Miles de manifestantes se han concentrado en Jerusalén para exigir la liberación de unos 130 rehenes israelíes que siguen retenidos en Gaza tras seis meses de guerra de Israel contra Hamás.
El grupo armado de Hamás irrumpieron en Israel el 7 de octubre, mataron a 1.200 personas en sus casas, en bases militares, en carreteras y en una reunión al aire libre, e infligieron violencia sexual a algunas de sus víctimas, según un equipo de expertos de la ONU. Hamás también tomó 253 rehenes, entre niños y ancianos, civiles y soldados. Aproximadamente la mitad de ellos fueron liberados como parte de un breve acuerdo de tregua a finales de noviembre.
Ayer se reanudaron en Egipto las conversaciones para otro alto el fuego que incluya la liberación de decenas de rehenes más. Sin embargo, algunas familias de los rehenes se muestran recelosas, ya que las anteriores rondas de negociaciones no llegaron a ninguna parte y algunos de los rehenes murieron en cautiverio.
Aunque algunas familias de rehenes en la concentración han pedido al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que haga más para traer de vuelta a casa a los rehenes, los oradores mantuvieron en su mayoría mensajes apolíticos, centrándose en su dolor y en la necesidad urgente de traer de vuelta a casa a sus seres queridos.
A la pregunta de si el gobierno estaba haciendo lo suficiente para traer de vuelta a los rehenes, el 56% de los encuestados en un sondeo emitido el domingo por medios de comunicación israelíes respondieron que no, frente al 39% que dijeron que sí.
En las últimas semanas, las protestas contra el gobierno de Netanyahu se han intensificado, y algunos críticos acusan al veterano dirigente de estar dando posponiendo el asunto, acusación que él niega rotundamente.
El gabinete de Netanyahu se ha enfrentado a críticas generalizadas por el fracaso en materia de seguridad del 7 de octubre, el día más mortífero en Israel y el peor ataque contra judíos desde el Holocausto.
Se han organizado varias concentraciones que exigen la celebración anticipada de elecciones dirigidas por grupos de protesta que encabezaron las manifestaciones masivas que sacudieron Israel en 2023. Los sucesivos sondeos de opinión realizados desde el 7 de octubre muestran que Netanyahu sería derrotado por la oposición.
Mientras, las conversaciones sobre la tregua avanzan en El Cairo y todas las partes han acordado los puntos básicos, según ha informado a primera hora de hoy los medios egipcios, citando a una fuente egipcia de alto rango.
Israel y Hamás han enviado sus equipos a Egipto para mantener nuevas conversaciones sobre un posible alto el fuego en este conflicto que ya dura seis meses, tras la llegada del pasado sábado del director de la CIA estadounidense, William Burns.
Hamás no ha realizado ningún comentario de momento y ninguna de las partes en las conversaciones de El Cairo ha confirmado la información sobre la reunión.
Según los medios, las delegaciones de Hamás y Qatar ya habrían abandonado El Cairo para volver dentro de dos días para acordar los términos de un acuerdo definitivo, mientras que las delegaciones de Israel y Estados Unidos se marcharían dentro de unas horas. Las consultas continuarán en las próximas 48 horas.
Netanyahu ha informado que Israel no aceptará un alto el fuego sin la liberación de los rehenes, mientras que Hamás ha reiterado sus exigencias, que incluyen un alto el fuego permanente, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y el retorno de los desplazados.
Netanyahu ha afirmado que, a pesar de la creciente presión internacional, Israel no cedería a las exigencias «extremas» de Hamás, que continúa gobernando en Gaza.
Los países occidentales han expresado su indignación por lo que consideran un número inaceptablemente alto de muertes de civiles palestinos y una crisis humanitaria en Gaza como consecuencia de la campaña de Israel para destruir a Hamás.
Al mismo tiempo, el ejército israelí ha declarado que “la 98ª división de comandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) ha concluido su misión en Yan Yunis. La división abandonó la Franja de Gaza para recuperarse y prepararse para futuras operaciones«, en medio de informes contradictorios sobre la escala y duración de la retirada.
«Una fuerza significativa dirigida por la 162ª división y la brigada Nahal sigue operando en la Franja de Gaza y preservará la libertad de acción de las IDF y su capacidad para llevar a cabo operaciones precisas basadas en inteligencia», ha añadido.
Aunque el ejército ha confirmado la retirada, asegura que permanecerá una de sus brigadas, aunque no ha dado más detalles. Una brigada israelí suele estar formada por varios miles de soldados.
No ha quedado claro si esta retirada anunciada retrasará una incursión en la ciudad meridional de Rafah, amenazada desde hace tiempo, y que los dirigentes israelíes han afirmado que es necesaria para eliminar a Hamás.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha estado insistiendo durante las últimas semanas en que se llevaría a cabo una operación en Rafah, sin detallar el asunto. «Las fuerzas están saliendo y preparándose para sus próximas misiones, vimos ejemplos de tales misiones en la operación de al-Shifa, y también de su próxima misión en la zona de Rafah», ha dicho Gallant en una reunión con oficiales militares, según el comunicado.
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