Francisco Jiménez Moyano /Asturias.

El mundo musulmán se prepara para  la mayor de sus celebraciones religiosas. La Fiesta del Sacrificio (Aid Al-Adha). Se conmemora el pasaje del Corán, de la Torá y Bíblico, que relata cómo  Abraham  en un acto de sumisión a Dios se dispone a sacrificar  a su hijo Ismael, antes de que Dios le proporcionara un carnero en su lugar

Es una gran fiesta (Aid el Kebir) que los musulmanes españoles llaman la Fiesta del Borrego, pues en recuerdo de aquel pasaje, todas las familias,  que pueden,  sacrifican un cordero,  que consumen en celebraciones con amigos y otras familias menos pudientes. Son días de reconciliación y generosidad.

En ese ambiente, parece que tendremos una tregua en Siria para los días en torno al  26 de octubre (10 de Dhou Al Hijja 1431 de la hégira).  Un gesto de humanidad que esperemos que se formalice. La iniciativa parte de Al Ajdar al Ibrahimi, el enviado especial de Naciones Unidas y de la Liga Árabe para Siria, y  ha sido aceptada  por Damasco para ser debatida y por los opositores. Desde Beirut Ibrahimi ha advertido que la crisis siria puede extenderse a toda la región. Para evitarlo señala que esta tregua puede ser el inicio de un armisticio y una negociación política. Difícil asunto si observamos cómo ha gestionado la crisis el presidente Al Asad y como actúan los consejos revolucionarios. Además el Consejo Nacional Sirio ha informado que en el gobierno de transición no habrá sitio para los pilares del régimen de Bashar al Asad, solo para los que no han participado en la represión o dado órdenes.

Resumiendo, el Consejo Nacional Sirio quiere que el régimen se suicide política y militarmente, Bashar  al Asah dudo que esté por la labor y el representante de la Liga Árabe y Naciones Unidas quiere un milagro en tan señalados días para los musulmanes. Con este panorama desembarcará  el próximo sábado en Damasco Al Ajdar al Ibrahimi,

Mientras tanto las fuerzas armadas de la oposición quieren unificar el  mando. Este es un asunto que interesa a todos. Yo me atrevería a decir que hasta al Régimen del Baas, el Partido Socialista Sirio, pues el suministro de armas a los revolucionarios  es un caos,  y éste un semillero de grupos terroristas descontrolados.

Por otra parte  Francia acogió el  pasado 17 a las delegaciones de 27 Estados  para apoyar a los consejos revolucionarios sirios. En el fondo, está el apoyo de Francia a un  Líbano que no tenga  su seguridad  en  manos de Siria. En la misma  línea están los países  del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait). Pero la balanza se equilibra con los apoyos de Rusia e Irán a la Siria de Al Asad .

Mientras tanto la Primavera Árabe sigue su curso ciertamente liderado por los Hermanos musulmanes, que han admitido pragmáticamente incorporarse al juego democrático. La escritora libia Suad al Taif al Fituri publicaba recientemente en Al Hayat que: « No hay duda de que el islam político tiene un problema con la democracia, o como mínimo diremos que la democracia no forma parte de su cultura cuando no ve en ella un contrincante o un enemigo, o incluso a veces un ‘infiel’.» Señalando que solo el pragmatismo,  le ha permitido a éstos hacerse con Marruecos, Túnez, Egipto y quedar bien situados en Libia.

Una mujer valiente la presidenta del Grupo Internacional de Contacto
También hay pragmatismo con la aceptación de la mujer en las instituciones. Por ejemplo en Irak todas las diputadas de la Comisión de la Mujer del Parlamento son de partidos islamistas, no hay ninguna liberal. Y en Egipto el Partido Libertad y Justicia pone como ejemplo de la igualdad de género la presentación  de la candidatura de Sabah Saquiri, la secretaria de la mujer en el PLJ, para suceder a Mursi.

La veterana islamista ingresó en los Hermanos Musulmanes hace casi un cuarto de siglo y no ha conseguido los votos necesarios en el Congreso General  para ser candidata. No es de extrañar que el Iraq la diputada liberal  Al Shaijili señale que la Comisión de la Mujer no haya hecho nada por la situación de las mujeres iraquíes,  y que en Egipto muchos demócratas consideren que la Candidatura de Sabah sea una rutina más próxima al fraude  que al formulismo.