Herederos del Tercio de la Armada del Mar Océano, creado en 1566 por Felipe II, los Infantes de Marina del Tercio de Armada (TEAR) se definen ante todo como fusileros que conforman una unidad de élite y depositarios de un legado de valores y virtudes que han distinguido al Cuerpo a lo largo de cinco siglos. Valientes por tierra y por mar cuyo adiestramiento ha forjado en todos ellos un espíritu de lucha indomable y una inquebrantable voluntad de vencer.
El Tercio de Armada (TEAR), junto con la Fuerza de Protección y la Fuerza de Guerra Naval Especial, forma parte de la Fuerza de Infantería de Marina, y depende directamente del Comandante General de la infantería de Marina. El TEAR constituye el componente expedicionario de esta Fuerza y como tal, dentro de la capacidad de proyección del Poder Naval sobre tierra, tiene por cometido principal “la realización de operaciones militares en la costa iniciadas en la mar integrado en unidades de la Flota”. No obstante, sus capacidades de combate hacen posible su empleo en operaciones puramente terrestres, más allá de la costa.
Con base en San Fernando (Cádiz) y al mando de un General de Brigada (GETEAR), el corazón del Tercio de Armada (TEAR) es la llamada Brigada de Infantería de Marina (BRIMAR), fuerza de desembarco de la Armada Española, integrada por: un Batallón de Cuartel General (BCG), dos Batallones de Desembarco (el BD-I y el BD-II), un Batallón Mecanizado (BDMZ-III), el Grupo de Movilidad Anfibia (GRUMA), un Grupo de Artillería de Desembarco (GAD) y el Grupo de Apoyo de Servicio de Combate (GASC). Además de la BRIMAR, el TEAR tiene una Ayudantía Mayor que sirve de apoyo logístico y de servicios a la BRIMAR en su acuartelamiento.
El Batallón de Cuartel General tiene dos misiones principales: proporcionar personal y medios necesarios para apoyar el ejercicio del mando y control en la BRIMAR, mediante el apoyo a los distintos puestos de mando, cubriendo sus diferentes necesidades (sistemas de comunicaciones e información, logísticas, de movilidad y protección); además se ocupa del reconocimiento y la vigilancia para obtener información e inteligencia.
Los Batallones de Desembarco, capaces de una respuesta y despliegue rápidos donde y cuando sea necesario, constituyen un elemento fundamental de la BRIMAR. Estarían preparados actuar con o sin refuerzos, encuadrado en una unidad superior o de forma independiente para cumplir con una gran variedad de misiones de combate. Teniendo en cuenta las medios navales y aéreos de los que disponen, constituyen un elemento ideal para llevar a cabo misiones de respuesta a crisis o planes de contingencia.
Sus posibilidades de combate se ven potenciadas en el marco de condiciones meteorológicas adversas o de escasa visibilidad, gracias a sus características de adherencia y adaptación al terreno y de flexibilidad y fluidez en los despliegues. Entre sus misiones: localizar al enemigo, cerrarse sobre él y destruirle mediante el fuego y la maniobra, o rechazar su asalto mediante el fuego, el combate próximo y los contraataques.
El Tercer Batallón Mecanizado de Desembarco cuenta con los medios necesarios para proporcionar a la BRIMAR la capacidad mecanizada y antimecanizada. Ofensivamente se caracterizan por ataques rápidos y en profundidad mediante vehículos blindados y carros de combate. Defensivamente son un elemento clave a la hora de lanzar un contraataque demoledor sobre el enemigo.
Su misión principal se fundamenta en el apoyo y la protección mediante fuegos de artillería de campaña ágiles, adaptables y decisivos. Además de ser los responsables de proporcionar la defensa antiaérea y de auxiliar al mando en la coordinación, control e integración de todos los fuegos disponibles (terrestres, navales y aéreos).
El Grupo de Apoyo de Servicio de Combate está equipado y especialmente organizado para proporcionar dicho apoyo en situaciones de combate y en particular durante las operaciones anfibias.
El Grupo de Movilidad Anfibia cuenta con los medios especializados para garantizar la movilidad buque-costa de una Fuerza de Desembarco (embarcaciones y vehículos de asalto anfibio). También cuenta con unidades especializadas (combate movilidad, contramovilidad, protección y desactivación de artefactos explosivos).
Por lo tanto la BRIMAR está constituida por un conjunto de unidades de combate, de apoyo de combate y de apoyo, con capacidad para vivir y combatir con sus propios medios, en función de su entidad y autonomía logística, y cuyo límite de empleo vendrá determinado por el desgaste de sus unidades de fusiles. En operaciones anfibias su autonomía logística se ve enormemente potenciada por el apoyo prestado por los buques anfibios desde los cuales opera.
Historia del TEAR
En 1957 se crea en San Fernando (Cadíz) el denominado Grupo Especial, germen del que se convertiría en el futuro Tercio de Armada. Este Grupo Especial Integraba unidades del Tercio Sur, Escuela de Aplicación y Grupo de Apoyo así como otras unidades que se incorporaron de los Tercios de Levante, Norte y Baleares.
Tras doce años a lo largo de los cuales realizó numerosos ejercicios y maniobras, en 1961 la Armada crea el Mando Anfibio, asignando medios navales para la realización de las operaciones anfibias. En 1969 fuerzas del Grupo Especial desembarcaron en Guinea Ecuatorial para proteger la evacuación de los súbditos españoles residentes.
Sin embargo, con el Decreto 1.148/1968 se recuperó la tradicional y antigua designación de «Tercio Armada«, que tomando como base al Grupo Especial, consolidó el núcleo fundamental de las fuerzas de Infantería de Marina. El Tercio de Armada adoptó como escudo el águila bicéfala coronada y sobre ella los escudos del Tercio de Armada del Mar Océano (1566) y el Tercio Nuevo de la Armada del Mar Océano (1682).
Desde 1996, diversas organizaciones operativas del Tercio de Armada han desplegado o todavía se encuentran desplegadas en múltiples operaciones en el exterior: desde Bosnia y Herzegovina, Haití, Líbano, Afganistán, Operación Sophia, Operación Atalanta, hasta EUTM-Mali.
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