Las fuerzas rusas han mantenido su ofensiva de ciudades en toda Ucrania, con intensos bombardeos de Sumy en el norte, bombas de racimo contra Nicolaiev y un ataque con misiles en Odesa en el sur, según declaraciones de las autoridades ucraniana. En Odesa han resultado heridas al menos a seis personas y los bombardeos han quemado casas hasta los cimientos, ha informado Oleksii Matsulevych, portavoz de la administración regional en su canal de Telegram. En Nicolaiev los proyectiles de racimo han herido al menos a dos personas, ha señalado el alcalde de la ciudad ucraniana, Oleksandr Senkevich, en una publicación en las redes sociales.

Funcionarios ucranianos señalan que un flujo constante de equipo militar ruso se está moviendo hacia el oeste desde Mariúpol hacia otras partes del sur de Ucrania, donde las fuerzas ucranianas se encuentran en una ofensiva para recuperar territorio. Un convoy de hasta 100 unidades de equipo militar pasó el sábado por Mariúpol en dirección a Zaporiyia. Algunos expertos creen que este movimiento tiene como fin prestar apoyo a las fuerzas rusas en Jersón, donde han sido atacadas por armas de largo alcance ucranianas.

En este sentido, y según fuentes ucranianas, Rusia se está preparando para una próxima etapa de su ofensiva en Ucrania, después de la advertencia de Moscú de intensificar las operaciones militares en “todas las áreas operativas”. A medida que las entregas de armas occidentales de largo alcance comienzan a llegar a Ucrania listas para el campo de batalla, los cohetes y misiles rusos han golpeado ciudades por toda Ucrania en ataques que, según Kiev, han matado a decenas de personas en los últimos días.

«No se trata solo de ataques con misiles desde el aire y el mar», ha señalado Vadym Skibitskyi, portavoz de la inteligencia militar ucraniana. “Podemos ver bombardeos a lo largo de toda la línea de contacto, a lo largo de toda la línea del frente. Hay un uso activo de aviación táctica y helicópteros de ataque y claramente, los preparativos ahora están en marcha para la próxima etapa de la ofensiva».

El ejército ucraniano ha advertido que Rusia parece estar reagrupando unidades para una ofensiva hacia Sláviansk, una ciudad simbólicamente importante en poder de Ucrania en la región oriental de Donetsk. El Ministerio de Defensa británico también ha afirmado que Rusia está reforzando las defensas en las áreas que ocupa en el sur de Ucrania tras la presión ejercida por las fuerzas ucranianas.

Ucrania ha informado que al menos 40 personas han muerto en los bombardeos rusos a áreas urbanas desde el pasado jueves hasta el día de ayer. Hacia el sur, más de 50 cohetes Grad rusos han caído en la ciudad de Nikopol en el río Dnipro, acabando con la vida de dos personas que han sido encontradas entre los escombros, según el gobernador Valentyn Reznichenko. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha manifestado que Rusia ha empleado más de 3.000 misiles de crucero hasta la fecha y que es «imposible contar» el número de artillería y otros ataques realizados hasta el momento.

Mientras tanto, Zelenski ha despedido al jefe de la agencia de seguridad interna de Ucrania, Ivan Bakanov, y a la fiscal general Iryna Venediktova, quienes hasta la fecha habían liderado el esfuerzo para llevar a juicio los crímenes de guerra rusos, alegando que muchos de sus empleados estaban colaborando con Rusia. El presidente ucraniano afirma que más de 60 funcionarios de sus dos agencias se encuentran ahora trabajando contra Ucrania en los territorios ocupados por Rusia, y que se han abierto 651 casos de traición. “Tal conjunto de crímenes contra los cimientos de la seguridad nacional del estado plantea preguntas muy serias a los líderes relevantes”, ha dicho Zelenski en una publicación en redes sociales.

Kiev y Occidente insisten en que el conflicto es un intento no provocado de reconquistar un país que se liberó del dominio de Moscú con la disolución de la Unión Soviética en 1991. El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha ordenado a las unidades militares que intensifiquen las operaciones para evitar ataques ucranianos en áreas ya controladas por Rusia, según un comunicado del ministerio.

Esta orden parece ser una respuesta directa a una serie de ataques llevados a cabo por Kiev y que han destruido  30 centros logísticos y de municiones rusos, empleando varios sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, recientemente suministrados por Occidente. Los ataques están causando estragos en las líneas de suministro rusas y han reducido significativamente la capacidad ofensiva de Rusia, según ha informado Ministerio de Defensa de Ucrania.

Funcionarios ucranianos señalan que los nuevos sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) fabricados en Estados Unidos, y que comenzaron a recibir el mes pasado, les permiten alcanzar objetivos en Crimea, que fue anexada por Rusia en 2014, y otras áreas ocupadas por Rusia.

«Buenos días desde HIMARS», escribía Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente de Ucrania, en redes sociales junto con un video que muestra una gran explosión señalando que se correspondía a otro depósito de municiones ruso destruido en el sur de Ucrania. El ex primer ministro ruso Dmitry Medvedev, ha advertido que la negativa de Ucrania y de las potencias de la OTAN a reconocer la autoridad de Moscú sobre Crimea representa una «amenaza sistémica» para Rusia, que tiene allí la sede de su flota del Mar Negro.

El portavoz de la administración regional de Odesa, Serhiy Bratchuk, ha informado de que un «número significativo» de buques de guerra rusos se ha trasladado desde Crimea a Novorosíisk, a lo largo de la costa rusa del Mar Negro. A su vez, los separatistas respaldados por Rusia han informado que los cohetes ucranianos HIMARS han matado a dos civiles y dañado una estación de autobuses y varios otros edificios en Alchevsk, al este de Sláviansk. Las fuerzas armadas de Ucrania han detallado que su ataque a la estación de autobuses se debe a que poseían información de que el lugar se estaba empleando como refugio de las tropas rusas.

El Ministerio de Defensa ruso ha informado de que sus fuerzas han destruido una rampa de lanzamiento y un vehículo de recarga para uno de los sistemas HIMARS desplegados cerca de la ciudad oriental de Pokrovsk. El jefe de la policía regional de Pokrovsk, Ruslan Osypenko, ha señalado que Rusia ha bombardeado una zona residencial con múltiples lanzacohetes y que hay muertos y heridos, y ha publicado un video de los hogares destruidos y residentes describiendo el ataque.

Por su parte, la inteligencia militar británica ha apuntado que Rusia está utilizando a la organización paramilitar privada Wagner para reforzar sus fuerzas de primera línea. Wagner ha reduciendo sus estándares de reclutamiento y contratado convictos y personas anteriormente incluidas en la lista negra, lo que podría afectar la eficacia militar rusa, según el Ministerio de Defensa en una actualización de inteligencia.