El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha anunciado en su habitual discurso nocturno que habrá respuesta «en el campo de batalla» al nuevo ataque ruso de esta semana contra la infraestructura energética de Ucrania, que ha dejado cientos de ciudades sin electricidad.
«Habrá una respuesta en el campo de batalla. Y quiero recordarles que el nivel total de pérdidas de personal de los ocupantes rusos es de casi 72.000«, ha señalado Zelenski, y ha advertido «que no se sorprendan de sus pérdidas cuando vean cómo los ucranianos llevan a cabo “negociaciones” en la oscuridad».
El presidente ucraniano ha informado que la mayoría de los objetivos seleccionados por Rusia «se salvaron» ya que «fueron derribados» 45 de los 55 misiles de crucero lanzados por los rusos para el ataque masivo.
En este sentido, Rusia ha lanzado esta semana una andanada de misiles contra ciudades ucranianas, causando un gran daño a las infraestructuras y provocando apagones en varias ciudades.
En Kiev los ataques han causado un apagón parcial de energía y agua. El alcalde de la capital, Vitali Klitschko, ha señalado que los impactos de los misiles han dejado al 80 por ciento de los ciudadanos sin suministro de agua. “Los ingenieros también están trabajando para restablecer la energía en 350.000 hogares que se quedado sin electricidad”.
En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, las autoridades han informado que los ataques han desembocado en interrupciones en las líneas de metro, mientras que en Zaporiyia, más al sur, también ha informado de cortes de energía.
Esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha señalado que los misiles rusos habían alcanzado “infraestructuras críticas”. “En lugar de luchar en el campo de batalla, Rusia lucha contra los civiles”, ha agregado Kuleba. “Justifican estos ataques llamándolos una “respuesta”. Rusia hace esto porque tiene los misiles y la voluntad de matar ucranianos”.
Los ataques se han producido después de que Moscú acusara la pasada semana a las fuerzas ucranianas de lanzar 16 drones contra su Flota del Mar Negro, en la bahía de Sebastopol, frente a la costa de la Península de Crimea, anexada por Rusia en 2014. Las autoridades rusas afirman que el acto fue un “ataque terrorista” llevado a cabo con el apoyo de la armada británica, una afirmación negada por el Reino Unido. Por el momento, Ucrania no ha negado ni confirmado que haya lanzado dicho ataque con drones.
Tras el ataque a la flota, Rusia se ha retirado del acuerdo de exportación de cereales alcanzado el pasado mes de julio que permitía a los barcos su tránsito por el Mar Negro. Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores exportadores de cereales del mundo, y el bloqueo ruso de los envíos de granos, que provocó el cierre de los puertos marítimos ucranianos al comienzo de la guerra a finales de febrero, hizo subir los precios de los alimentos y contribuyó a una crisis alimentaria global.
Kuleba ha informado que la retirada rusa del acuerdo ha llevado a que queden bloqueados en el mar Negro 176 buques que ya habían zarpado de puertos ucranianos. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado la medida rusa como “puramente escandalosa” y que solo serviría para agravar la hambruna. El embajador de Rusia en Washington ha calificado con ironía la respuesta de Estados Unidos como «escandalosa».
Asimismo, la Flota del Mar Negro de Rusia se despertó la pasada semana con fuertes explosiones y fuego antiaéreo durante un ataque que, según las autoridades rusas, incluyó drones aéreos y, sobre todo, vehículos de superficie no tripulados (USV), ambos de tipo «suicida» o «kamikaze» destinados a explotar cuando llegan a sus objetivos.
Funcionarios rusos han afirmado que solo un barco sufrió daños leves mientras que todos los drones aéreos ucranianos fueron destruidos y que «especialistas británicos» estaban involucrados, aunque no han ofrecido ninguna prueba. Las autoridades designado por Rusia en Crimea han calificado el ataque como «el más masivo desde el inicio de la operación especial».
El Ministerio de Defensa británico (MOD) ha manifestado que Rusia estaba «vendiendo afirmaciones falsas de una escala épica», sin mencionar específicamente las afirmaciones sobre el ataque a Sebastopol.
En cuanto a la suspensión de su participación en los acuerdos de exportación de cereales de Ucrania, Rusia ha afirmado que ha tomado la decisión debido al “terrorismo cometido por el régimen de Kiev con la participación de especialistas británicos contra los barcos de la Flota del Mar Negro y las embarcaciones civiles involucradas en la seguridad del corredor de granos”.
No obstante, las exportaciones de cereales de Ucrania han continuado a un ritmo récord a pesar de la decisión de Rusia, según funcionarios de la administración militar de Odesa. Un volumen récord de 354.500 toneladas de productos agrícolas ha sido transportado en buques que partieron ayer de puertos ucranianos en el marco de la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Es la cantidad más alta elevada en un solo día desde que se firmó el acuerdo de exportación el 22 de julio.
El acuerdo de exportación, en el que Turquía participó con su mediación entre ambos países, ayudó a aliviar la crisis con más de 9,5 millones de toneladas de maíz, trigo, productos de girasol, cebada, colza y soja enviadas desde los puertos de Ucrania en virtud del pacto.
No obstante, desde Rusia han informado que no ha puesto fin a su participación al acuerdo, sino que solamente lo ha suspendido temporalmente, según palabras del presidente ruso, Vladimir Putin. El jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, ha reafirmado la posición rusa y ha aclarado que “han suspendido. No se han retirado. Han suspendido y no han rescindido”.
“La diferencia es que, como parte de esa iniciativa Black Sea Green, todavía están obligados a ella. Es por eso que he estado explicando nuestro continuo esfuerzo por mover los barcos de salida”, ha agregado Griffiths.
“Creemos firmemente que la disposición sigue vigente, incluso para la Federación Rusa”. Eso incluye una promesa de Rusia y Ucrania de no atacar buques de carga o instalaciones portuarias, ha dicho Griffiths.
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