La decisión de Israel de retirar algunas tropas de Gaza parece señalar el inicio de un cambio hacia operaciones de menor intensidad en el norte del enclave palestino, aunque todavía se siguen produciendo combates allí, según declaraciones estadounidenses.

Israel ha retirado los carros de combate de algunos distritos de la ciudad de Gaza, según declaraciones de los residentes, al anunciar sus planes de cambiar de táctica y reducir el número de tropas. Sin embargo, en otras partes de la ciudad palestina continúan los combates y los intensos bombardeos.

La Casa Blanca ha afirmado que el presidente Joe Biden, actualmente de vacaciones en St. Croix, y la vicepresidenta Kamala Harris han mantenido conversaciones con funcionarios de seguridad nacional israelí por vía telefónica sobre los últimos acontecimientos en Oriente Medio.

«Este parece ser el comienzo del cambio gradual a operaciones de menor intensidad en el norte que hemos estado alentando», han señalado funcionarios desde Estados Unidos, señalando que el cambio refleja el éxito del ejército israelí en el desmantelamiento de las capacidades militares de Hamás allí. Sin embargo, los combates continúan en el norte y la revisión de las tácticas israelíes no «reflejaba ningún cambio en el sur«, han añadido.

Biden habló con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre los objetivos de Israel y el escalonamiento de sus operaciones militares en Gaza el pasado 23 de diciembre, al tiempo que subrayó la necesidad de proteger a los civiles y garantizar la liberación de los rehenes en poder del grupo militante islamista Hamás, según informó entonces la Casa Blanca.

Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha mantenido su apoyo a Israel al tiempo que ha expresado su preocupación por el creciente número de víctimas y la crisis humanitaria en Gaza.

Estados Unidos ha instado a Israel a que cambie sus operaciones militares en Gaza a una fase de menor intensidad que incluya operaciones más selectivas centradas en los dirigentes de Hamás y su infraestructura.

La guerra de Gaza fue desencadenada por un ataque sorpresa de Hamás contra ciudades israelíes el pasado 7 de octubre en el que, según Israel, murieron 1.200 personas. Las autoridades sanitarias palestinas de Gaza, gobernada por Hamás, afirman que la ofensiva israelí ha causado más de 21.978 muertos y miles de heridos.

Israel ha informado de que la nueva fase de la guerra podría durar meses e incluiría operaciones de «limpieza» más localizadas. El cambio también liberará unidades militares en caso de que se produzca un conflicto más amplio en el norte con Hezbolá, el grupo libanés apoyado por Irán.

De hecho, el grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán, ha informado desde su cuenta de Telegram sobre la muerte de cuatro de sus combatientes en el sur del Líbano. El comunicado no da más detalles sobre cómo han muerto los combatientes, pero decía que «han sido martirizados en el camino hacia la liberación de Jerusalén«. En un primer momento, Hezbolá había afirmado que habían muerto tres, antes de actualizar la cifra a cuatro a última hora del día de ayer.

Fuentes de seguridad aseguran que los tres primeros murieron en un asalto israelí a dos casas en el pueblo libanés de Kafr Kila, cerca de la frontera, donde Hezbolá mantiene el control de la seguridad.

Hezbolá, también aliado del grupo islamista palestino Hamás, ha estado intercambiando fuego casi a diario con Israel a través de la frontera sur de Líbano desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza a principios de octubre.

El ejército israelí ha informado de que ha atacado una serie de objetivos en Líbano, entre ellos «instalaciones militares» en las que opera Hezbolá.

Los ataques aéreos y los bombardeos israelíes han matado a más de 100 combatientes de Hezbolá y a casi dos docenas de civiles, entre ellos niños, ancianos y varios periodistas, según fuentes de Hezbolá y de seguridad.