El perfil de la nueva ministra de Defensa, Margarita Robles, destaca por ser el de una mujer pionera en su trayectoria profesional. En 1981 y a sus 25 años, ingresó en la carrera judicial donde se convirtió en la cuarta mujer juez de España. Fue una de las primeras mujeres en incorporarse al Tribunal Supremo y también la primera en presidir una Sala de lo Penal y una Audiencia Provincial, concretamente en Barcelona.
Leonesa de nacimiento, a sus 60 años Robles, dispuesta y enérgica, recoge los frutos de una carrera profesional consolidada a sus espaldas. En 2016 su trayectoria política recibió un importante impulso cuando se incorporó a la quiniela electoral de Pedro Sánchez, a quien ha permanecido fiel. Ese año se presentó como número dos en las listas por Madrid, cuando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) atravesaba sus horas más bajas. Su lealtad al actual Presidente le sirvió para granjearse un puesto al frente de la portavocía del Congreso cuando Pedro Sánchez regresó a la secretaría general del partido. Desde entonces y hasta su nombramiento como ministra de Defensa ha estado ocupando este cargo.
Sin embargo, la trayectoria política de Robles es más extensa. Entre 1993 y 1994 fue subsecretaria de Justicia y entre 1994 y 1996, secretaria de Estado de Interior. En estos años la ministra vivió en primera persona las investigaciones judiciales sobre los GAL, que llevó a cabo el entonces juez Baltasar Garzón. También en esta etapa, se enfrentó al terrorismo de ETA y gestionó crisis mediáticas tan relevantes como la detención de Luis Roldán o el secuestro de Publio Cordón por parte del GRAPO. Además, padeció los escándalos de corrupción de la última etapa de Felipe González como líder del PSOE o el desempeño del comisario José Manuel Villarejo, jubilado y actualmente en prisión.
Haciendo historia, la ministra se ha convertido en la tercera mujer de la reciente historia de la democracia española en ostentar el liderazgo de la cartera de Defensa tras Carme Chacón (2008-2011) y María Dolores de Cospedal (2016-2018) formando parte de un Gobierno al que Naciones Unidas ha calificado de ‘ejemplar’: «España establece un precedente y eleva el listón en materia de igualdad: los gabinetes de paridad son el camino del futuro», señala la organización supranacional.
Ahora, Robles tendrá el reto más importante de su actual mandato, liderar las Fuerzas Armadas, compuestas por 117.000 efectivos, impulsar el nuevo ciclo inversor de Defensa capital para el desarrollo de la cartera que ocupa y el proyecto estrella de su antecesora, Maria Dolores de Cospedal, que contempla 10.805 millones en los próximos 15 años, así como alcanzar las exigencias de la Alianza Atlántica (OTAN) en materia de inversión.
Además la ministra tendrá que supervisar y acompañar a los más de 3.000 militares y guardia civiles españoles desplegados en los cuatro continentes ya que las Fuerzas Armadas españolas están presentes en 17 misiones en el exterior siendo los contingentes más numerosos los que se encuentran en el Líbano, con 607 cascos azules, y en Irak, con 477 efectivos. En el marco de la OTAN, las FAS vigilan las aguas del Mediterráneo y participan en la defensa de los países bálticos y Turquía y respecto a las misiones militares que la Unión Europea desarrolla en el continente africano, España participa en despliegues en Malí, República Centroafricana, Somalia, Senegal y Gabón, así como en las operaciones que tratan de impedir el tráfico ilegal de personas frente a las costas de Libia y la piratería en el océano Índico.
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