Las delegaciones ucraniana y estadounidense tienen previsto reunirse hoy en Arabia Saudí después de las conversaciones mantenidas allí durante el día de ayer entre Rusia y Estados Unidos en relación a la propuesta de alto el fuego sobre el mar Negro. Washington espera que esto pueda abrir el camino a negociaciones de paz más amplias.
Las conversaciones de ayer en Arabia Saudita entre funcionarios rusos y estadounidenses han sido calificadas por Washington como un esfuerzo del presidente estadounidense, Donald Trump, para poner fin a la guerra de tres años. Fuentes de la Casa Blanca han señalado que se está avanzando en las conversaciones de Riad y que se espera un “noticias positivas en un futuro próximo”
Por su parte, fuentes rusas han informado a medios de comunicación internacionales que las conversaciones de Riad habían concluido a última hora de ayer y que se había enviado un borrador de declaración conjunta a Moscú y Washington para su aprobación, con el objetivo de que las partes lo hicieran público a lo largo del día de hoy. No obstante, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, había dicho con anterioridad que no se firmaría ningún documento, según informaron agencias rusas.
Por su parte, el Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró ayer en su discurso nocturno por vídeo que sus funcionarios en Riad se reunirían con el equipo estadounidense tras las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos. Igualmente, medios ucranianos han citado a una fuente de la delegación ucraniana hablando sobre las conversaciones que tendrán lugar hoy.
La semana pasada, Rusia rechazó una propuesta de Trump para un alto el fuego completo de 30 días en Ucrania, y hasta ahora solamente ha aceptado una suspensión en cuanto a ataques a infraestructuras energéticas. Ayer, Trump enumeró los temas que, según afirma, se encuentran sobre la mesa: “Ahora mismo estamos hablando de territorio. Estamos hablando de líneas de demarcación, hablando de energía, de propiedad de centrales eléctricas”.
Mientras las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos se ponían en marcha ayer, Ucrania y Rusia continúan sus ataques, con Kiev refiriendo un ataque con misiles rusos que hirió al menos a 88 personas, mientras que Moscú acusó a Ucrania de un ataque selectivo que mató a dos periodistas y su conductor.
“Moscú habla de paz mientras lleva a cabo ataques brutales en zonas residenciales densamente pobladas de las principales ciudades ucranianas”, ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha. “En lugar de hacer declaraciones huecas sobre la paz, Rusia debe dejar de bombardear nuestras ciudades y poner fin a su guerra contra civiles”, ha manifestado Kiev.
Las conversaciones de ayer en Arabia Saudí se dan después de las llamadas telefónicas de la semana pasada entre Trump Zelenski y el presidente ruso, Vladímir Putin, y siguen a una reunión entre funcionarios ucranianos y estadounidenses en Arabia Saudí del domingo. Trump, que ha reducido el apoyo diplomático de Estados Unidos a Ucrania y ha cambiado públicamente a una postura menos crítica con Rusia que la de su predecesor Joe Biden, asegura que aspira a poner fin rápidamente a la guerra.
La Casa Blanca afirma que el objetivo inicial de las conversaciones saudíes es garantizar una tregua marítima en el Mar Negro, que permita el libre flujo de la navegación. Sin embargo, las batallas marítimas han sido una faceta comparativamente limitada de la guerra desde 2023, después de que los ataques ucranianos llevaran a Moscú a alejar su armada de las aguas disputadas, haciendo posible que Ucrania reabriera los puertos y reanudara las exportaciones.
“Se trata principalmente de la seguridad de la navegación”, ha dicho el portavoz del Kremlin, Peskov, que ha señalado también que el acuerdo anterior respaldado por la ONU sobre la navegación en el Mar Negro no había cumplido algunas de las exigencias de Moscú.
Según fuentes relacionadas con la planificación de las conversaciones con Arabia Saudí, la parte estadounidense está encabezada por Andrew Peek, un alto directivo del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y Michael Anton, un alto funcionario del Departamento de Estado. Mientras que Rusia está representada por Grigory Karasin, antiguo diplomático que ahora preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Alta rusa.
La agencia de noticias Interfax citó a Karasin cuando dijo, durante una pausa en las conversaciones de ayer, que estas estaban progresando de forma “creativa” y que ambas partes habían discutido cuestiones consideradas “irritantes” en los lazos bilaterales. Trump ha expresado su satisfacción por el desarrollo de las conversaciones y ha elogiado el compromiso de Putin.
No obstante, las principales potencias europeas dudan de que Putin esté dispuesto a hacer concesiones reales o que, por otra parte, se aferrará a lo que considera sus exigencias maximalistas, que no parecen haber cambiado desde que envió tropas a Ucrania en 2022. Putin asegura que está dispuesto a discutir la paz, pero que Ucrania debe abandonar sus ambiciones en la OTAN oficialmente y retirar sus tropas de las regiones ucranianas que Rusia se ha anexionado de forma unilateral.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, declaró el domingo que las delegaciones estadounidense, rusa y ucraniana estaban reunidas en las mismas instalaciones de Riad. Más allá de un alto el fuego en el Mar Negro, Waltz dijo que los equipos discutirían la “línea de control” entre los dos ejércitos, que describió como “medidas de verificación, mantenimiento de la paz, congelación de las líneas donde se encuentran”.
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