Sábado 23 de septiembre 2023. Día cinco.
Desde el martes, en Ereván, las protestas se suceden frente al edificio del gobierno, en el de la embajada rusa o por el centro de la capital de Armenia. El miércoles 20 y el jueves 21 de septiembre hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías en la Plaza de la República. Uno de los impulsores de las protestas es Andranik Tevanyan líder de la coalición de partidos Madre Armenia y diputado parlamentario, este ha sido detenido en las protestas. En conjunto parece que han sido detenidos 83 manifestantes, aunque la oposición habla de 350.
Las protestas siguen siendo contra el primer ministro Nikol Pashinián que, consciente de la calamitosa situación de la defensa de su país, completamente dependiente de Rusia, ha optado por un perfil conciliador que ha desatado la ira de la población armenia, muy sensible, por historia de genocidios contra ella, y que ve un futuro trágico para los 120.000 armenios del Alto Karabaj abandonados por Nikol Pashinián.
Armenia no solo no puede apoyar militarmente a Artsaj, sino que difícilmente podrá defender sus fronteras frente a la superioridad militar de Azerbaiyán, arriesgándose a perder su frontera con Irán en la región meridional de Syunik, región armenia que une las dos partes de Azerbaiyán que, si bien es una de fortaleza natural extraordinaria, y la compartimentación del terreno favorece a la defensa, la ofensiva azerí sobre Armenia no se centraría solo en este difícil terreno.
Pero lo interesante de las protestas es que las autoridades armenias han responsabilizado directamente a Rusia de alentarlas. La coalición de partidos que lidera Andranik Tevanyan es partidaria de estrechar los lazos con Rusia, aunque es evidente que Rusia, ya en 2020 no optó por una defensa resuelta de Armenia.
No es de extrañar que detrás de los mismos estén las operaciones especiales de inteligencia del SVR ruso o del GRU, incluso de ambos.
El SVR es una de las agencias herederas del KGB que ha seguido con la sana costumbre de su antecesor de realizar operaciones de fuentes y de infiltración de agentes, pacientes y a largo plazo. En la época soviética se decía, en tono de humor que, tras años de proceso de infiltración, cuando el agente ya estaba operativo, en la dirección no se recordaba para que se le había mandado.
El GRU, a tenor de lo ocurrido en la guerra de Ucrania, parece estar en abierta competencia con el servicio exterior hermano (SVR). El Glávnoye Razvédyvatelnoye Upravlenie, casi desde sus inicios en 1918, ha mantenido esa característica de paciencia y visión operativa a largo plazo. Este proceder suele dar muy buenos resultados. El GRU ha sido un servicio eficaz durante su existencia de más de un siglo, con éxito notables, oscurecidos por la ceguera de los dirigentes políticos, como pudo ser el caso de la información sobre el inicio de la «Operación Barba Roja» en la Segunda Guerra Mundial, que supuso una sorpresa, y una catástrofe para la URSS, cuando el GRU había advertido en detalle de la misma. Sin duda, la peor tragedia para un servicio de inteligencia es que no se crea cuando dice lo que va a pasar y esto acaece.
Tras el fiasco de la Guerra de Ucrania, el SVR o el GRU, o ambos, han errado estrepitosamente en la evaluación sobre la población y sus autoridades. Ahora en Armenia pueden recuperar el prestigio perdido contribuyendo a la permanencia de Armenia como aliado de Rusia. La eliminación de Nikol Pashinián, por sus aproximaciones a Occidente, parece que está certificada. Veremos si es física o simplemente política.
El KGB, y probablemente su heredero el SVR, siempre fue más partidario de la acción directa y la eliminación ejemplar del «traidor» o del objetivo humano de interés clave.
El GRU, por el contrario, trabaja históricamente mejor en lo que a inteligencia clásica se refiere, en el sentido de que, en sus acciones de inteligencia, todo parece natural, de autoría imposible de determinar, dando lugar solo a especulaciones.
Con los manifestantes opositores a Nikol Pashinián (aún vivo) atacando, a la par, a la presidencia del Gobierno armenio y a la embajada de Rusia en Ereván, podemos ver un indicio de la mano del GRU, pero como en casi todo lo referente a este servicio, es simple especulación.
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