Según el Ministerio de Defensa británico, a medida que las fuerzas rusas avanzan hacia la ciudad de Lisichansk ejercen cada vez más presión sobre la región circundante, incluida su ciudad gemela de Severodonetsk: «Desde el 19 de junio, es muy probable que las fuerzas rusas hayan avanzado más de 5 km hacia los accesos al sur de la ciudad de Lisichansk en el Donbás», ha afirmado el Ministerio en redes sociales.
La lucha por ambas ciudades está “entrando en una especie de clímax temible”, ha reconocido Oleksiy Arestoyyvh, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El objetivo de Moscú es hacerse con el control tanto en Lugansk como en Donetsk, que conforman Donbás, el corazón industrial de Ucrania.
Un ataque con drones ha golpeado en una importante refinería de petróleo rusa cerca de la frontera con Ucrania, según declaraciones de la gerencia de la planta, ocasionando una gran ola de fuego y humo negro que ha provocado la suspensión de las operaciones.
Mientras, funcionarios de la refinería de petróleo de Novoshakhtinsk, en la región rusa de Rostov, afirman que el primer dron atacó a las 8:40 a.m. golpeando una unidad de destilación de crudo. El segundo ataque, a las 9:23 a.m., tuvo como objetivo los depósitos de crudo en la refinería, pero no provocó ningún incendio, según la gerencia de la planta y tampoco se ha reportado ningún herido.
Las regiones rusas que limitan con Ucrania han informado de ataques y bombardeos después de que Moscú enviara sus tropas a Ucrania el pasado el 24 de febrero. La refinería se encuentra en el suroeste de Rusia, a solo 8 km de la frontera con Ucrania. “Como resultado de acciones terroristas desde la frontera occidental de la región de Rostov, dos drones han atacado las instalaciones tecnológicas de Novoshakhtinsk”, señala un comunicado de la planta. “Se ha evacuado al personal y se ha detenido el equipo tecnológico para evaluar los daños”.
Hasta el momento, no ha habido comentarios de los funcionarios ucranianos sobre el presunto ataque. El gobernador de Rostov, Vasily Golubev, ha informado sobre la suspensión del trabajo en la planta petrolera, y advierte que se habían encontrado fragmentos de dos drones en la refinería.
La refinería, que inició operaciones en 2009, tiene una capacidad anual de hasta 7,5 millones de toneladas. El Ministerio de Energía de Rusia ha manifestado que el incendio no ha afectado los suministros de gasolina y diésel de los usuarios en el sur de Rusia.
El presunto ataque a la refinería sigue a una serie de explosiones e incendios en el oeste de Rusia en medio de la guerra de Moscú en Ucrania. Rusia está investigando la causa de un gran incendio que se produjo en una instalación de almacenamiento de petróleo en la ciudad de Bryansk, 154 km al noreste de la frontera con Ucrania a finales del mes de abril.
Otras explosiones e incendios, reportados por Rusia, afectaron refinerías, depósitos de petróleo y una instalación de almacenamiento de municiones. Ucrania no ha asumido oficialmente la responsabilidad por los incidentes.
Por otra parte, un reportero gráfico ucraniano y el soldado que lo acompañaba, y que fallecieron en las primeras semanas de la invasión, parecen haber sido «ejecutados fríamente» por las tropas rusas según ha concluido Reporteros sin Fronteras después de una investigación.
Los cuerpos de Maks Levin y el militar Oleksiy Chernyshov fueron encontrados el pasado 1 de abril en un bosque cerca de Huta-Mezhyhirska, un pueblo a 30 kilómetros al norte de Kiev. Reporteros sin Fronteras ha señalado que el periodista llevaba un brazalete azul similar al que usan los soldados ucranianos. En ocasiones había compartido información obtenida de su dron, incluso sobre posiciones rusas, con las fuerzas ucranianas, y señalan que la evidencia sugiera que Levin fue asesinado por balas disparadas a quemarropa mientras ya estaba en el suelo.
La última vez que se supo de Levin y Chernyshov fue el 13 de marzo. Un rastreador GPS en su vehículo dio su última posición, en los bosques al norte de Kiev. El fotógrafo, de 40 años, perdió su dron en la zona el 10 de marzo y no había podido recuperarlo a causa del fuego ruso. Reporteros sin Fronteras contó 14 agujeros de bala en el casco calcinado de su coche, que había sido incendiado.
Las autoridades judiciales de Ucrania y la Corte Penal Internacional están investigando la muerte de periodistas que informaban sobre la invasión rusa. Al menos 110 medios de comunicación se han visto obligados a detener o suspender sus operaciones y 32 periodistas han sido asesinados desde el comienzo de la guerra el 24 de febrero, según datos de las autoridades ucranianas.
No hay ningún comentario