El presidente ruso, Vladímir Putin, ha rendido homenaje a los pilotos muertos en una revuelta armada, confirmando por primera vez su muerte y agradeciendo a los rusos su solidaridad patriótica ante la marcha hacia Moscú de las milicias de Wagner.
El discurso televisado de Putin ha sido su primera aparición pública desde el motín del sábado encabezada por el líder mercenario Yevgeny Prigozhin, y ha confirmado los informes en las redes sociales de que las fuerzas de Wagner habían derribado aviones rusos en los combates.
Tras dar las gracias al pueblo ruso, a los militares, a las fuerzas del orden y a los servicios de seguridad por permanecer unidos para proteger “la Patria”, Putin ha afirmado que ello es una muestra de que Rusia no sucumbirá a “ningún chantaje, a ningún intento de crear agitación interna”.
Putin también ha afirmado que los enemigos de Rusia querían ver al país “ahogarse en un sangriento conflicto civil”, antes de destacar la actuación de los pilotos: “El valor y la abnegación de los héroes-pilotos caídos salvaron a Rusia de trágicas consecuencias devastadoras”, ha dicho Putin, añadiendo que la rebelión amenazaba la existencia misma de Rusia y que quienes estaban detrás de ella serán castigados.
No ha habido información oficial sobre cuántos pilotos murieron o cuántos aviones fueron derribados. Algunos canales rusos de Telegram que siguen la actividad militar rusa han informado de que 13 pilotos rusos murieron durante el motín, que duró un día.
El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, también ha hecho su primera aparición pública después de que Prigozhin exigiera su dimisión en su rebelión del fin de semana. Un vídeo publicado esta semana por el ministerio de Shoigu le mostraba visitando a las tropas rusas en Ucrania.
Aunque no está claro cuándo ha sido grabado el vídeo, parece destinado a proyectar una sensación de orden después de que mercenarios wagnerianos tomaran el sábado una ciudad rusa, Rostov del Don, y marcharan aparentemente sin oposición hacia Moscú.
Los combatientes de Prigozhin avanzaron sobre la capital para destituir a lo que él denominó la cúpula militar corrupta e incompetente de Rusia antes de regresar repentinamente a una zona ocupada del este de Ucrania tras llegar a un acuerdo con el Kremlin para poner fin a la operación, en la que ha mediado el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
Pero desde que el jefe de Wagner ha abandonado Rostov del Don en un todoterreno, el Kremlin, Lukashenko o el propio Prigozhin no han dado a conocer detalles del pacto al que accedió.
Sigue sin estar claro qué ocurrirá finalmente con Prigozhin y sus fuerzas, pero las tensiones entre el jefe de los mercenarios y los militares rusos no ha dejado de incrementar durante los últimos meses. En las últimas semanas, ha publicado vídeos casi a diario criticando al Ministerio de Defensa ruso, argumentando que sus dirigentes son incompetentes y que no proporciona suficiente apoyo a sus combatientes en Ucrania.
Esta semana, varios medios de comunicación rusos han informado de que Prigozhin sigue siendo investigado por el Servicio Federal de Seguridad. De momento, la comparecencia de Shoigu de esta semana podría descartar las teorías sobre su posible dimisión. Pero si habrá reorganizaciones dentro del Ministerio de Defensa, es difícil de saber, según han advertido los expertos.
Prigozhin ha arremetido de forma regular contra Shoigu, pero no ha atacado directamente al presidente ruso, cuyo patrocinio ayudó al multimillonario a construir su fortuna y poder. Aun así, la rebelión se considera en general un problema para Putin, que no ha sido desafiado de tal manera en más de 20 años como líder de Rusia.
Mientras tanto, el Reino Unido ha afirmado que los acontecimientos de este fin de semana han ayudado a Ucrania a “ganar ímpetu”. “Ha habido pocas pruebas de que Rusia mantenga reservas significativas de fuerzas terrestres a nivel operativo que pudieran utilizarse para reforzarse contra las múltiples amenazas a las que se enfrenta ahora en sectores muy separados”, ha declarado el Ministerio de Defensa británico.
Otros diplomáticos occidentales han señalado cómo el levantamiento de Wagner ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades de Rusia. En declaraciones a la a medios de comunicación estadounidenses, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha calificado la revuelta de “extraordinaria”. “Creo que hemos visto surgir más grietas en la fachada rusa”, ha dicho Blinken.
Antes de una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Luxemburgo, el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha dicho a los periodistas que “el monstruo que Putin creó con Wagner, es el monstruo le está mordiendo ahora”. “El monstruo está actuando contra su creador. El sistema político está mostrando fragilidades, y el poder militar se está resquebrajando”, ha añadido Borrell.
Por el contrario, China ha expresado su apoyo a Rusia tras el motín mientras los medios de comunicación estatales han proyectado una narrativa de estabilidad y mínimo impacto en el aliado de Pekín.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha calificado el incidente de “asuntos internos de Rusia” en una breve declaración, después de que Prigozhin, condujera a sus soldados a 200 kilómetros de Moscú antes de aceptar de forma repentina retirarse como parte de un acuerdo con Lukashenko.
Mientras, altos cargos rusos se han unido en torno a Putin, a la vez que los medios de comunicación estatales han afirmado que las autoridades continúan investigando al líder mercenario.
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