Cientos de manifestantes han asaltado la embajada sueca en el centro de Bagdad en la madrugada del jueves, escalando sus muros e incendiándola en protesta por la quema de un Corán en Suecia.
Todo el personal de la embajada de Bagdad se encuentra a salvo, según ha informado en un comunicado la oficina de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores sueco, que ha condenado el ataque y ha subrayado la necesidad de que las autoridades iraquíes protejan las misiones diplomáticas.
La manifestación de hoy fue convocada por partidarios del clérigo chií Muqtada Sadr como forma de protesta por una quema del Corán en Suecia, según mensajes publicados en un grupo de Telegram vinculado al influyente clérigo y en otros medios de comunicación favorables a Sadr.
Sadr, una de las figuras más poderosas de Irak, cuenta con cientos de miles de seguidores a los que en ocasiones ha convocado a las calles, como el verano pasado, cuando ocuparon la Zona Verde de Bagdad, fuertemente fortificada, y se enzarzaron en enfrentamientos mortales.
La policía sueca concedió el miércoles una solicitud para celebrar este jueves una reunión pública ante la embajada iraquí en Estocolmo, según se desprende del permiso policial. La policía indicó en el permiso que se esperaba la participación de dos personas. Agencias de noticias suecas informaron de que las dos personas planeaban quemar el Corán y la bandera iraquí, e incluían a un hombre que prendió fuego a un Corán frente a una mezquita de Estocolmo en junio.
Mientras, las armadas turca y griega se han unido a un ejercicio marítimo de la OTAN en medio de una visible mejora de los lazos entre los dos Estados vecinos, que últimamente han estado enfrentados por reivindicaciones territoriales superpuestas en el Egeo y el Mediterráneo.
Los activos militares turcos y griegos, incluidos cazas a reacción y fragatas, se han unido al ejercicio militar Neptune Strike 23-2 de la OTAN llevado a cabo en el Mediterráneo oriental, según ha informado la alianza en un comunicado: “Un total de cuatro buques de Grecia, Turquía y el Reino Unido se han integrado a la perfección en una fuerza defensiva multinacional de la OTAN, mientras que los aviones de combate desempeñan las funciones de fuerzas amigas y hostiles”.
“Esto ha creado un escenario operativo realista y desafiante para el grupo operativo. La fuerza combinada de cazas incluye F16 de la Fuerza Aérea Helénica, F16 de la Fuerza Aérea Turca y Typhoons de la Real Fuerza Aérea, mientras que un Voyager de la Real Fuerza Aérea se encarga del reabastecimiento en vuelo”, añade el comunicado.
La fragata griega HS Limnos, las fragatas turcas TCG Gökçeada y TCG Göksu, y el destructor británico HMS Duncan se han unido al ejercicio y han demostrado su capacidad e interoperabilidad, demostrando que están preparados para defenderse a sí mismos y al grupo operativo de las amenazas aéreas del mundo real. “Reunir este número de medios militares para que operen sin fisuras es una impresionante demostración de la fuerza que se obtiene al combinar las capacidades nacionales individuales en una fuerza multinacional mucho mayor, integrada y eficaz”, ha declarado el comandante de la Agrupación Marítima Permanente de la OTAN 2 (SNMG2), Comodoro de la Marina Real Paul Stroude.
Según los medios de comunicación griegos, el escenario de este ejercicio militar se ha configurado deliberadamente para aumentar la coordinación y el diálogo entre los militares turcos y griegos.
“Normalmente, cuando las fuerzas griegas y turcas participan en el mismo ejercicio de la OTAN, sus interacciones son mucho más simples, como ciertas maniobras o el reabastecimiento de combustible. Esta vez, la fragata griega Limnos, las fragatas turcas Gökçeada y Göksu, seis F-16 griegos y el destructor británico HMS Duncan participan en un escenario de interceptación y defensa contra cazas hostiles”, según informaciones de diarios griegos.
Turquía y Grecia han sufrido tensiones especialmente en 2019 y 2020 al solaparse las fronteras marítimas que ambos países han trazado en el Mediterráneo oriental. Además, los dos países tienen múltiples problemas en el mar Egeo.
La reunión entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, al margen de la cumbre de la OTAN en Vilna se considera el inicio de un nuevo periodo entre ambos países. Los dos dirigentes han acordado celebrar una reunión de cooperación de alto nivel en Salónica este otoño.
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