Rusia ha informado de que sus fuerzas están logrando importantes avances en el este de Ucrania, al tiempo que continúan rechazando una nueva ofensiva ucraniana en el interior de la región de Kursk, en el oeste de Rusia, donde se han estado librando encarnizados combates.
El Ministerio de Defensa ruso asegura que sus fuerzas se han hecho con el poder de la ciudad de Kurakhove, 32 km al sur de Pokrovsk, un centro logístico ucraniano hacia el que las fuerzas rusas llevan meses avanzando.
Por su parte, el Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha declarado que Moscú ha sufrido grandes pérdidas en cinco meses de combates en la región rusa de Kursk, con casi 15.000 muertos. No ha hecho referencias a Kurakhove. El Ministerio ruso afirma que la toma de Kurakhove, que había resistido durante muchas semanas, permitiría a sus fuerzas acelerar el ritmo de su avance en la región ucraniana de Donetsk. También ha informado de la captura de Dachenske, un pueblo a 8 kilómetros de Pokrovsk.
Viktor Trehubov, portavoz del grupo de fuerzas ucranianas de Khortytsia, ha declarado a medios de comunicación internacionales que las fuerzas de Kiev continúan enfrentándose a las tropas rusas en el interior de Kurakhove. El Estado Mayor del ejército ucraniano, en un informe de última hora del día de ayer, ha señalado que las fuerzas rusas han lanzado 25 ataques contra posiciones ucranianas alrededor de Kurakhove, pero no ha informado sobre el cambio de manos de la ciudad.
Según blogueros ucranianos, los soldados han sido el objetivo de un fuego constante de lanzacohetes múltiples y bombas guiadas. Un informe informa que Kurakhove se encuentra “prácticamente perdida”. El grupo de observación ucraniano Deep State, que rastrea la línea del frente utilizando fuentes abiertas, ha mostrado la mayor parte de Kurakhove bajo control ruso.
Ambos bandos luchan por mejorar sus posiciones en el campo de batalla antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que ha prometido poner fin a esta guerra de casi tres años, tome posesión de su cargo el próximo 20 de enero.
El principal logro de Ucrania en los últimos cinco meses de combates ha sido la captura y mantenimiento de territorio dentro de la región rusa de Kursk, que podría resultar una moneda de cambio en posibles conversaciones de paz. Kiev no ha revelado detalles de la nueva ofensiva que lanzó en Kursk este pasado domingo, aunque un alto funcionario ucraniano manifestó que Rusia estaba “recibiendo lo que se merece”.
En su discurso nocturno por vídeo, Zelenski ha asegurado que las fuerzas ucranianas han establecido una zona colchón e infligido grandes pérdidas en Kursk, impidiendo que Moscú desplegara sus tropas en zonas clave del frente oriental. “Durante la operación de Kursk, el enemigo ya ha perdido 38.000 de sus soldados solamente en esta dirección, siendo casi 15.000 de estas pérdidas irreversibles”, ha dicho.
El Ministerio de Defensa ruso ha declarado que el avance ucraniano había sido frustrado y que la fuerza principal había sido destruida cerca del asentamiento de Berdin, próximo a una carretera que discurre hacia el noreste, en dirección a la ciudad de Kursk.
Un alto comandante ruso afirma que se esperaba un nuevo ataque. “Estamos registrando una concentración de equipos enemigos en otra dirección y, naturalmente, entendemos que Ucrania intentará atacar en esta dirección. Ahora mismo no voy a decir dónde”, ha dicho el general de división Apti Alaudinov, comandante de una unidad chechena que lucha por Rusia en Kursk.
Expertos internacionales creen que Ucrania está tratando de mantener su estrategia de Kursk el mayor tiempo posible, incluso mientras Rusia continúa empujando más profundamente en el este de Ucrania.
Las evaluaciones ucranianas y occidentales sugieren que unos 11.000 soldados de Corea del Norte, aliada de Rusia, se han desplegado en la región de Kursk para apoyar a las fuerzas de Moscú. Rusia no ha confirmado ni desmentido su presencia. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha informado de que más de 1.000 soldados norcoreanos habían muerto o resultado heridos. Los medios de comunicación internacionales no tienen acceso a la zona de guerra de Kursk y no pueden verificar las cifras de bajas.
Mientras y en reacción a la ofensiva ucraniana, Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea han reafirmado su apoyo a Kiev. “Ucrania tiene derecho a defenderse y, según el derecho internacional, este derecho se extiende más allá de sus fronteras”, ha declarado el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas. “La guerra ilegal de Moscú contra Ucrania ha incluido numerosos ataques rusos originados en la región de Kursk”.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos ha señalado que “estamos comprometidos a poner a Ucrania en la posición más fuerte posible en el campo de batalla, incluyendo el aumento de la asistencia de seguridad y la utilización de todos los recursos disponibles autorizados por el Congreso”.
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