Mientras Rusia afirma que el sistema Patriot, de fabricación estadounidense, ha sido destruido en Ucrania, fuentes de Estados Unidos han señalado que la plataforma de misiles probablemente solo se encuentre “dañada”.
Es probable que el sistema de defensa antimisiles utilizada por las fuerzas ucranianas haya sufrido daños por un ataque aéreo ruso, aunque no parece haber sido destruido, según afirman funcionarios estadounidenses. La noticia de los daños sufridos por el sistema de defensa antimisiles se produce después de que el Ministerio de Defensa ruso haya asegurado que un misil hipersónico ruso Kinzhal había destruido una batería de misiles Patriot en Kiev.
Un funcionario estadounidense, citando la información inicial, ha señalado que Washington y Kiev ya se encuentran en conversaciones sobre cuál sería la mejor manera de reparar el sistema Patriot y que, en este momento, no parece que el sistema tuviera que ser retirado de Ucrania. También ha señalado que Estados Unidos tendrá una mejor comprensión del daño en los próximos días y que la información podría cambiar con el tiempo.
El Patriot está considerado como uno de los sistemas de defensa aérea estadounidenses más avanzado, tanto contra aeronaves como contra misiles balísticos y de crucero. Suele incluir lanzadores junto con radares y otros vehículos de apoyo.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha informado a los periodistas que no puede confirmar los informes de los daños del sistema Patriot. Kirby ha añadido que los equipos militares estadounidenses enviados a Ucrania suelen estar dañados o desgastados y que “dependería del alcance de los daños si podrán ser reparados por los ucranianos o si tendríamos que ayudarles”. «Obviamente, si… si se produjeran daños en un sistema Patriot que hubiera que reparar fuera de Ucrania, sin duda ayudaríamos a ello. Pero no puedo confirmarlo”.
Mientras, Rusia ha lanzado esta madrugada su noveno ataque con misiles contra Kiev en lo que va de este mes de mayo para el que utilizó “probablemente misiles de crucero” disparados por aviones Tupolev 95-MS y Tu-160 desde la zona del Mar Caspio, según informa hoy la administración militar de Kiev.
Según las primeras informaciones, todos los cohetes fueron interceptados por las defensas aéreas ucranianas. Después de lanzar los misiles, “el enemigo ha desplegado sus drones de reconocimiento sobre la capital” que también han sido derribados.
Asimismo, esta semana, las fuerzas ucranianas afirmaron haber logrado derribar 18 misiles, entre ellos seis Kinzhals, que Rusia había disparado contra objetivos en Kiev, en lo que se dijo que había sido uno de los ataques más complejos contra la capital, por el número de misiles disparados en un corto espacio de tiempo y lanzados desde múltiples direcciones. El comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, declaró posteriormente que el ejército había interceptado los seis Kinzhals lanzados desde aviones, así como nueve misiles de crucero Kalibr desde buques en el Mar Negro y tres Iskander disparados desde tierra.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, rechazó las afirmaciones ucranianas de que se habían interceptado seis Kinzhals, afirmando que Moscú no había disparado tantos. El número de misiles que Ucrania afirma interceptar es “tres veces mayor que el número que lanzamos”, declaró Shoigu. “Y siempre se equivocan en relación al modelo de misiles. Por eso no les alcanzan”, añadió sin dar más detalles.
Rusia comenzó a utilizar el Kinzhal para atacar objetivos en Ucrania al principio de la invasión, pero ha empleado esta costosa arma con moderación y solo contra objetivos prioritarios, lo que podría reflejar su limitada disponibilidad. Según el ejército ruso, el misil tiene un alcance de hasta 2.000 km y puede volar a una velocidad 10 veces superior a la del sonido. Su velocidad y su pesada ojiva permiten al Kinzhal destruir objetivos fuertemente fortificados, como búnkeres subterráneos o túneles de montaña.
El sistema Patriot forma parte de un conjunto de sofisticadas unidades de defensa antiaérea suministradas por Occidente para ayudar a Ucrania a repeler una campaña rusa de ataques aéreos dirigidos contra infraestructuras críticas, centrales eléctricas y otros emplazamientos.
Militares ucranianos han declarado también que las fuerzas rusas habían sido expulsadas de los flancos de la ciudad de Bajmut, pero que las fuerzas de Moscú continúan avanzando hacia el interior de la ciudad asediada.
La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, ha afirmado que las fuerzas ucranianas han recuperado unos 20 kilómetros cuadrados en torno a Bajmut, epicentro de los actuales combates. “Al mismo tiempo, el enemigo está avanzando en cierta medida dentro de la propia Bajmut y está destruyendo completamente la ciudad con artillería”, ha añadido en redes sociales.
No obstante, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ha asegurado que “en los últimos cuatro días, las fuerzas ucranianas han hecho progresos tácticos, estabilizando los flancos de Bajmut a su favor”. “Además de los avances al sur de la ciudad, los asaltos ucranianos han hecho retroceder a la línea del frente ruso al noroeste de la ciudad”, han dicho desde el Ministerio.
Además, este jueves llegan a Hiroshima los presidentes del G7 para hablar sobre el endurecimiento de las sanciones contra Rusia, así como evaluar posibles fórmulas de protección ante la “coerción económica” de China. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, recibirá hoy a los presidentes de los otros seis países en su ciudad de origen, que recuerda la destrucción nuclear con abundantes monumentos a la paz.
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