Ucrania ha anunciado la movilización de reservistas de entre 18 y 60 años de edad, tras un decreto del presidente Volodímir Zelenski, según han informado las Fuerzas Armadas ucranianas en un comunicado. Zelenski ha advertido que Ucrania podría enfrentarse a una batalla, pero ha descartado una movilización general después de que Rusia haya anunciado el traslado de tropas al este de Ucrania.

Durante semanas, Zelenski ha instado a la calma y a la búsqueda de soluciones diplomáticas, incluso en los momentos en que los aliados occidentales han lanzado advertencias cada vez más urgentes sobre los planes de invasión rusos. Ahora ha manifestado a sus ciudadanos que el país debe “aumentar la preparación del ejército ucraniano para todos los posibles escenarios en la situación operativa”. Añadiendo: “Necesitamos reponer rápidamente el ejército ucraniano y otras formaciones militares”.

El discurso de Zelenski se ha producido después de que Estados Unidos haya manifestado que la invasión que había pronosticado durante semanas había comenzado finalmente. Zelenski ha señalado que Ucrania es un país pacífico, pero que su gente no se quedaría callada ante la agresión: “Si permanecemos en silencio hoy, desapareceremos mañana. Tenemos mucho trabajo por delante, todos los días, pero estamos preparados para ello, con confianza en nosotros mismos, en nuestro país y en la victoria”.

A medida que más países se suman a las sanciones contra Rusia, el presidente Vladimir Putin ha manifestado esta semana que apoyará las reivindicaciones territoriales de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donbás, lo que podría traducirse en un drástico aumento de probabilidades de iniciar una guerra en un futuro cercano.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado la medida y la ha calificado como un intento de hacerse con “una gran parte del país”. Biden, que ha ratificado las sanciones de EEUU contra Rusia, también ha añadido que todavía hay margen para evitar una guerra: “¿Quién cree Putin que le da derecho a declarar nuevos supuestos países?” ha señalado el presidente estadounidense al mismo tiempo que ha anunciado las sanciones a dos bancos rusos, además de otras medidas radicales para evitar que Rusia obtenga capital en los mercados occidentales.

El embajador de Rusia en EEUU, Anatoly Antonov, ha desestimado las sanciones y ha manifestado que “no recuerdo un solo día en que nuestro país haya vivido sin ninguna restricción por parte del mundo occidental. Hemos aprendido a trabajar en tales condiciones. No solo sobrevivir, sino también a desarrollar nuestro estado”. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha cancelado una reunión prevista para hoy con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, alegando que las sanciones a Rusia indican que no se toma en serio la vía diplomática para resolver la crisis. Mientras, desde la Casa Blanca afirman que la cumbre entre Biden y Putin, propuesta por el presidente francés, “no está en los planes en estos momentos”.

En su intervención junto al ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, Blinken ha advertido que la crisis era “la mayor amenaza para Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, y ha añadido: “El plan de Putin ha sido todo el tiempo invadir Ucrania, controlar a Ucrania y a su gente y destruir la democracia de Ucrania, que ofrece un marcado contraste con la autocracia que él dirige”. Las advertencias se producen tras el anuncio de Australia, Canadá y Japón de unirse a EEUU, Reino Unido y la Unión Europea en la imposición de sanciones contra Rusia, después de que Alemania haya detenido el proceso de aprobación del gasoducto Nord Stream 2.

Tras el anuncio del primer ministro británico, Boris Johnson, de que tres aliados multimillonarios del presidente ruso y cinco bancos rusos se enfrentarán a medidas punitivas, su secretaria de Asuntos Exteriores, Liz Truss, ha informado a medios de comunicación británicos que también están considerando la posibilidad de imponer sanciones a los miembros de la Duma rusa y del Consejo de la Federación, además de extender las sanciones territoriales de Crimea a los territorios controlados por los separatistas en Donbás. «Ningún individuo o empresa del Reino Unido podrá tratar con estos territorios hasta que sean devueltos a Ucrania», ha añadido Truss.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, ha manifestado esta semana que el gobierno ruso se estaba “comportando como matones y abusones” y que “debe haber consecuencias para las acciones de Rusia. Ocho altos cargos de seguridad rusos y del sector del petróleo y el gas, serán el objetivo de sus sanciones en la primera ronda, según Morrison, y las agencias de seguridad se encuentran en alerta ante posibles contrataques por parte de Rusia, como espionaje y ciberataques.

El presidente de Canadá, Justin Trudeau, ha informado sobre su plan de enviar más tropas a Europa del Este para reforzar las fuerzas de la OTAN, al mismo tiempo que impondrán nuevas sanciones. Trudeao ha manifestado: «No se equivoquen, esto es una nueva invasión de un Estado soberano y es completamente inaceptable». Además, ha añadido que se romperán los acuerdos comerciales con los dos territorios controlados por Rusia en el este de Ucrania, y que también pasará a prohibirse la compra de deuda soberana rusa, quedando en el punto de mira de las sanciones los parlamentarios y los bancos respaldados por el estado.

Las sanciones de Japón han apuntado a los bonos del gobierno ruso y el comercio, además de las personas vinculadas a las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donbás. «Instamos encarecidamente a Rusia a volver al proceso diplomático para resolver el desarrollo», dijo el primer ministro Fumio Kishida.

Mientras tanto, el parlamento ucraniano ha aprobado la declaración de estado de emergencia, que se aplica a todas las áreas excepto las controladas por los separatistas de Donetsk y Lugansk, donde ya ha estado vigente desde 2014. Además, permite a las autoridades imponer restricciones a la circulación, manifestaciones y partidos políticos y organizaciones “en interés de la seguridad nacional” y orden público.” El documento también prohíbe los «materiales informativos que puedan desestabilizar la situación en el país» y otorga al gobierno el derecho de imponer toques de queda y realizar controles. La medida ha sido aprobada por abrumadora mayoría.