Rusia podría utilizar su nuevo misil hipersónico Oreshnik para atacar “centros de toma de decisiones” en Kiev en respuesta al lanzamiento por parte de Ucrania de misiles occidentales contra territorio ruso, según declaraciones del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Rusia no ha atacado hasta ahora los ministerios del gobierno ucraniano, el parlamento o la oficina del presidente en el transcurso de la guerra que ya dura 33 meses. Kiev está fuertemente protegida por defensas antiaéreas, pero Putin afirma que el Oreshnik, que Rusia disparó por primera vez contra una ciudad ucraniana la semana pasada, es incapaz de ser interceptado, una afirmación recibida con escepticismo por los expertos occidentales.
“Por supuesto, responderemos a los continuos ataques contra el territorio ruso con misiles de largo alcance de fabricación occidental, como ya se ha dicho, incluso con la posibilidad de seguir probando el Oreshnik en condiciones de combate, como se hizo el 21 de noviembre”, ha señalado Putin a los líderes de una alianza de seguridad de países ex soviéticos en una cumbre en Kazajstán.
“En la actualidad, el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor están seleccionando objetivos para atacar en territorio ucraniano. Podrían ser instalaciones militares, empresas industriales y de defensa, o centros de toma de decisiones en Kiev”, añade Putin.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha denunciado la “promoción” de Putin en relación al Oreshnik como una táctica para perturbar los intentos de poner fin a la guerra, en particular por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. “Él no busca el fin de esta guerra. Es más, Putin quiere impedir que otros pongan fin a la guerra”, ha manifestado Zelenski en su discurso nocturno. “Puede seguir blandiendo su Oreshnik solo para frustrar los esfuerzos del presidente Trump que seguramente seguirán tras su toma de posesión. Putin quiere escalar la situación hasta tal punto que los intentos del presidente Trump fracasen. Para que no pueda poner fin a la guerra”.
Putin ha señalado que el ataque masivo ruso nocturno contra Ucrania también fue una respuesta al uso de misiles balísticos estadounidenses ATACMS por parte de Kiev. Zelenski afirma que Rusia utilizó misiles de crucero con munición de racimo en el ataque, que cortó el suministro eléctrico a más de un millón de personas, algo que calificó de “despreciable escalada”.
Zelenski ha informado también de que está en conversaciones con líderes occidentales, entre ellos el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, el Primer Ministro británico, Keir Starmer, y el Canciller alemán, Olaf Scholz, para diseñar una respuesta al “intento de Rusia de hacer la situación más insoportable y alargar la guerra”.
Rusia acusa a Ucrania de disparar ATACMS contra el oeste de Rusia por primera vez el 19 de noviembre, lo que provocó que respondiera dos días después disparando el Oreshnik, un nuevo misil de alcance intermedio, contra la ciudad ucraniana de Dnipro.
Desde entonces, Rusia afirma que Ucrania disparó más ATACMS contra su región de Kursk los días 23 y 25 de noviembre, y que también atacó a Rusia con misiles de crucero Storm Shadow británicos, después de que Estados Unidos y Gran Bretaña acordaran por primera vez permitir a Kiev atacar en el interior del territorio ruso con estas armas.
Putin reiteró en sus declaraciones en la cumbre que esto, desde el punto de vista de Moscú, significaba la “implicación directa” de Occidente en un conflicto armado con Rusia. Advirtió también que la producción rusa de sistemas avanzados de misiles supera en 10 veces la de la alianza militar de la OTAN, y que Moscú tiene previsto aumentar su producción.
Igualmente, afirma que Rusia tiene “varios” Oreshniks listos para ser utilizados, a raíz de los comentarios de oficiales militares estadounidenses la semana pasada, según los cuales el nuevo misil era experimental y Rusia probablemente sólo poseía un puñado de ellos.
Putin, por segunda vez en menos de una semana, se ha jactado de que el Oreshnik era comparable a un arma nuclear en términos de su poder destructivo y atomizaría todo en el punto de impacto, pero que no portan una ojiva nuclear, ya que expertos occidentales en seguridad afirman que el misil, como muchos otros del arsenal ruso, sí podrían llevarla.
Ucrania expuso que el Oreshnik disparado el 21 de noviembre alcanzaba una velocidad máxima de 13.600 km/h, pero algunas fuentes afirmaron que llevaba ojivas simuladas, no explosivos reales.
Las tensiones entre las partes enfrentadas han aumentado considerablemente con los intercambios de misiles y Putin actualizó la semana pasada la doctrina nuclear de Rusia para ampliar la lista de escenarios que podrían inducirle a lanzar un arma nuclear. Pero cinco fuentes de la inteligencia estadounidense han informado a medios de comunicación que la decisión de Estados Unidos de permitir a Ucrania disparar armas estadounidenses más profundamente en Rusia no ha aumentado el riesgo de un ataque nuclear, algo que señalan que es todavía poco probable.
No hay ningún comentario