La ayuda de Estados Unidos en la guerra de Ucrania es “especialmente importante”, según palabras de Volodímir Zelenski, que ha agradecido el nuevo envío de armamento anunciado por el presidente estadounidense, Joe Biden. Biden ha comunicado a su homólogo que su país concederá 1.000 millones de dólares adicionales en ayuda militar. El Pentágono ha detallado a través de un comunicado que el nuevo paquete contiene 18 cañones Howitzer de 155 milímetros, con 36.000 rondas de munición y 18 vehículos para transportarlos, así como proyectiles para HIMARS.
Una ayuda que llega con el creciente temor por la desaparición de dos ex militares estadounidenses que se encontraban combatiendo de forma voluntaria en Ucrania. Aunque desde Casa Blanca no querido confirmar si los estadounidenses habrían sido secuestrados por Rusia, los temores de que hayan podido ser capturados durante los combates en la guerra en Ucrania son cada vez mayores.
En cuanto a las conversaciones de paz, actualmente estancadas, Davyd Arakhamia, negociador ucraniano, describe la posición negociadora de Kiev como «bastante débil» y que por eso «no queremos sentarnos a la mesa» por ahora, pero «tenemos que revertir el rumbo de alguna manera».
A pesar de que las negociaciones están congeladas, la delegación ucraniana mantiene diálogos telefónicos con la parte rusa una o dos veces por semana: «Ambas partes entienden perfectamente que ahora no hay espacio para negociaciones«, agrega Arakhamia. Según Arakhamia, Ucrania está perdiendo hasta 1.000 soldados diarios, heridos y muertos en Donbás, donde Rusia avanza, Kiev ha reclutado hasta la fecha un millón de personas y tiene potencial para dos millones.
De momento y a medida que la batalla en Donbás se intensifica, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, advierte que los aliados de Kiev deben aumentar su apoyo, haciéndose eco de los pedidos de armas de Zelenski.
Los ministros de Defensa miembros de la OTAN, se han reunido en Bruselas para abordar la forma de fortalecer la alianza y dar más apoyo a las naciones socias. Los ministros también se han reunido con el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, para poner al día a los aliados sobre las necesidades más urgentes de Ucrania, que en este momento se centran en defenderse de los avances rusos en el sur y en el este.
Desde la invasión rusa, Ucrania ha recibido miles de millones de dólares en armas de decenas de países, y esta reunión se produce cuando Kiev ha solicitado un incremento significativo de armamento para luchar contra las fuerzas rusas. Antes de la reunión, Stoltenberg ha señalado que los aliados continuarán suministrando armamento pesado y sistemas de largo alcance a Ucrania.
A pesar de su creciente arsenal, Ucrania, que cuenta con un personal militar activo de solo 200.000, es superada de forma significativa por las fuerzas rusas. Veinticinco de los 28 países que brindan asistencia militar a Ucrania son miembros de la OTAN. En estos países se incluyen: Australia, Bélgica, Canadá, Croacia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Macedonia del Norte, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos. Estos no incluyen países que brindan ayuda no letal o combustible, como Irlanda y Japón.
La ayuda militar enviada a Ucrania incluye armas convencionales, así como equipos y armamento más avanzados. El armamento prometido por algunos países ya ha sido entregado y otros todavía no se han enviado, aunque algunas naciones mantienen estas ayudas en secreto. Las armas incluyen artillería, armas antiaéreas, armas antitanque, vehículos blindados, drones de reconocimiento y ataque, helicópteros, armas pequeñas, municiones y chalecos antibalas.
En cuanto a artillería, los obuses han sido proporcionados por países como Estonia y Noruega. Estados Unidos también ha prometido obuses M114 de 155 mm, lanzadores de artillería de largo alcance.
En armamento antiaéreo y antitanque prometido a Ucrania se encuentran los sistemas MANPAD disparados desde el hombro, los NLAW, los misiles antibuque Harpoon, los misiles Stinger, los misiles antitanque Javelin, los misiles guiados antitanque MILAN y los misiles antiaéreos Cheetah.
El Reino Unido ha proporcionado a Ucrania vehículos blindados Mastiff que pueden transportar una tripulación de dos más ocho soldados. Australia ha prometido vehículos blindados de transporte de personal M113 y vehículos de movilidad protegidos Bushmaster, el último de los cuales puede desplegar 10 soldados. Polonia también ha prometido tanques T-72.
Por otro lado, los drones de combate turcos Baykratar TB2, los drones tácticos Phoenix Ghost fabricados en Estados Unidos y los sistemas aéreos no tripulados Puma se encuentran entre los drones prometidos a Ucrania.
El dron Bayraktar en particular atrajo la atención durante la guerra cuando las fuerzas ucranianas usaron el arma para destruir los sistemas de artillería y los vehículos blindados rusos. El TB2 tiene una envergadura de 12 metros y puede alcanzar los 25.000 pies. También se ha utilizado durante conflictos en Siria, Nagorno-Karabaj, Irak y Libia.
Estados Unidos y la República Checa han enviado helicópteros de ataque Mi-24 a Ucrania, y varios países envían rifles automáticos, ametralladoras, rifles de asalto, rifles de francotirador, metralletas, pistolas y municiones a Ucrania. La semana pasada, el Reino Unido anunció que entregaría a Ucrania sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple M270, que pueden atacar objetivos a una distancia de hasta 80 km.
Durante la invasión rusa, Estados Unidos ha comprometido al menos 54 mil millones de dólares en ayuda para Ucrania, incluidos más de 20 mil millones en apoyo militar aprobado por el Congreso en mayo, además de una serie de paquetes de ayuda autorizado en marzo.
El pasado 1 de junio, el Departamento de Defensa anunció la autorización de un nuevo paquete de ayuda en equipamiento militar para Ucrania, y Biden, señaló que “continuarían proporcionando a Ucrania armamento y equipos para defenderse”. El paquete incluye radares de contra-artillería, radares de vigilancia aérea, vehículos tácticos o sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad, entre otros.
Zelenski ha pedido de forma reiterada a las naciones occidentales el envío de armas más pesadas, argumentando que es la única forma de evitar que las fuerzas rusas conviertan la guerra en “un baño de sangre sin fin”.
Desde el comienzo de la invasión, los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania también han solicitado para su región un incremento de fuerzas de la OTAN, cuestión que se debatirá en la cumbre celebrada en Madrid del 28 al 30 de junio.
No obstante, diplomáticos y funcionarios de la OTAN se han mostrado cautos ante esta demanda. Estas propuestas llegan cuando la alianza hace frente a una serie de demandas que no se habían visto en décadas: desde contrarrestar las fuerzas rusas y chinas en el Ártico, hasta sofocar las insurgencias islámicas en el Sahel o fortalecer fronteras.
Desde que diera inicio la guerra, Estados Unidos ha aprobado fondos adicionales para defensa y el Pentágono ha enviado cazas F-35 y helicópteros de ataque a Estonia; Gran Bretaña también ha reforzado su presencia en la base militar Tapa de Estonia, con alrededor de 1.700 efectivos.
Los países bálticos, que cuentan con una población conjunta de poco más de seis millones, solicitan que la alianza aumente hasta diez veces su presencia previa a la invasión de Ucrania, de alrededor de 5.000 soldados de varios países de la OTAN, además de desplegar más defensas aéreas y marítimas.
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