Según han anunciado fuentes militares ucranianas, el crucero Moskva, buque insignia de la flota rusa del Mar Negro, ha sido alcanzado por misiles Neptune, lo que ha causado «graves daños». El Ministerio de Defensa ruso, sin embargo, ha informado este jueves de que el buque de guerra ha sufrido «un intenso fuego y la detonación de municiones», y ha añadido que, aunque «sufrió graves daños», la tripulación ha podido ser evacuada. Según ha informado el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestóvych, en el momento del supuesto impacto había 510 tripulantes a bordo.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha usado por primera vez la palabra “genocidio” para describir el conflicto desde que diera comienzo la invasión de Ucrania: “Sí, lo llamo genocidio porque se ha vuelto cada vez más claro que Putin solo está tratando de erradicar la posibilidad misma de poder ser ucraniano y la evidencia está aumentando” ha señalado el presidente frente a un grupo de periodistas. Biden se ha referido a Putin repetidamente como criminal de guerra, pero al pronunciar un discurso en una planta de etanol en Iowa, el presidente de los Estados Unidos ha intensificado su retórica para acusar a Rusia de genocidio. «Dejaremos que los abogados decidan internacionalmente si califica o no, pero seguro que así me parece», ha añadido.
Mientras, el presidente ruso Vladimir Putin, ha manifestado que Rusia continuaría “rítmica y tranquilamente” su operación y lograría sus objetivos. Putin también ha negado los “crímenes de guerra” cometidos por las tropas rusas en Bucha y ha vuelto a defender la campaña militar en Ucrania, calificando sus objetivos como de “nobles”. Desde Moscú han desechado las acusaciones de haber atacado a civiles, calificando estas acusaciones como un “invento” de Ucrania y Occidente.
En muchas ciudades de las que Rusia se ha ido retirando progresivamente en el norte de Ucrania se han encontrado cientos de cadáveres de civiles en lo que, según Kiev, han sido campañas de asesinatos, torturas y violaciones. El jefe de policía del distrito de Kiev ha informado esta semana sobre 720 cuerpos encontrados en la región alrededor de la capital, y más de 200 personas desaparecidas.
El Cuartel General de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha señalado en una sesión informativa esta semana que las fuerzas rusas han continuado los ataques con cohetes y bombas contra infraestructuras civiles en la región de Járkov, en el noreste, y en el óblast de Zaporiyia, en el centro de Ucrania.
La incursión de Moscú, de casi siete semanas de duración y el mayor ataque contra un estado europeo desde 1945, ha provocado la huida al extranjero de más de 4,6 millones de personas, ha causado miles de muertos y heridos y ha dejado a Rusia cada vez más aislada en el escenario mundial.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha referido a Putin en su discurso de esta semana: «¿Cómo puede salir adelante un plan que prevé la muerte de decenas de miles de sus propios soldados en poco más de un mes de guerra?». Putin ha señalado que las negociaciones de paz intermitentes «han vuelto a ser un callejón sin salida para nosotros”.
Putin, que había sido omnipresente en la televisión rusa en los primeros días de la guerra, se ha retirado en gran medida de la vista pública desde la retirada de Rusia del norte de Ucrania hace dos semanas. Según declaraciones de la inteligencia militar británica, el nombramiento por parte de Rusia del general del ejército Alexander Dvornikov como comandante de la guerra de Ucrania, muestra cómo la resistencia ucraniana y la ineficaz planificación previa a la guerra están obligando a Rusia a reevaluar sus operaciones.
Rusia ha señalado que ahora mismo sus planes son hacerse con más parte del territorio en nombre de los separatistas en las provincias orientales, Donbás, que incluye el puerto de Mariúpol. El asalto al corazón industrial de Donbás sienta las bases para una batalla que se avecina prolongada que con probabilidad infligirá grandes pérdidas a ambos bandos y que, en última instancia, definirá el curso de la guerra según los analistas.
Pavlo Kyrylenko, gobernador de la región oriental de Donetsk, ha manifestado haber visto los informes de los incidentes sobre el posible uso de armas químicas en Mariúpol, pero que no podía confirmarlos. Los países occidentales han informado que están tratando de verificar dichos informes, y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha mostrado su “preocupación” por las informaciones no confirmadas y ha ofrecido su ayuda en caso de “uso o amenaza de uso” de estas armas. La producción, el uso y el almacenamiento de armas químicas están prohibidos por la Convención sobre Armas Químicas de 1997. Las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia en el este han negado haber usado armas químicas en Mariupol, según la agencia de noticias Interfax.
En previsión de la nueva ofensiva rusa, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado un paquete de ayuda militar de 800 millones de dólares, que incluye helicópteros adicionales y el primer suministro de artillería estadounidense. El portavoz del Pentágono John Kirby ha señalado: «Nos comprometimos desde el principio, incluso antes de la invasión, a ayudar a Ucrania a ser capaz de defenderse. Esto es una parte de eso y es representativo del tipo de capacidades que los propios ucranianos han pedido y han dicho que necesitan a medida que estos combates se centran ahora en la parte oriental del país.»
La Casa Blanca ha anunciado que ya ha proporcionado más de $ 1.7 mil millones en asistencia de seguridad a Ucrania desde que comenzó la invasión de Ucrania del 24 de febrero. Los envíos de armas han incluido misiles defensivos antiaéreos Stinger y antitanque Javelin, así como municiones y chalecos antibalas. Zelenski ha expresado su agradecimiento: «Se ha discutido un nuevo paquete de apoyo a la defensa de Ucrania. Se ha acordado. Por 800 millones de dólares. Armas, municiones, otras prestaciones. Sistemas de artillería, vehículos blindados de transporte de personal, propulsores. Estoy realmente agradecido por este apoyo. También acordamos endurecer las sanciones contra Rusia».
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