Redacción.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha destacado durante su visita a Melilla la eficacia de las mallas anti-trepa que se han instalado en la valla fronteriza, y que han conseguido reducir las entradas de inmigrantes a la ciudad autónoma.

Fernández Díaz visitó en la mañana de ayer las instalaciones del perímetro fronterizo de Melilla y del puesto de Beni-Enzar, así como las del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla.

Durante la visita estuvo acompañado por el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani. Asimismo, le acompañaron a Melilla el director general de la Policía, Ignacio Cosidó; el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y el director general de Protección Civil y Emergencias, Juan Díaz Cruz.

Tras su visita al perímetro fronterizo, el ministro del Interior se reunió con los mandos de la Jefatura Superior de Policía y de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, en la sede de la Delegación del Gobierno.

Solo ha entrado una veintena de inmigrantes
Durante su intervención en la inauguración del Curso ‘Extranjeros Privados de Libertad’, que forma parte de los XXIII Cursos Internacionales de Verano 2014 organizados por la Universidad de Granada y la Ciudad Autónoma de Melilla, ofrecía cifras de cómo ha aumentado el número de inmigrantes que entra en Melilla saltando la valla de Melilla: en lo que va de año han entrado 3.501 inmigrantes. No obstante, también ha señalado que desde que se instaló la nueva malla anti-trepa tan solo lo ha conseguido una veintena.

La malla ha sido instalada en los 9 km del perímetro fronterizo que separa la ciudad de Melilla de Marruecos, y está hecha de un material metálico que impide a los inmigrantes meter los dedos para poder escalar las dos alambradas, así como los cables que las entrecruzan.

El ministro ha querido destacar la labor que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realizan en la zona, y ha lanzado el mensaje a los que quieran entrar, ya que considera que «no es pedir mucho pedir que entren por la puerta y no por la ventana», y que deberán hacerlo «siempre cumpliendo la ley».