El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, anunció en octubre de este año el cambio del país en materia seguridad, declarando que el país estaba en un proceso de diversificar sus asociaciones de seguridad, en una clara y diplomática respuesta al abandono de Rusia en el asunto armenio de Nagorno Karabaj.
A inicios de octubre, Armenia no participó en los ejercicios conjunto-combinados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTCS) haciendo malograr el mensaje que tenía el llamativo nombre de los mismos: «Hermandad Indestructible-2023». El 13 de octubre, Armenia no asistió a la Cumbre de la OTSC en Bishkek, Kirguistán. Posteriormente se confirmó la decisión estratégica de diversificar la seguridad armenia con el acuerdo de cooperación militar con Francia el 23 de octubre. El 23 de noviembre, como había avisado el día 20 del mismo mes, Armenia no asistió a la sesión del Consejo de Seguridad Colectiva de la OTSC en Minsk, Bielorrusia.
Siguiendo con este rosario de ausencias, el 5 de diciembre, el portavoz del presidente del parlamento armenio, Tsovinar Khachatryan, declaró que Armenia no asistirá a la Asamblea Parlamentaria OTSC que se celebrará en Moscú el 19 de diciembre.
De momento, la diversificación de la seguridad de Armenia solo ha tenido dos candidatos, por un lado, Estados Unidos con un ejercicio militar combinado entre ambos países casi simbólico. Por otro lado, Francia, que parece el acuerdo de más peso.
Francia acogió a principios del siglo XX a miles de refugiados armenios que huían del genocidio turco. El armenio (laborioso, pacífico, cristiano) se integra decididamente en la sociedad que lo acoge, es una comunidad de éxito en negocios y empresas, y esto les lleva a dar el salto a la política, pero conservan íntimamente su entidad nacional durante generaciones. Actualmente Francia tiene una comunidad de origen armenio que puede rondar el medio millón de personas perfectamente integradas que es valor añadido a la sociedad. Esta comunidad hizo que grandes segmentos de la población de Francia se movilizaran contra Azerbaiyán y Turquía cuando los azeríes atacaron Nagorno – Karabaj el 20 de octubre de este año y se lo anexionaron.
El gobierno francés siguió al lado de Armenia, como lo viene haciendo desde su reconocimiento como país independiente en 1991, con el acuerdo del 23 de octubre antes mencionado.
También puede ser una respuesta gala al desplazamiento que hacen los rusos, especialmente en el área francófona africana de Francia. Rusia sustituye a Francia en África, y Francia hace otro tanto en el Cáucaso, con la diferencia de que no es comparable lo que está perdiendo Francia en África como que está ganando en el Cáucaso.
El apoyo de Francia a Armenia, choca con Turquía y, por lo tanto, erosiona a la Alianza Atlántica. Este choque de intereses entre estos dos países tiene alcance estratégico, baste recordar el tratado de defensa mutua entre Francia y Grecia, ambos países de la OTAN, pero que claramente apunta contra Turquía, enemiga tradicional de Grecia desde el siglo XV. Pero Turquía es pieza clave de la misma Alianza Atlántica a la que todos pertenecen.
Turquía tampoco da puntada sin hilo así, envió sus afamados aviones a control remoto Bayraktar al actual gobierno de Mali que ha expulsado a los franceses de su antigua colonia, hueco cubierto por Rusia con la empresa Wagner, o lo que queda de ella. Así tenemos a los Bayraktar turcos que han luchado en Ucrania contra Rusia, defendiendo a los rusos en Mali y ayudándoles a tomar el pasado 15 de noviembre la capital tuareg Kidal, donde el estado maliense ha estado ausente un par de lustros. Esto no implica que el movimiento tuareg haya desaparecido, pero es significativo señalar que, pese al apoyo de la Unión Europea y la fuerte presencia militar de Francia, el depuesto gobierno de Mali de Ba N’Daou no fue capaz de esa victoria y, el actual gobierno de Assimi Goita sí lo ha logrado con el apoyo ruso (con los empleados de Wagner). Hay que señalar que el referido Ba N’Daou fue detenido tras un golpe de estado de Assimi Goita, actual hombre fuerte maliense que optó por expulsar a los franceses.
A todo esto, es significativo señalar que España sigue en Mali, ahora con efectivos del Regimiento América 66, de la misma forma que mantiene una modernísima unidad de defensa antiaérea de misiles Patriot en Turquía y se desmuniciona en favor de Ucrania.
Sin duda, este es un mundo revuelto y complicado.
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