Redacción

Tras la tregua del pasado martes 13 de diciembre, firmada por Rusia y Turquía, que permitiría la salida en la madrugada del miércoles a los civiles y rebeldes del este de Alepo (Siria), la evacuación ha sido suspendida. Se ha producido una reanudación de los enfrentamientos.

Tanto el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos como un periodista local de France Presse, que se encuentra allí, han confirmado esta información.

Un portavoz insurgente ha declarado que el alto el fuego quedaba suspendido por las nuevas exigencias del Ejército sirio y sus aliados chiíes.

Por su parte, el Gobierno ha solicitado a las milicias de la oposición una lista con el nombre de los que tienen que ser evacuados para identificar posibles rehenes. También ha pedido que se levante el asedio a dos localidades gubernamentales en la provincia de Idlib, que sigue en manos de la oposición.

Alrededor de una veintena de autobuses estaban preparados en la mañana del miércoles para la evacuación de los rebeldes y civiles cercados en el este de Alepo. La salida ha quedado suspendida en medio de la confusión. Según la información ofrecida por un periodista de France Presse, miles de habitantes habrían pasado la noche bajo la lluvia para abandonar el terreno.

Una tregua esperanzadora
Ayer, un portavoz de los rebeldes sirios fue el encargado de informar que se había establecido un acuerdo entre Rusia y Turquía para evacuar a los insurgentes y civiles que estaban atrapados en el este de Alepo durante un alto al fuego.

Los primeros en salir serían los heridos y la población civil, según una fuente citada por las agencias internacionales de noticias. Tras estos, los combatientes abandonarían la zona con sus armas ligeras. Se cree que en dirección a zonas rurales o de la provincia de Idlib, que están bajo control de la oposición.

El alto al fuego se produjo en Alepo la noche del martes tras más de cuatro años guerra sin pausa. Viene tras la confirmación de la toma de control por el Ejército Sirio de la ciudad.

La ONU no tomó parte en el alto al fuego, pero se mostró activa para colaborar en la organización de la salida de los civiles y rebeldes.

Consejo de Seguridad
Por su parte, en el Consejo de Seguridad, Vitali Churkin, embajador ruso ante la ONU especificó antes de comenzar la sesión que el pacto tenía como objetivo: “permitir la salida ordenada de los insurrectos”. Además añadió que los civiles podrían permanecer en la ciudad sin represalias. Se confirmaba así el cese de hostilidades y la toma de control de toda la ciudad del Ejército.

Samantha Power, representante de Estados Unidos ante la ONU, solicitó la presencia de observadores internacionales imparciales que se encargasen de supervisar la evacuación, según informa France Presse. Tanto Francia como Cruz Roja se han unido a esta proposición.

La ONU ha afirmado que en la batalla de final de Alepo, las milicias iraquíes aliadas por el Ejército han ejecutado 82 civiles, entre los cuales se encontraban 13 niños y 11 mujeres. Este crimen de guerra, que ya ha sido denunciado, ha servido como referencia para la exigencia del Comité Internacional de la Cruz Roja, que ha apelado al derecho de guerra para salvar a la población cercada.

Alepo necesita ayuda
Los últimos compromisos adquiridos en relación a las treguas producidas en estos últimos meses se han cumplido. De esta manera, cuando el Gobierno se hace con el control de un bastión rebelde, lo que le obliga a movilizar a parte de sus tropas. Esta es la llamada “fórmula de reconciliación”. Permite el repliegue de los milicianos de la insurgencia, que deben renunciar a sus armas pesadas y deben trasladarse a zonas en las que pertenecen a la oposición.

Lo más destacado es que hasta este momento, no se había producido un acuerdo de evacuación que afectara a un número tan elevado de víctimas y rebeldes.

Por ello, la victoria de Bachar el Asad fue celebrada en las calles de Alepo durante la madrugada del martes. No obstante, una fuerza con alrededor de 8000 combatientes sigue resistiéndose al norte de la ciudad.

Se calcula que unos 50000 civiles siguen atrapados bajo los bombardeos rusos y sirios. Esta vez, ni los acuerdos negociadores de Rusia y Estados Unidos, ni la mediación de las Naciones Unidas están dando resultado. La situación es muy crítica.

La guerra se encamina ya al sexto año. La oposición se mantiene en algunos distritos aunque carecen de suministro de víveres y munición. Hace unos días, la histórica Palmira volvía a caer en manos del autodenominado Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés).

Cabe destacar, que El canal Orient TV, próximo a la oposición siria, informaba de que la evacuación se podría aplazar hasta el jueves.
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