Real, han puesto a disposición de las autoridades competentes para hacer frente a la crisis que atravesamos.
A día de hoy, las intervenciones más demandas siguen siendo aquellas relacionadas con la de infraestructuras críticas, puertos, aeropuertos y estaciones, instalaciones hospitalarias y centros de salud, residencias de mayores, instalaciones policiales, así como otros servicios públicos esenciales. En este sentido, la actuación de las Fuerzas Armadas ha priorizado el desempeño de estas labores en los principales focos de contagio y allí donde los más vulnerables demandan una mayor protección. El bienestar de nuestros ancianos se ha puesto en primer plano y solamente en el día de ayer se procedió a la desinfección de 175 residencias de mayores.
Desde el Mando de Operaciones aseguran que la operación Balmis continúa atendiendo las diferentes solicitudes de apoyo o asistencia que llegan desde distintos puntos del territorio nacional, atendiéndolas en función de las capacidades disponibles y la urgencia de las peticiones.
Teniendo en cuenta las dramáticas cifras que el virus está dejando en nuestro país, con 94.417 casos conocidos y 8.189 muertos, podemos hacernos una idea del esfuerzo titánico que están desempeñando los profesionales de los distintos ámbitos que en estos días se encuentran en la vanguardia de esta costosa lucha contra el coronavirus. El personal sanitario se encuentra en primera línea de esta contienda y desgraciadamente está registrando una tasa de contagio muy elevada respecto a otros países de nuestro entorno, rondando el 15% de afectados por la enfermedad.
Las Fuerzas Armadas no son una excepción en este sentido, y el cuerpo a cuerpo contra el virus siempre supone un riesgo añadido en el desempeño de cualquiera de las actividades que están llevando a cabo por toda la geografía española. Tristemente hoy mismo hemos tenido noticia, de boca del propio JEMAD, Miguel Ángel Villarroya, del fallecimiento de un subteniente del Ejército del Aire, así como del número de infectados por coronavirus en el seno de las Fuerzas Armadas que en estos momentos asciende a un total de 208 militares contagiados. Tal y como ha informado el propio JEMAD, el militar fallecido no participaba en la operación Balmis, la cual engloba el conjunto de tareas que las Fuerzas Armadas están desempeñando para frenar la propagación de la pandemia.
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