En el curso de la última década Rusia ha implementado numerosas reformas y ha realizado importantes inversiones en materia de Guerra Electrónica (radioelektronnaya borba o REB, por sus siglas en ruso). Esto se ha traducido en un incremento generalizado de sus capacidades y en la creación de estructuras especializadas en EW (Electronic Warfare, por sus siglas en inglés), incluso a nivel de brigada. Según los expertos dicho proceso de modernización habría eclipsado en muchos casos a la tecnología con la que trabajan otros ejércitos, incluidos los de los países miembros de la OTAN.
Desde que se inició la reforma y modernización de las Fuerzas Armadas de Rusia a finales de 2008, la dirección del Estado Mayor ha insistido en sus llamamientos a la comunidad científica militar para que afronte los retos derivados de estos complejos procesos. La EW constituye un ingrediente esencial dentro del enfoque de la guerra futura como parte de la estrategia de defensa nacional y así no ha manifestado en reiteradas ocasiones el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, el general del ejército Valery Gerasimov, desde su nombramiento en noviembre de 2012.
Dichos avances han supuesto un aumento de las capacidades globales de las Fuerzas Armadas rusas a la hora de perturbar, interferir y bloquear posibles sistemas de mando y control (C2), comunicaciones, radares o armamento del adversario. Uno de los más recientes ejemplos de esta floreciente capacidad de lucha en el espectro electromagnético (EMS), sería el nuevo sistema de nivel estratégico conocido como Divnomorye-U. Diseñado para interferir radares y satélites enemigos, este nuevo sistema es capaz de suprimir los sistemas radioelectrónicos de a bordo de aviones, helicópteros y vehículos aéreos no tripulados, así como de interferir en los satélites y operar a distancias de varios cientos de kilómetros, haciendo las veces de puesto de mando de alta tecnología y estación de inteligencia radiotécnica.
El Divnomorye-U ofrecería protección contra el reconocimiento por radar en un área de varios cientos de kilómetros al generar un «paraguas» de interferencias especialmente diseñado para proporcionar cobertura contra radares enemigos. Fuentes rusas describen este moderno sistema como «capaz de brindar una protección eficaz contra radares a los puestos de mando, los sistemas de defensa aérea, las agrupaciones de fuerzas, así como los centros político-militares e industriales clave».
Una característica importante del nuevo Divnomorye-U es su «integración en el C2 automatizado, lo que aumenta significativamente su velocidad y utilidad operativa«. Al incorporar este elemento automatizado en el diseño del sistema «es capaz de detectar y luego analiza la señal y el tipo de objetivo, junto con su potencia y dirección de radiación […] El sistema automatizado de alta tecnología aprovecha la inteligencia artificial (IA) en sus procesos, para posteriormente desarrollar un plan de supresión y seleccionar los métodos de interferencia más eficaces«.
El Divnomorye-U está diseñado para emitir una radiación de alta potencia que neutraliza los radares enemigos, independientemente de su modalidad. Según un artículo publicado en el medio Voyenno Promyshlennyy Kuryer, el nuevo sistema sería capaz de «interferir tanto los radares terrestres y de aeronaves como el E-8 JSTAR, el E-3 AWACS, el E-2 Hawkeye, así como los equipos de radar a bordo de helicópteros y vehículos aéreos no tripulados (UAV). Incluso las estaciones de radar por satélite perderían la vista en la zona de cobertura del Divnomorye-U».
Según los especialistas rusos en EW, «el Divnomorye-U es capaz de sustituir a tres sistemas modernos en servicio: el Krasukha-4, el Krasukha-2 y el Moskva-1. El avance tecnológico está relacionado con la explotación tanto del C2 automatizado como de la IA para lograr mayor capacidad a la hora de suprimir objetivos enemigos con una mínima participación humana«.
Dichos avances tecnológicos, dirigidos principalmente a lograr la interferencia de radares a mayor velocidad, son coherentes con otros avances en las capacidades rusas de EW. En particular con los sistemas Palantin, Rtut-BM y Tirada-2S. Las características de rendimiento de estos sistemas confirman hasta qué punto el Ministerio de Defensa ruso defiende la necesidad de apostar por una evolución tecnológica continuada de dichos sistemas con el objetivo de reforzar las capacidades militares en el espectro electromagnético (EMS).
El sistema táctico-operativo Palatin fue desarrollado por una de las divisiones de Rostec-JSC Concern Sozvezdie. Este grupo de empresas de defensa rusas también se encarga del desarrollo de los sistemas C2 automatizados del ejército. El Palantin tiene capacidad para cegar los medios técnicos del enemigo, en rangos de onda corta y ultracorta, privando a las unidades de un C2 eficaz. El Rtut-BM es un sistema de EW con capacidad para contrarrestar el armamento guiado y proteger a las unidades militares del fuego de artillería. El Tirada-2S es capaz de neutralizar eficazmente las comunicaciones por satélite, actuando sobre las frecuencias de ciertos canales de comunicación y generando obstáculos (cortinas electromagnéticas) que imposibilitan transmitir la señal al destinatario.
Recientemente Rusia concluyó su Ejercicio Estratégico Conjunto Zapad-2021, un gran evento de entrenamiento militar. En este tipo de ejercicios las unidades rusas de defensa aérea, aviación táctica y guerra electrónica trabajan conjuntamente. Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia y las unidades terrestres llevan a cabo contraataques en todo el teatro de operaciones militares con el fin de “desorganizar” a las fuerzas del adversario, golpeando el mando y el control y las infraestructuras de apoyo clave. Al margen del adiestramiento, este tipo de maniobras ponen de manifiesto las capacidades militares y la voluntad a la hora de emplearlas. En este sentido, los expertos alertan acerca de la importancia y la amenaza potencial que suponen estos sistemas ante cualquier conflicto futuro entre la OTAN y Rusia.
No hay ningún comentario