La OTAN ha acusado a Rusia de utilizar «falsos pretextos» para escalar la guerra de agresión contra Ucrania, tras acusar a las autoridades ucranianas de estar preparando una “bomba sucia” (explosivo convencional rodeado de material radiactivo). En sus declaraciones, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha alertado de las maniobras de Moscú insistiendo en que esconde la intención de aumentar la presión contra Ucrania.
«Rusia ahora afirma falsamente que Ucrania se está preparando para usar una «bomba sucia» radiológica en su propio territorio. Los aliados de la OTAN rechazan esta acusación evidentemente falsa», ha señalado también el ex primer ministro noruego, siguiendo las declaraciones de las potencias nucleares aliados: Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Rusia, desmarcándose de las acusaciones de buscar un ataque nuclear, carga contra Ucrania a quien ha acusado ante el Consejo de Seguridad de la ONU de estar preparando una “bomba sucia”.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, ha informado de que la evidencia también ha sido compartida con sus homólogos occidentales. «No me importa que la gente diga que Rusia está llorando si esto no sucede porque es un desastre terrible, terrible que amenaza potencialmente a toda la Tierra», ha dicho Polyaskiy a los periodistas.
El presidente Zelenski ha señalado que la acusación rusa podría sugerir que Moscú está planeando el uso de un arma nuclear táctica y que buscaría culpar a Kiev, una acusación que Moscú ha descartado por no ser “seria”. Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha manifestado que Rusia estaría «cometiendo un error increíblemente grave» si empleara un arma nuclear táctica.
Desde el Kremlin han señalado que continuarán defendiendo «enérgicamente» ante la comunidad internacional sus sospechas sobre Ucrania, que podría tener la intención de detonar una «bomba sucia» con contaminantes radiactivos.
En una aparente respuesta a la acusación de Moscú, el organismo de control nuclear de la ONU ha informado que está organizando el envío de inspectores a dos zonas ucranianas, no especificadas, a pedido de Kiev.
Agencias estatales rusas de noticas, han identificado lo que según ellos serían los dos sitios relacionados: la Planta de Enriquecimiento de Minerales del Este en la región central de Dnipró y el Instituto de Investigación Nuclear en Kiev.
Asimismo, desde Eslovenia han señalado que una de las imágenes que Rusia ha empleado para afirmar su acusación a Ucrania, es una fotografía antigua de detectores de humo tomada en Eslovenia: “la foto utilizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en su publicación de Twitter es una fotografía de la ARAO (agencia eslovena de gestión de desechos nucleares) de 2010”, ha manifestado Dragan Barbutovski, asesor del primer ministro esloveno, Robert Golob. También ha añadido que la imagen había sido “mal utilizada y sin el conocimiento de ARAO”.
Por otra parte, Rusia ha notificado oficialmente a Estados Unidos sobre sus planes de comenzar sus ejercicios anuales de sus fuerzas nucleares, según ha informado el gobierno de Estados Unidos, una medida que según Washington reduce el riesgo de errores de cálculo en un momento de «actividades imprudentes». Estados Unidos ha manifestado que espera que Rusia realice lanzamientos de prueba de misiles durante sus ejercicios anuales «Grom» de sus fuerzas nucleares estratégicas.
Según el Nuevo Tratado START, Rusia está obligada a proporcionar una notificación previa de tales lanzamientos de misiles, tal y como han informado funcionarios estadounidenses. «Estados Unidos ha sido notificado y, como hemos destacado antes, este es un ejercicio anual de Rusia», ha anunciado el portavoz de la Fuerza Aérea, el general de brigada Patrick Ryder, en una rueda de prensa.
Por otra parte, el presidente ruso Vladimir Putin, que enfrenta retrasos en la producción militar y crecientes pérdidas en el campo de batalla, ha instado a su gobierno a reducir la burocracia para producir suficientes armas y suministros para alimentar a sus tropas en Ucrania, donde la contraofensiva ucraniana ha puesto a las fuerzas rusas en desventaja.
La escasez de suministros del ejército ruso en la guerra ha sido tan pronunciada que Putin ha tenido que modificar la estructura para tratar de abordarla, y ha presidido un nuevo comité centrado en acelerar la producción y entrega de armas a las fuerzas rusas.
En este sentido, las fuerzas rusas se preparan para librar la “batalla más dura” en la estratégica región meridional de Jersón, según declaraciones de funcionarios ucranianos. Las fuerzas rusas en la región han retrocedido en las últimas semanas y corren el riesgo de quedar atrapadas en la orilla occidental del río Dnipro, donde la capital provincial de Jersón está en manos rusas desde los primeros días de la invasión de Ucrania, hace ya ocho meses.
Las autoridades designadas por Rusia han estado animando a los residentes a huir a la orilla este, pero Oleksiy Arestovych, asesor del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, ha manifestado que no existen señales de que las propias fuerzas rusas se estuvieran preparando para abandonar la ciudad. «Con Jersón todo está claro. Los rusos se están reponiendo, fortaleciendo su agrupación allí», ha señalado Arestovych y ha añadido que «significa que nadie se está preparando para retirarse. Por el contrario, la batalla más dura tendrá lugar para Jersón».
De las cuatro provincias que Putin declaró como anexionadas el pasado mes septiembre, Jersón es la de mayor importancia estratégica. Controla tanto la única ruta terrestre a la península de Crimea que Rusia incautó en 2014 como la desembocadura del Dnipro, el vasto río que divide a Ucrania.
Yuri Sobolevsky, miembro del derrocado consejo regional proucraniano de Jersón, ha señalado que las autoridades designadas por Rusia están presionando cada vez con más intensidad a los residentes de Jersón para que se dispongan a abandonar la ciudad y se dirijan hacia Rusia.
“Los procedimientos de búsqueda y filtración se están intensificando, al igual que las búsquedas de vehículos de transporte y casas”, ha escrito en la aplicación de mensajería Telegram, refiriéndose al interrogatorio y detención de personas por parte de las fuerzas rusas antes de que algunas sean llevadas más adentro del territorio controlado por Rusia. Mientras, desde Moscú afirman que la evacuación de la población se está llevando a cabo por su propia seguridad.
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