Rusia ansiaba un aliado geoestratégico en el Mediterráneo y el proceso secesionista en Cataluña era una oportunidad para el país eslavo. El análisis es respaldado por varios especialistas sobre el interés de Rusia por tener una Unión Europea débil y dividida. En un panorama cercano, se encontraban en la mesa de juego otros frentes separatistas en el viejo continente, como el escocés, el flamenco o el del norte de Italia, y Cataluña, podría haber prendido la mecha independentista.
Posible destacamento militar
En opinión de Santiago Carrasco, profesor de CISDE, la comunidad de inteligencia maneja un índice de probabilidad alto de que Rusia haya tenido un papel en el Procés catalán. Buscaba un aliado en el Mediterráneo y una Cataluña independiente era perfecto para los rusos. «Sería una deuda pendiente para Cataluña y, en un futuro, podría ser una base militar para Rusia» es la hipótesis esgrimida por Carrasco. Si la OTAN tiene sus bases en Rota, Cartagena, Italia, norte de África, Rusia solo tiene la salida al Mediterráneo por Crimea, y «¡cómo se produjo este acontecimiento!, forzando el control sobre Ucrania».
En este sentido, Rusia en su línea de acción hacia una presencia digital muy activa, ha determinado con distintos medios de comunicación, como RT o Sputnik y las redes sociales, la difusión de noticias, posicionadas hacia el independentismo. Aquí entran en juego los hackers y páginas webs de proveedores rusos, tal y como analizábamos en La conexión rusa tecnológica del Procés catalán.
Internacionalizar el «Procés» en el eje
El propio Gobierno español ha confirmado esta hipótesis de la mano de Cospedal, que subrayó que «lo que hoy sabemos es que muchas actuaciones venían de territorio ruso», así como el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, ha aludido a la «desinformación» y «manipulación» de Rusia a través de Internet para influir en la crisis en Cataluña. Si Cospedal ha dicho que había muchas IPs con publicaciones originadas desde Rusia, «se ve que hay claramente un eje del mismo color: Rusia, Venezuela, Cuba» determina Carrasco «un montón de kackers infectando sistemáticamente ordenadores».
Además, se acaba de publicar que Rusia llegó a usar hasta 419 cuentas falsas de Twitter para inteferir en la campaña del Brexit, según una investigación de la Universidad de Edimburgo sobre las actividades de la Internet Reserarch Agency (con base en San Petersburgo) revelada por ‘The Guardian‘. Se refuerza la idea de propiciar una Unión Europea debilitada y desagrada.
Assange, intermediario de lujo del secesionismo
Julian Assange ha jugado un papel muy activo, «pero lo ha hecho porque le pagan, estoy convencido», así lo señala también Rafael Alcoholado, asesor y consultor en tecnología y perito tecnológico, sobre la entrada en escena del fundador de WikiLeaks, que había manifestado su apoyo explícito al independentismo catalán sembrando la inquietud. «Está muy relacionado con la doctrina internacional de Putin» afirma el ingeniero en informática y perito tecnológico por la Asociación de Peritos Judiciales Tecnológicos de Andalucía (APTAN), que en líneas generales quiere:
- afianzar su papel estratégico en Europa y su entorno de influencia -como ya fue la crisis vivida en 2014 en su forzada salida hacia el Mediterráneo, a través de la península de Crimea desde Ucrania-,
- fortalecer los lazos de Rusia con América Latina y el Caribe y Venezuela es un país que ha resultado ser también agente activo en el conflicto catalán,
- utilizar las nuevas tecnologías y medios en internet para posicionarse.
Protagonista del escándalo de WikiLeaks, Assange se ha convertido en un intermediario del rupturismo catalán, seguramente «por dinero» afirma Carrasco, profesor de CISDE en ciberseguridad y ciberdefensa, así como Alcoholado también determina este enfoque. Se ha ido conformando una serie de frentes de propaganda, favorables del independentismo, con los portales de fakenews rusos, el soporte informático de la consulta del 1 de octubre para crear un supuesto panorama de apoyo internacional hacia los objetivos secesionistas.
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